Existe una gran campaña de marketing para que todos bebamos agua. Por un lado, para enriquecer a determinados empresarios, por otro, con la idea equivocada de que bebiendo mucha agua se eliminan las arrugas y que ayuda en la limpieza del organismo. En todo caso, lo que provocamos es que el riñón trabaje sin necesidad, ocasionando con ello el envejecimiento prematuro. Además, arrastrando sodio y otros minerales, estaremos desmineralizándonos y causando graves perjuicios a la salud.
Intoxicación por agua en el deporte
A los atletas y deportistas se les induce a beber antes del ejercicio. Cuando un atleta se colapsa o muere en un maratón, suele deberse a intoxicación por agua. El buen atleta, el que gana la carrera, bebe mucho menos que el que llega último, el cuál ha bebido continuamente y está intoxicado por agua. Los buenos atletas beben poco, permaneciendo algo deshidratados, no sobre hidratados.
En el maratón de Boston del año 2002, se obtuvieron muestras de sangre de 488 corredores antes y después del mismo, comprobándose que la mayoría de ellos, al haber bebido en exceso, se encontraban bajos de sodio. Todos los que colapsaban, perdían el conocimiento o estaban confusos, sufrían de intoxicación por agua. En cambio, ninguno de los deshidratados tenía problemas de confusión ni de síncope. En este caso, lo que mata no es la deshidratación, sino la intoxicación por agua.
Son habituales los casos en los que al ingerir drogas o por algún otro motivo se confunde el malestar con la deshidratación, llegando a beber hasta 3 y 4 litros de agua. Tras beber, los riñones deben filtrar y enviar a la vejiga todo ese líquido, donde llegará después de 1 a 2 horas. Hasta que los riñones empiezan a filtrar, las células del cerebro, aprisionadas dentro de un cráneo que no puede dilatarse se hinchan, provocando un trastorno nervioso que finalmente lleva al coma y a la muerte. Debido a este mecanismo, en personas que corren maratones, deviene el edema cerebral, pudiendo causar la muerte por intoxicación de agua.
Cuanta agua debemos beber
La moda de tomar agua continuamente, consumiendo de 2 a 3 litros diarios, es una barbaridad. La persona que hace vida normal, que no realiza ningún ejercicio físico importante, tiene que beber lo que le indique la sed. Si los riñones, el corazón y el hipotálamo, que es el centro donde se encuentra la sed, funcionan correctamente, debe beber sólo cuando tenga sed.
Muchas personas tienen bajo el sentido de percepción de la sed, permaneciendo deshidratadas de forma crónica. El problema se incrementa con la edad, a la vez que aumenta la tensión superficial de todos sus fluidos, pudiendo medirse la edad biológica de una persona por su grado de deshidratación celular. Además, eso causa que las células sanguíneas se agrupen, facilitando la formación de placas arteriales, embolias y ataques cardíacos. En estos casos deberá ponerse mayor atención a la ingesta de agua. Boca y labios secos son indicativo de necesidad de beber.
Si comemos alimentos que contienen altos índices de sal, como puede ser una anchoa, a los cinco minutos necesitaremos beber. La cantidad que el cuerpo nos pide beber, será la cantidad de agua exacta que se necesita para disolver la sal que contiene esa anchoa. El mecanismo es de una fineza exquisita.
La importancia del sodio
Al consumir agua en exceso se eliminan muchos minerales, entre ellos el sodio. La sal, cloruro sódico, propicia la conductividad eléctrica. Cuando existe carencia del Ión de sodio, se reduce el voltaje eléctrico en los axiomas de las neuronas, limitando las conexiones de red del sistema nervioso. El rango de nivel de sodio en la sangre considerado normal es de 135 a 145 mili equivalentes por litro. Al bajar del nivel de los 125, empiezan los temblores, la confusión, la pérdida de memoria y de la vitalidad, llevando finalmente al colapso e incluso a la muerte.
Beber mucha agua perjudica especialmente a enfermos cardiópatas. Tomar diuréticos para extraer agua y sal y beber grandes cantidades de agua lleva a la caída de la presión arterial al relajar los músculos lisos del sistema vascular, provocando insuficiencia cardiaca y llenando de líquido los intestinos o los pies, algo conocido como edemas.
Además, al afectar también al hipotálamo, que es el órgano de control de la temperatura, se enfriará el cuerpo, facilitando la congelación de las extremidades en situaciones de mucho frío.
Bebidas isotónicas
Para refrescar el organismo, el cuerpo utiliza la respiración y la transpiración, que se condensa en sudor cuando la cantidad de vapor transpirado es tanto que no consigue mezclarse a suficiente velocidad con el aire circundante o bien, el índice de humedad ambiental es tan elevado que no es capaz de absorber más vapor. Cuando se acciona la válvula de un aerosol, el envase se enfría rápidamente mientras se expande su contenido durante la descompresión. El organismo también se enfría o refresca por efecto de la descompresión cuando las moléculas de agua caliente liberan el calor contenido en ellas al abandonar el cuerpo. Pero eso ocurrirá en forma de la mezcla mineral de la que está formada, extrayendo en el proceso tanto agua como sales minerales.
Una bebida isotónica no es sólo agua con sal, sino que incluye muchos otros componentes que ayudan a la absorción del agua. La función principal de las bebidas isotónicas reside en reabastecer el agua y los minerales que se perdieron al ser arrastrados por la orina, la respiración intensa y el sudor, los cuales no pueden restituirse en suficiente cantidad por el solo hecho de beber agua mineral.
Agua de mar
La alcalinidad del agua de mar evita que los animales que viven en ese medio enfermen de cáncer. En 1904 René Quinton formuló un remedio para alcalinizar el cuerpo, restituyendo de ese modo la salud del organismo de forma increíble y rápida, eliminando incluso el cáncer. Se puede preparar diluyendo una parte de agua de mar con cinco partes de agua dulce. Añadiendo el zumo de un limón por litro y endulzándolo con un poco de Stevia, obtendremos una bebida isotónica como las bebidas complementarias para deportistas, aunque totalmente saludable y natural.
Agua destilada
Carece de minerales y es ácida, por tanto, hay que evitarla. Cuando se destila por procedimientos industriales, además contiene químicos tóxicos. El PH ácido destruye la salud, eliminando el esmalte de los dientes, descalcificando huesos y causando todo tipo de enfermedades, entre ellas el cáncer.
Uso de Cristales minerales en el agua
Determinadas aguas prolongan la vida. La tensión superficial o “Ángulo de trama del agua” de un líquido es la consecuencia de la fuerte atracción que existe entre sus moléculas, pudiéndose apreciar perfectamente cuando observamos la redondez y consistencia de una gota de agua y la dificultad que existe si intentamos dividirla. Los cristales minerales de cuarzo o de otro tipo tienen la propiedad de ablandar el agua. Sumergiéndolos en agua durante toda una noche, se altera y adapta la estructura del líquido a la del cristal, reduciendo de ese modo su tensión superficial. A menor tensión superficial, menor dureza, a la vez que aumenta su poder de penetración y su capacidad como solvente.
Esto mejora el suministro de nutrientes a las células y facilita extraer de ellas los residuos generados por el funcionamiento metabólico, de este modo rejuveneciéndolas. El mito de las fuentes de la eterna juventud, relatado a lo largo de la historia en todas las culturas, podría tener aquí su origen.
Flúor en el agua
Hay que tomar agua purificada o de filtro, ya que el agua de la llave del grifo puede contener tóxicos y altos niveles de metal. En muchos suministros de red y agua embotellada están fluorando el agua. El exceso de flúor o fluorosis provocado es irreversible, debilitando y decolorando el esmalte de los dientes y descalcificando los huesos. Además, afecta a las glándulas pituitaria y pineal, reduciendo las facultades mentales y provocando un efecto sedante continuo o de sumisión. El flúor es altamente reactivo y destructivo con el silicio. Tal vez por eso no suele añadirse flúor en botellas de vidrio.
Alcohol y Congelación
Persiste el mito de que se entra en calor al tomar bebidas alcohólicas o fumar. Al afectar al hipotálamo, lo único que se consigue es disminuir la sensación de frío, actuando en cambio como refrigerante. El alcohol, al igual que el tabaco, son tóxicos que el organismo se apura en eliminar, aumentando la producción de orina y el vapor de agua en la respiración, algo que favorecerá la deshidratación. Al eliminar agua, nuestro organismo se enfría. El efecto vasodilatador, hará circular más sangre por las extremidades, desabasteciendo de calor los órganos vitales del organismo como son el pecho, vísceras y cabeza y al afectar al hipotálamo, disminuirá aún más la temperatura corporal. Esto, combinado con el aumento del riego sanguíneo periférico, acelerará los efectos de la congelación.
Conclusiones
- A no ser que el sentido de percepción de la sed sea anormalmente bajo, algo que obliga a hidratarse aunque no se perciba la necesidad, hay que beber solo cuando se tenga sed y en la medida en que nos lo solicite el cuerpo, evitando así arrastrar fuera del organismo los minerales tan necesarios para mantenernos saludables.
- Evitar las aguas que contengan flúor. Si se desconoce la posible fluoración del suministro de agua, evitar beber de la llave del grifo es lo más sensato, así como renunciar a beber agua embotellada que en su etiquetaje muestre contener flúor.
- Ante el frío, hay que permanecer hidratado, evitando consumir alcohol y tabaco para no perder agua y minerales durante su eliminación.
- Lejos de obsesionarse, estar informado te permite elegir. La felicidad del ignorante puede pagarse arriesgando e hipotecando definitivamente tu vida y la de tu familia.
Fuente: http://grupodigit.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario