viernes, 26 de marzo de 2010

El primer filme de una gran redada de judíos en París sacude Francia



1. • Jean Reno protagoniza la obra, que recuerda el hacinamiento de más de 8.000 personas en 1942

2. • ‘La rafle’, de Rose Bosch, narra un episodio de colaboracionismo nazi silenciado durante años

Una escena de ‘La rafle’ en la que aparecen decenas de judíos en la estación parisina de Austerlitz. Foto: LEGENDE FILMS



POR ELIANNE ROS


PARÍS

el 16 y 17 de julio de 1942, una horda de policías detuvo a 13.185 judíos en el área de París. Por falta de espacio en los campos de concentración desde los que eran enviados a las cámaras de gas de Alemania y Polonia, 8.000 fueron hacinados en condiciones infrahumanas en el Velódromo de Invierno de la capital. La operación la ordenaron las autoridades galas. Querían demostrar a los nazis su capacidad de represión y decidieron deportar también a los niños pese a que los alemanes no estaban interesados en ellos. Este negro episodio de la historia de Francia, silenciado durante mucho tiempo, ha sido llevado por primera vez al cine en el filme La rafle (la redada) por Rose Bosch, hija de un anarquista catalán exiliado.
Con Jean Reno y Melanie Laurent en dos de los papeles principales, la ambiciosa producción ha llegado esta semana a los cines acompañada de una gran expectación. Y es que el estreno de La rafle ha levantado un enorme tabú. Si tuvieron que pasar 53 años para que el Estado francés reconociera, en 1995, su culpa en los crímenes perpetrados durante la ocupación, han tenido que pasar 15 más para que los ciudadanos puedan visualizar el horror del Vél’d’hiv (como se conoce al velódromo), del que no existen fotos ni imágenes.


Con la ayuda de los escasos testimonios vivos, que hasta ahora habían callado, Bosch ha reconstruido en Hungría el Velódromo –derruido en los años 60– y el campo de Beaune-la-Rolande, uno de los puntos de partida de los llamados trenes de la muerte.



OLOR INMUNDO / El espacio y el ambiente recreados en el decorado eran tan aproximados a la realidad que cuando entró Joseph Weismann, que tenía 11 años cuando fue detenido con su familia en su casa de Montmartre, inmediatamente percibió un olor inmundo. «Tuve que salir afuera a respirar, en realidad yo era el único que sentía esa peste. La impresión fue tan fuerte que me proyectó 68 años atrás. En el Velódromo –relata– hacía un calor asfixiante, apenas había lavabos, no teníamos agua, el ruido era ensordecedor, no había espacio para tumbarse...»

La directora ha tomado como hilo conductor la odisea de este niño que logró escapar del campo de concentración después de ser separado de su madre y de sus hermanas. Weismann aparece en una secuencia de la película con su nieto. Su hijo interpreta a uno de los gendarmes que participa en la redada.


Los actores principales tampoco eran ajenos al drama. Los abuelos de Laurent regresaron milagrosamente de Auschwitz. Cuando la joven actriz –conocida a nivel internacional a raíz de su participación en el último Tarantino– llamó para aceptar el papel tras leer el guión escrito por Bosch, la directora no reconoció su voz. Estaba hecha un mar de lágrimas.

Su interpretación de la enfermera enviada al Velódromo con la orden de no contar nada de lo que viera allí sale directamente de las tripas. Por su parte, Reno, criado de niño entre judíos en Rabat e hijo de inmigrantes, ha vivido igualmente a flor de piel el personaje del sacrificado doctor con la estrella de David cosida en la pechera.

Por su lado, Bosch está casada con el productor Ilan Goldman (Casino, de Martin Scorsese; Cristóbal Colón, de Ridley Scott; La vida en rosa...), hijo a su vez de supervivientes de la gran redada. La directora admite que el hecho de ser hija de inmigrantes le ha permitido tener «la distancia necesaria» para abordar un tema tan delicado, basándose en historias reales y sin caer en el simplismo.

Porque la herida de un país «que ha navegado entre la ilusión de haber estado del lado de la resistencia y el sentimiento vergonzoso del colaboracionismo» aún está lejos de cicatrizar. «Los comisarios que ordenaron la redada murieron ricos y bien considerados. No se ha hecho justicia», lamenta Weismann, que considera La rafle como su «testamento».

Fuente:
http://www.noticias.com/original/el-primer-filme-de-una-gran-redada-de-judios-en-paris-sacude-francia.143711

2 comentarios:

Fernando Rocchia dijo...

PRIMERA VEZ QUE VISITO EL BLOG Y ME PARECIO MUY INTERESANTE, SEGURO VOLVERE

Azpeitia poeta y escritor dijo...

Enhorabuena por tu blog....un abrazo de azpeitia