domingo, 11 de abril de 2010

La Shoá y su dimensión actual

27 de enero:
La Shoá y su dimensión actual


Autor: Moshé Rozén

A fines de 2005 las Naciones Unidas declararon al 27 de enero como el ‘Día del Holocausto’ recordando el 27 de Enero de 1945, día de la liberación del campo de concentración en Auschwitz y convocando, así, a la comunidad internacional a mantenerse alerta y mancomunar esfuerzos para evitar la repetición de amenazas de genocidio y destrucción.Apenas transcurrieron dos años de aquella resolución y la República Islámica de Irán, reiterando su deseo de poner fin a la existencia del Estado de Israel, utiliza la negación del Holocausto como parte de una retórica de neto corte hitleriano.

Los patrones del terror y la agresión -la “ira sagrada” del Islam radical- adoptaron el discurso nazifascista en el marco de un ritual totalitario dirigido contra Israel, pero también contra las minorías étnicas y políticas en la órbita musulmana. Negar que los judíos padecieron muerte y persecución, borrar el pasado, evitar el recuerdo: la estrategia propagandística de Teherán que no pretende, en realidad omitir la historia.

Ahmadineyad se alimenta de la pasividad internacional para legitimizar sus designios genocidas de hoy. El 27 de enero de 1945 -como el 19 de abril de 1943, cuando estalló la rebelión del Gueto de Varsovia- son momentos y lugares claves en la memoria colectiva del pueblo judío. El complejo concentracionario Auschwitz-Birkenau fue “fundado” en abril de 1940: los jerarcas nazis consideraron que la red ferroviaria de Cracovia facilitaría el transporte de las víctimas; en 1941 llegan presos políticos y prisioneros de guerra soviéticos y -desde el verano de 1942- Auschwitz se convierte en el campo de reclusión y muerte destinado a “la solución final del problema judío” pregonada por Berlín.


El 4 de abril de 1944 los aviones aliados sobrevuelan Auschwitz y se abstienen de bombardear la maquinaria genocida allí instalada, argumentando dificultades logísticas, pero ya un año antes, el dirigente bundista Zygelboim denuncia, antes de suicidarse, que la responsabilidad de la masacre pesa sobre los perpetradores alemanes y sobre los gobiernos que no hicieron frente al asesinato y la tortura de un pueblo carente de recursos de defensa.

Ni siquiera aquellos judíos que lograron escapar de “la solución final” pudieron encontrar asilo seguro: la política colonial británica en Palestina limitó al mínimo el arribo de refugiados.

Enero de 1945: el día 17 el Ejército Rojo ocupa Varsovia. El 27 libera Auschwitz, pero para millones de judíos ya era tarde. Narrar la historia del 27 de enero de 1945 no es sólo un mandato conmemorativo: es la posibilidad de pensar el mundo en que vivimos, para que nunca más sea tarde.

fuente: Periodico NUEVA SION, Buenos Aires-Argentina

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