sábado, 13 de marzo de 2010

El origen de algunas palabras cubanas

¿Por que los cubanos les llamamos a los campesinos 'guajiros'? Durante la guerra de independencia de 1895 en Cuba el campesinado cubano se unió a las tropas libertadoras que comandaba el Generalísimo Máximo Gómez, nacido en la bella isla de Quisqueya y ejecutada por el Apóstol de la libertad de Cuba José Martí y Pérez. La guerra del 95, como la llaman los cubanos a la guerra de la independencia, ya casi estaba ganada por los mambises (palabra derogatoria de los españoles hacia las tropas cubanas). Cuando las tropas norteamericanas desembarcaron en Cuba, le llamaban a los combatientes cubanos War Heroes, para el oído de los campesinos y otros cubanos al comando de la tropas sonaba “guar-jiro” y lo resumían Guajiro. Y por esta razón es que es en Cuba el único lugar en toda nuestra América donde el campesino es referido cómo 'guajiro'.




La hora de los mameyes. En el léxico cubano hay una frase que muchos usamos sin conocer su significado: 'LA HORA DE LOS MAMEYES'. Esta frase se originó hace más de doscientos años durante la toma de La Habana por los ingleses. Durante ese episodio, los habaneros, con esa costumbre tan cubana de ridiculizar a los que no podemos vencer, dieron en llamar 'mameyes' a los soldados ingleses por el color del uniforme que vestían: chaqueta roja-mamey y pantalón negro. Por aquella época La Habana estaba rodeada por una muralla que la protegía de corsarios y piratas. Cada noche a las nueve se disparaba un cañonazo desde la fortaleza del Morro para avisar a los habaneros que las puertas de la muralla se cerrarían durante la noche. Y como a esa hora los odiosos 'mameyes' se hacían más visibles patrullando las calles, los habaneros bautizaron a las nueve de la noche como 'La hora de los mameyes”.

¿Ha comido usted alguna vez el fufú de plátano? Según Don Fernando Ortiz, el gran investigador del folclore cubano, durante la dominación inglesa en Cuba, después de la toma de La Habana, entraron muchos esclavos llevados por los ingleses. La comida que normalmente se daba a los esclavos era plátano hervido y machacado y se cree que esta forma de comerlo venía de Ghana y Sierra Leona. Los negreros ingleses acostumbraban a decir “food, food, food” (¡comida, comida, comida!) cuando repartían las raciones a los esclavos; de ahí que éstos comenzaran a darle el nombre de 'fu-fú'. Este plato se conoce en el Caribe y en algunos lugares del oriente cubano, como machuquillo, matajíbaro, mofongo en Puerto Rico y mangú en República Dominicana.

Los “Fotingos”- Los cubanos del siglo pasado solían llamar a los automóviles 'fotingos', pero es interesante saber el porqué, ya que la palabra no existe en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. En 1908, la Ford Motor Company de los Estados Unidos sacó su famoso Ford Modelo 'T'. Desde el punto de vista técnico el Ford Modelo 'T' incorporó la modalidad del sistema de tres pedales: embrague, freno y acelerador. La publicidad de la Ford describía la novedad como el sistema de 'foot it and go', abreviado con “foot it’n go” es decir, pisar y arrancar. Los primeros automóviles arribaron a Cuba en 1899 y eran de fabricación francesa pero cuando el modelo Ford llegó al país se hizo popular y los criollos comenzaron a usar la palabra 'fotingo' (cubanizando la frase 'foot it’n go') para designar al modelo 'T' de la Ford. También le llamaban 'tres patás' (embrague, freno y acelerador).


El origen de los “guatacas”. La azada es un apero de labranza que se utiliza en los campos de Cuba para desbrozar los cultivos, es decir, eliminar las malas yerbas y para despejar las guardarrayas en los campos de caña. Los cubanos la llaman guataca. También llamamos guataca a esos seres abyectos que se dedican a adular a los poderosos, sobre todo a los gobernantes. El origen de esta palabra se remonta a los tiempos del presidente Machado. Con Machado los aduladores se 'pasaron de rosca', como se dice en cubano, en otras palabras estaban en abundancia. Le llamaban el egregio y le construían arcos triunfales a su paso. El genial caricaturista Ricardo de la Torriente, del semanario satírico 'La Política Cómica', comenzó a publicar unas caricaturas en las que aparecía Machado rodeado de un grupo de aduladores que provistos de de azadas o guatacas, precedían al general limpiando la senda que este debía pisar. El pueblo empezó a llamar a estos aduladores 'guatacas' y el mote pegó. Había nacido la palabra guataca y el verbo guataquear. Desde entonces, a todo aquel que adula, 'hala la leva' o 'hace la pelotilla', se le llamó en Cuba guataca.

El Gallo de Morón. Entre los cubanos es popular la frase: “se quedó como el Gallo de Morón, sin plumas y cacareando”. Muchos piensan que se trata de un famoso gallo originario en Morón, Provincia de Camagüey, Cuba. Pues bien, la historia es que el Gallo de Morón ni era un gallo ni era de Morón ni tuvo que ver con Cuba. Se trata de una leyenda del siglo XVI, cuando el recaudador de impuestos de Granada se presentó en Morón de la Frontera (Sevilla) a ejercer su oficio. Como el sujeto tenía aspecto de matón y forma de actuar muy grosera se le bautizo como el Gallo de Morón. Los moronenses se hartaron de los desplantes de aquel gallo y un buen día le atizaron una tunda de palos tan contundente que éste tuvo que marcharse de Morón sin atreverse a volver por más impuestos. De ese episodio surgió una copla popular que decía: 'Anda que te vas quedando / como el Gallo de Morón / sin plumas y cacareando / en la mejor ocasión'.

fuente: lo recibi de un amigo desde Puerto Rico.

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