lunes 8 de marzo, 7:01 PM
SANTIAGO DE CHILE (AP) - Algunos colegios capitalinos comenzaron el lunes el año escolar, pero otros se dedicaron a iniciar las reparaciones o están a la espera de estudios de expertos que determinarán si los edificios tiene daños estructurales tras el terremoto del 27 de febrero.
El emblemático y centenario liceo capitalino Manuel Barros Borgoño permanece cerrado y su fachada de ladrillos rojos incólume, pero en el interior por lo menos 11 de 20 salas quedaron inutilizadas por el devastador terremoto del 27 de febrero y sus 2.000 alumnos no saben dónde continuarán sus estudios.
La ministra de Educación, Mónica Jiménez, informó que el 80% de los estudiantes de las regiones menos afectadas, unos dos millones, comenzaron el lunes las clases con una semana de atraso. En las dos regiones más dañadas por el terremoto y tsunami el inicio de las clases será progresivo porque algunos locales están sirviendo de albergues.
"Quiero volver al colegio, estoy aburrido de estar aquí, me gustaría ver a mis compañeros", dijo Hernán Pérez Villana, de 8 años, que con su mamá y hermana, y cuatro familias más, acampa en un parque de Concepción, a unos 500 kilómetros al sur de la capital chilena.
En esa ciudad aún no concluye el catastro de las escuelas dañadas, por tratarse de un ciudad grande, 1,2 millones de habitantes y 4 millones en la región del Bío Bío.
El domingo por la noche algunos colegios fueron usados como albergues luego que una corta pero fuerte lluvia volvió a amargar la vida de miles de damnificados.
El gobierno informó que sólo un millón de los 1,4 millón de los estudiantes de enseñanza básica y media pudieron iniciar sus estudios en la región metropolitana.
El presidente del centro de alumnos del liceo Barros Borgoño, Nicolás Núñez, dijo, tras participar en una reunión con los directivos del colegio, que "aparentemente no tiene daños estructurales, pero presenta trizaduras y con las réplicas se puede tornar peligroso y no resistir. No sabemos qué va a ser de nosotros".
En el liceo Andrés Bello, de la populosa comuna de San Miguel al sur de la capital, su director Alejandro Jara dijo que el lunes 15 comenzarán las actividades. "El liceo no sufrió daños considerables, pero la escala al tercer piso tiene trizaduras que los técnicos deberán analizar y determinar si se puede usar. No nos afectarán en todo caso pues ahí funcionan las salas de computación, de artes y otras que no se usan para las clases".
En el liceo experimental privado D'Mistral, cientos de niños hacían filas para entrar a clases. Juan Carlos, de 9 años, alumno de tercero básico, comenta "que no tenía ganas de volver a clases, porque me aburro y en la casa jugaba".
En el colegio de enseñanza básica Blas Cañas, de una congregación religiosa dependiente del arzobispado de Santiago, Juan Ignacio, de 7 años, alumno de primer año, está ajeno al terremoto y espera ansioso que su madre lo vaya a retirar. El colegio sólo sufrió el rompimiento de una docena de vidrios y está en condiciones de comenzar las actividades escolares.
La profesora de segundo año básico, Karina Valencia, informa que académicos de la universidad Monseñor Raúl Silva Henríquez instruyeron a los maestros y funcionarios cómo enfrentar la situación derivada del terremoto.
"Nos dieron algunos instrumentos de cómo enfrentar los efectos del sismo en cuanto a permitirles a los niños que se expresen, que no se cohiban. Pero por lo visto hoy los niños comentaron el terremoto, aunque no fue un tema tan relevante en sus expresiones y no mostraron estar asustados", dijo la maestra.
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La reportera de AP Eva Vergara colaboró con este despacho desde Concepción
fuente: ASSOCIATED PRESS VIA WWW.YAHOO.COM.AR- 8 MAR 2010
martes, 9 de marzo de 2010
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