noviembre 29, 2011
Por: Martha Colmenares
Simón Deng quien fuera un esclavo de una familia musulmana que lo secuestró a los 9 años en el sur de Sudán, actualmente un activista por los derechos humanos, dio un excelente discurso el 22 de septiembre de 2011, en la Durban Watch Conference en Nueva York, auspiciada por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Evento que recibió severas críticas por incitar al anti semitismo y a la negación del Holocausto judío. Simón Deng, se refiere al Islam, al genocidio árabe y a la esclavitud en África. Me ha conmovido… es un texto obligatorio para los ciudadanos de buena voluntad. También en inglés este gran discurso.
Estas son las palabras de Simon Deng, una vez esclavo sudanés. Se dirige a la Conferencia Durban en Nueva York.
Israel, Sudan y yo
Un notable discurso ante la reciente Conferencia Durban en NY
Gráfica Simon Deng
Quiero agradecer a los organizadores de esta conferencia, “Los Peligros De La Intolerancia Global”. Es un gran honor para mí y es realmente un privilegio estar entre los distinguidos oradores de hoy.
He venido aquí como un amigo del Estado de Israel y del pueblo judío. He venido para protestar contra esta conferencia Durban, que se basa en un conjunto de mentiras. Está organizada por naciones que, ellas mismas, son culpables de los peores tipos de opresión.
No va a ayudar a las víctimas del racismo. Sólo aislará y tendrá como objetivo al estado judío. Es una herramienta de los enemigos de Israel. La misma ONU se ha convertido en una herramienta contra Israel. Durante más de 50 años, el 82 por ciento de las reuniones de emergencia de la Asamblea General de la ONU han sido acerca de condenar a un estado – Israel. No se lo podría haber hecho más feliz a Hitler.
La Conferencia de Durban es una atrocidad. Todas las personas decentes lo sabrán.
Pero amigos, vengo hoy aquí con una idea radical. Vengo a decirles que hay pueblos que sufren el anti israelismo de la ONU, incluso más que los israelíes. Yo pertenezco a una de esos pueblos.
Por favor, escúchenme lo que tengo que decir.
Al exagerar el sufrimiento palestino, y al culpar a los judíos por ello, la ONU ha ahogado los gritos de aquellos que sufren en una mucha mayor medida.
Durante más de cincuenta años, la población indígena negra de Sudán – tanto cristianos como musulmanes — ha sido víctima de los brutales y racistas regímenes árabes musulmanes de Khartoum.
En el sur de Sudán, mi patria, alrededor de 4 millones de inocentes hombres, mujeres y niños fueron masacrados desde 1955 hasta 2005. Siete millones fueron limpiados étnicamente y se convirtieron en el grupo de refugiados más grande desde la Segunda Guerra Mundial.
La ONU está preocupada por los así llamados refugiados palestinos. Dedicaron una agencia separada para ellos, y son tratados con un privilegio especial.
Mientras tanto, mi pueblo, limpiado étnicamente, asesinado y esclavizado, es relativamente ignorado. La ONU se niega a decirle al mundo la verdad sobre las verdaderas causas de los conflictos de Sudán. ¿Quién sabe realmente lo que está ocurriendo en Darfur? No es un “conflicto tribal”. Es un conflicto arraigado en el bien conocido colonialismo árabe en el norte de África. En Darfur, una región en Sudán occidental, todo el mundo es musulmán. Todo el mundo es musulmán, porque los árabes invadieron el norte de África y convirtieron a los indígenas al islam. A los ojos de los islamistas de Khartoum, los habitantes de Darfur no son suficientemente musulmanes. Y los habitantes de Darfur no quieren ser arabizados. Aman sus propias lenguas, vestimenta y costumbres africanas. ¡La respuesta árabe es un genocidio! Pero nadie en la ONU dice la verdad sobre Darfur.En las montañas Nuba, otra región de Sudán, el genocidio está teniendo lugar mientras estoy hablando. El régimen islamista de Khartoum tiene como objetivo a los africanos negros – musulmanes y cristianos. Nadie en la ONU ha dicho la verdad sobre las montañas Nuba.
¿Oyen a la ONU condenar el racismo árabe contra los negros?
Lo que encontrarán en las páginas del New York Times, o en el registro de las condenas de la ONU, son los “crímenes de Israel” y el sufrimiento palestino. Mi pueblo ha sido expulsado de las primeras páginas debido a las exageraciones sobre el sufrimiento palestino. Lo que hace Israel es presentado como un pecado occidental. Pero la verdad es que el verdadero pecado ocurre cuando Occidente nos abandona: las víctimas del apartheid árabe/islámico.
La esclavitud fue practicada en Sudán durante siglos. Fue restablecida como un arma de guerra a comienzos de los años 1990. Khartoum declaró la jihad contra mi pueblo y ésto legitimó tomar esclavos como botín de guerra. Milicias árabes fueron enviadas a destruir pueblos del sur y animadas a tomar mujeres y niños africanos como esclavos. Creemos que más de 200.000 fueron secuestrados, llevados al Norte y vendidos como esclavos.
Yo soy una prueba viviente de este crimen contra la humanidad.
No me gusta hablar de mi experiencia como esclavo, pero lo hago porque es importante para el mundo saber que la esclavitud existe, aún hoy en día.
Yo sólo tenía nueve años cuando un vecino árabe llamado Abdullahi me engañó para que lo siguiera a un barco. El barco terminó en el norte de Sudán, donde me entregó como regalo a su familia. Durante tres años y medio fui su esclavo, pasando por algo por lo que ningún niño nunca debería pasar: brutales golpizas y humillaciones; trabajando día y noche; durmiendo en el suelo con los animales; comiendo las sobras de la familia. Durante esos tres años no he podido decir la palabra “no”. Lo único que podía decir era: “sí”, “sí”, “sí”.
Las Naciones Unidas sabían de la esclavitud de los sudaneses del sur por parte de los árabes. Su propio personal lo informaba. A UNICEF – bajo la presión del Grupo Estadounidense Contra la Esclavitud, liderado por judíos – le llevó dieciséis años reconocer lo que estaba sucediendo. Quiero dar las gracias públicamente a mi amigo, el Dr. Charles Jacobs, por liderar la lucha contra la esclavitud.
Pero el gobierno sudanés y la Liga Árabe presionaron a UNICEF, y UNICEF dio marcha atrás, y comenzó a criticar a aquellos que trabajaron para liberar a los esclavos sudaneses. En 1998, el Dr. Gaspar Biro, el valiente Relator Especial de la ONU sobre Derechos Humanos en Sudán, que informó sobre la esclavitud, renunció en protesta por las acciones de la ONU.
Amigos míos, hoy en día, decenas de miles de sudaneses negros del sur, sirven todavía a sus amos en el norte y la ONU no dice nada acerca de eso. Sería ofender a la OCI y a la Liga Árabe.
Como ex esclavo y víctima de la peor forma de racismo, permítanme explicar por qué creo que llamar a Israel un estado racista es absolutamente absurdo e inmoral.
He estado en Israel cinco veces, visitando a los refugiados sudaneses. Permítanme contarles cómo llegaron allí. Éstos son sudaneses que huyeron del racismo árabe, con la esperanza de encontrar refugio en Egipto. Estaban equivocados. Cuando las fuerzas de seguridad egipcias masacraron a veintiséis refugiados negros en El Cairo, que protestaban contra el racismo egipcio, los sudaneses se dieron cuenta de que el racismo árabe es el mismo en Khartoum y El Cairo. Necesitaban refugio y lo encontraron en Israel. Esquivando las balas de las patrullas fronterizas egipcias y caminando distancias muy largas, la única esperanza de los refugiados era llegar al lado israelí de la valla, donde sabían que estarían a salvo.
Los musulmanes negros de Darfur escogieron a Israel por encima de todos los otros estados árabes musulmanes de la zona. ¿¿¡¡¡Saben lo que esto significa!!!?? ¿¿¡¡¡Y los árabes dicen que Israel es racista!!!?
En Israel, los negros de Sudán, cristianos y musulmanes, fueron bienvenidos y tratados como seres humanos. Sólo vayan y pregúntenles, como yo lo he hecho. Me dijeron que, en comparación con la situación en Egipto, Israel es el “cielo”.
¿Israel es un estado racista? Para mi pueblo, el pueblo que conoce el racismo – la respuesta es un rotundo no. Israel es un estado de personas con los colores del arco iris. Los propios judíos vienen en todos los colores, incluso el negro. Me reuní con judíos etíopes en Israel. Hermosos judíos negros.
Así que, sí… Hoy he venido aquí para decirles que el pueblo que más sufre de la política de la ONU contra Israel no es el israelí, sino todos esos pueblos que la ONU ignora, con el objeto de contar su gran mentira en contra de Israel: Nosotros, las víctimas del abuso árabe/musulmán: mujeres, minorías étnicas, minorías religiosas, homosexuales, en el mundo árabe/musulmán. Éstas son las principales víctimas del odio de la ONU hacia Israel.
Obseven la situación de los coptos en Egipto, los cristianos en Irak, Nigeria e Irán, los hindúes y bahais que sufren de la opresión islámica. Los sikhs. Nosotros – una coalición arco iris de víctimas y objetivos de los jihadistas – todos sufrimos. Somos ignorados, estamos abandonados. Así que la gran mentira en contra de los judíos puede seguir adelante.
En 2005, visité uno de los campos de refugiados en el sur de Sudán. Conocí a una niña de doce años de edad que me habló de su sueño. En un sueño, quería ir a la escuela para convertirse en médica. Y después, querría visitar Israel. Me quedé choqueado. ¿Cómo podría, una chica refugiada que pasó la mayor parte de su vida en el norte, saber acerca de Israel? Cuando le pregunté por qué quería visitar Israel, dijo: “Éste es nuestro pueblo”. Nunca fui capaz de encontrar una respuesta a mi pregunta.
El 9 de enero de 2011, Sudán del Sur se convirtió en estado independiente. Para los sudaneses del sur, eso significa el fin de la opresión, la brutalización, la demonización, la islamización, la arabización y la esclavitud.
De manera similar, los árabes continúan negando a los judíos su derecho a la soberanía en su patria y la conferencia Durban III continúa negando la legitimidad de Israel.
Como amigo de Israel, les traigo la noticia de que mi Presidente, el Presidente de la República de Sudán del Sur, Salva Kiir – declaró públicamente que la embajada de Sudán del Sur en Israel se construirá — no en Tel Aviv, sino en Jerusalem, capital eterna del pueblo judío.También quiero asegurarles que mi propia nueva nación, y todos sus pueblos, se opondrán a los foros racistas como Durban III. Nos opondremos, simplemente, diciendo la verdad. Nuestra verdad.
Mis amigos judíos me enseñaron algo que ahora quiero decirles a ustedes.
¡AM YISRAEL JAI!
¡El pueblo de Israel vive!
Gracias
Sábado, 5 de noviembre de 2011
Simon Deng Former Sudanese Slave: “Calling Israel a racist state is absolutely absurd and immoral.”
Simon Deng at Stand With Israel Demonstration UN 9-22-11
Simon Deng, a former South Sudanese slave taken by a neighbor as a young boy to Islamist Northern Sudan gave this impassioned speech at yesterday’s Durban Watch Conference in New York. He puts the lie to the Zionism is Racism canard of Durban III painting Israel as a pariah state. Rather as he points out it is the Arab Muslim Jihadis who have engaged in racial genocide of millions of Sudanese, whether Muslim or Christian. As he further points out it is Israel that is the ultimate destination of Sudanese refugees, as Egypt has oppressed them.
Watch this PJTV video presentation by Simon Deng at the Durban Watch Conference.
What follows is Simon Deng’s prepared remarks before the Durban Watch Conference on September 22, 2011.
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Thank you for those kind words:
I want to thank the organizers of this conference, The Perils of Global Intolerance. It is a great honor for me and it is a privilege really to be among today’s distinguished speakers.
I came here as a friend of the State of Israel and the Jewish people. –I came to protest this Durban conference which is based on a set of lies. It is organized by nations who are themselves are guilty of the worst kinds of oppression.
It will not help the victims of racism. It will only isolate and target the Jewish state. It is a tool of the enemies of Israel. The UN has itself become a tool against Israel. For over 50 years, 82 percent of the UN General Assembly emergency meetings have been about condemning one state – Israel. Hitler couldn’t have been made happier.
The Durban Conference is an outrage. All decent people will know that.
But friends, I come here today with a radical idea. I come to tell you that there are peoples who suffer from the UN’s anti-Israelism even more than the Israelis. I belong to one of those people.
Please hear me out.
By exaggerating Palestinian suffering, and by blaming the Jews for it, the UN has muffled the cries of those who suffer on a far larger scale.
For over fifty years the indigenous black population of Sudan — Christians and Muslims alike — has been the victims of the brutal, racist Arab Muslim regimes in Khartoum.
In South Sudan, my homeland, about 4 million innocent men, women and children were slaughtered from 1955 to 2005. Seven million were ethnically cleansed and they became the largest refugee group since World War II.
The UN is concerned about the so-called Palestinian refugees. They dedicated a separate agency for them. and they are treated with a special privilege.
Meanwhile, my people, ethnically cleansed, murdered and enslaved, are relatively ignored. The UN refuses to tell the world the truth about the real causes of Sudan’s conflicts. Who knows really what is happening in Darfur? It is not a “tribal conflict.” It is a conflict rooted in Arab colonialism well known in north Africa. In Darfur, a region in the Western Sudan, everybody is Muslim. Everybody is Muslim because the Arabs invaded the North of Africa and converted the indigenous people to Islam. In the eyes of the Islamists in Khartoum, the Darfuris are not Muslim enough. And the Darfuris do not want to be Arabized. They love their own African languages and dress and customs. The Arab response is genocide! But nobody at the UN tells the truth about Darfur.
In the Nuba Mountains, another region of Sudan, genocide is taking place as I speak. The Islamist regime in Khartoum is targeting the black Africans – Muslims and Christians. Nobody at the UN has told the truth about the Nuba Mountains.
Do you hear the UN condemn Arab racism against blacks?
What you find on the pages of the New York Times, or in the record of the UN condemnations is “Israeli crimes” and Palestinian suffering. My people have been driven off the front pages because of the exaggerations about Palestinian suffering. What Israel does is portrayed as a Western sin. But the truth is that the real sin happens when the West abandons us: the victims of Arab/Islamic apartheid.
Chattel slavery was practiced for centuries in Sudan. It was revived as a tool of war in the early 90s. Khartoum declared jihad against my people and this legitimized taking slaves as war booty. Arab militias were sent to destroy Southern villages and were encouraged to take African women and children as slaves. We believe that up to 200,000 were kidnapped, brought to the North and sold into slavery.
I am a living proof of this crime against humanity.
I don’t like talking about my experience as a slave, but I do it because it is important for the world to know that slavery exists even today.
I was only nine years old when an Arab neighbor named Abdullahi tricked me into following him to a boat. The boat wound up in Northern Sudan where he gave me as a gift to his family. For three and a half years I was their slave going through something that no child should ever go through: brutal beatings and humiliations; working around the clock; sleeping on the ground with animals; eating the family’s left-overs. During those three years I was unable to say the word “no.” All I could say was “yes,” “yes,” “yes.”
The United Nations knew about the enslavement of South Sudanese by the Arabs. Their own staff reported it. It took UNICEF – under pressure from the Jewish –led American Anti-Slavery Group — sixteen years to acknowledge what was happening. I want to publicly thank my friend Dr. Charles Jacobs for leading the anti-slavery fight.
But the Sudanese government and the Arab League pressured UNICEF, and UNICEF backtracked, and started to criticize those who worked to liberate Sudanese slaves. In 1998, Dr. Gaspar Biro, the courageous UN Special Rapporteur on Human Rights in Sudan who reported on slavery, resigned in protest of the UN’s actions.
My friends, today, tens of thousands of black South Sudanese still serve their masters in the North and the UN is silent about that. It would offend the OIC and the Arab League.As a former slave and a victim of the worst sort of racism, allow me to explain why I think calling Israel a racist state is absolutely absurd and immoral.
I have been to Israel five times visiting the Sudanese refugees. Let me tell you how they ended up there. These are Sudanese who fled Arab racism, hoping to find shelter in Egypt. They were wrong. When Egyptian security forces slaughtered twenty six black refugees in Cairo who were protesting Egyptian racism, the Sudanese realized that the Arab racism is the same in Khartoum or Cairo. They needed shelter and they found it in Israel. Dodging the bullets of the Egyptian border patrols and walking for very long distances, the refugees’ only hope was to reach Israel’s side of the fence, where they knew they would be safe.
Black Muslims from Darfur chose Israel above all the other Arab-Muslim states of the area. Do you know what this means!!!?? And the Arabs say Israel is racist!!!?
In Israel, black Sudanese, Christian and Muslim were welcomed and treated like human beings. Just go and ask them, like I have done. They told me that compared to the situation in Egypt, Israel is “heaven.”
Is Israel a racist state? To my people, the people who know racism – the answer is absolutely not. Israel is a state of people who are the colors of the rainbow. Jews themselves come in all colors, even black. I met with Ethiopian Jews in Israel. Beautiful black Jews.
So, yes … I came here today to tell you that the people who suffer most from the UN anti-Israel policy are not the Israelis but all those people who the UN ignores in order to tell its big lie against Israel: we, the victims of Arab/Muslim abuse: women, ethnic minorities, religious minorities, homosexuals, in the Arab/Muslim world. These are the biggest victims of UN Israel hatred.
Look at the situation of the Copts in Egypt, the Christians in Iraq, and Nigeria, and Iran, the Hindus and Bahais who suffer from Islamic oppression. The Sikhs. We – a rainbow coalition of victims and targets of Jihadis — all suffer. We are ignored, we are abandoned. So that the big lie against the Jews can go forward.
In 2005, I visited one of the refugee camps in South Sudan. I met a twelve year old girl who told me about her dream. In a dream she wanted to go to school to become a doctor. And then, she wanted to visit Israel. I was shocked. How could this refugee girl who spent most of her life in the North know about Israel? When I asked why she wanted to visit Israel, she said: “This is our people.” I was never able to find an answer to my question.
On January 9 of 2011 South Sudan became an independent state. For South Sudanese, that means continuation of oppression, brutalization, demonization, Islamization, Arabization and enslavement.
In a similar manner, the Arabs continue denying Jews their right for sovereignty in their homeland and the Durban III conference continues denying Israel’s legitimacy.
As a friend of Israel, I bring you the news that my President, the President of the Republic of South Sudan, Salva Kiir — publicly stated that the South Sudan embassy in Israel will be built— not in Tel Aviv, but in Jerusalem, the eternal capital of the Jewish people.
I also want to assure you that my own new nation, and all of its peoples, will oppose racist forums like the Durban III. We will oppose it by simply telling the truth. Our truth.
My Jewish friends taught me something I now want to say with you.
AM YISROEL CHAI!
The people of Israel lives!
Thank you
Friday, 23 September 2011
fuente: http://www.marthacolmenares.com/2011/11/29/gran-discurso-simon-deng-en-respuesta-por-la-incitacion-al-anti-semitismo/#comments
MARTHA COLMENARES:
¿Sobre mí?
Lo que dice Diario de América:
Martha Colmenares es venezolana, directora del Grupo 11 “Queremos saber”, por la justicia de los crímenes y presos por razones políticas desde 1999 y contra el terrorismo. Asesora de imagen, con amplia experiencia en relaciones presidenciales y de relaciones públicas. Escritora y analista. Desde su libro “La Otra Piel. Síndrome del Diálogo”, intentó descorrer el plano convencional de lo nunca comentado, que llegara a comprender el plano interior verdadero. Una experiencia que se traslada a su actual sitio en Internet, una nueva faceta, donde los hechos conmueven o cautivan. Ahora se define ¡Bloggera!
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