El gobierno de Alemania Occidental estableció contactos secretos con la organización terrorista palestina "Septiembre Negro", tras la masacre de once deportistas israelíes en las Olimpíadas de Munich, en los que acordó abstenerse de condenar a los asesinos, según una investigación del diario alemán Der Sipegel.
La investigación detalla que poco después de los asesinatos, el gobierno de Alemania Occidental entabló conversaciones secretas con el grupo terrorista y que desde el principio ofreció establecer una reunión secreta entre el ministro de Exteriores alemán, Walter Scheel, y los líderes de la organización.
El objetivo del encuentro era para "crear de una base nueva de confianza". La propuesta era que la Organización para la Liberación Palestina (OLP) cesara los ataques terroristas en el territorio germano a cambio de reconocimiento político. Además el gobierno de Bonn se comprometió a retirar
los cargos judiciales a los terroristas que asesinaron a los deportistas israelíes.
Der Spiegel precisa que el secretario de estado del Ministerio de Exteriores de Alemania, Paul Frank, envió un mensaje claro a la OLP según el cual "el capítulo de Munich está cerrado".
La revista señala además que la policía francesa, que detuvo a Abu Dauod, uno de los organizadores de la masacre de Munich, ofreció extraditarlo a las autoridades germanas; sin embargo, la justicia de Alemania no respondió. El secretario de justicia de Alemania Alfred Seidl recomendó que Alemania no tomara ninguna medida. Por lo tanto, la policía francesa liberó a Dauod.
El presidente de Siria, Hafez Asad, le dio refugio a Dauod hasta que murió en un hospital en Damasco en 2010.
Abu Daoud escribió en su autobiografía que la operación de Munich recibió el apoyo del extinto líder palestino Yaser Arafat, aunque no estuvo involucrado personalmente, y el financiamiento del actual presidente palestino, Mahmud Abás.
FUENTE: semanario "AURORA', Tel Aviv
27 de Agosto 2012
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