La Opinión al Día: Represas
por María Catalina Zini
¿¡En qué planeta viven nuestros políticos!?
¿Creen que hay un planeta VIP para ellos?
Realmente, la reunión de la Coordinadora Regional de Ambientalistas, con representantes de cuatro provincias, en Ituzaingó, fue una muestra más de las dos caras de una misma moneda, la realidad.
De un lado: los gobernantes. Por el otro, nosotros, el pueblo, la ciudadanía. Pasaré a denominarlos: “Los de arriba”, a los primeros, y “Los de abajo”, a los segundos.
Por un lado se advirtió, la ignorancia, irresponsabilidad, autoritarismo, error, yerro, improvisación, facilismo, obsecuencia, interés por lo privado en desmedro de lo público… de nuestra dirigencia política, plasmada en este caso, en las figuras del actual Intendente de esa localidad de apellido Valdez y en sus Concejales.
Pero, que, sin lugar a dudas, pudo haber sido otro, que con más probabilidad de certeza que de dudas, hubiera hecho lo mismo, quizás con otro nombre, tal vez con otro apellido y a lo mejor de otro color… o tal vez con el mismo apellido, con el mismo color… Eso no importa, da igual…
Porque ya estuvo “Un Valdez” en la intendencia.
Sí. Exacto. “Otro Valdez”. ¡Eureka!! Su hermano. Y ¿dónde estará el otro?
Y… Sí… Eureka! Está ocupando otro cargo político. Y después intercambiarán. Subirán, bajarán, girarán.
¿Qué nos hace presuponerlo?
El eterno círculo des-virtuoso al que nos tienen ya acostumbrados los políticos, no sólo correntinos, sino argentinos. El nepotismo, el “abulonamiento” a la silla del poder, entre otros males.
¿Nos siguen sonando la frases: “Los Colombi”. “Los Romero Feris”… “Los K…”?
Parece que los ataca el síndrome de Hubris.
Según página consultada, “La palabra “Hibris” viene del griego. Ellos fueron los primeros en utilizarla para definir a un héroe que lograba la gloria y “borracho” de éxito se empieza a comportar como un Dios, cometiendo cientos de locuras y errores. Como castigo a “Hubris” está “Némesis” que le devuelve a la cruda realidad a través de su fracaso.
Durante un tiempo de sufrir el síndrome Hubris, la cosa empeora. Comienzan a padecer lo que se llama “desarrollo paranoide”, es decir que todo aquel que no esté de acuerdo con sus opiniones se convierte automáticamente en su enemigo personal… esto puede derivar en delirios paranoides o trastornos delirantes, que les lleva a pensar que todo el mundo está en su contra… esto hace que se aísle aún más de la sociedad.
Cuando el poder no está en manos del más capaz, pero él cree que sí, empieza a comportarse de manera narcisista.
Sin nombrar a ningún político en concreto, creo que todos conocemos algunos, que debido a sus decisiones incomprensibles, han debido sufrir esta enfermedad psicológica.
Ahora puedo entender un poco mejor, aunque no me sirve como disculpa, la soberbia, prepotencia, la actuación de espaldas al pueblo, de algunos políticos…
Las personas que lo padecen se encuentran en puestos de poder. Suelen ser políticos, dado que los poderosos en otros ámbitos de la sociedad, suelen llegar a la cumbre por méritos propios, por ser personas válidas, inteligentes… algo que no es imprescindible para llegar a la cumbre en política, donde se valoran también el carisma personal, la suerte o la oportunidad del momento”.
¿Coincidencias?
Retomando el tema que me ocupa: la crisis energética, y su tratamiento a lo largo de estos años, respecto del papel que les cabe a los de arriba y a los de abajo, puedo inferir, las siguientes reflexiones.
Nadie puede desconocer que constituye un grave problema de la República Argentina, en general y la provincia de Corrientes, en particular, ya que se convirtió en tema candente, estructural por las cuestiones de fondo que afectan a toda la población.
Como es de suponer, me pre-ocupa sobremanera por el des-manejo que ha tenido y tiene la problemática en nuestro país. Pero, más aún en la provincia por archiconocido, vapuleado, corrompido, tratamiento de esta cuestión en relación con los respectivos gobiernos, en lo que atañe a Yaciretá, (monstruo de la tecnología, falso dios del poder y de la corrupción), que estando en nuestro territorio, contaminando nuestro río, matando nuestros peces, generando enfermedades… tenemos la energía más cara, y con pésimos servicios. Y en este punto también es un problema de los de abajo que entramos en el engaño, lo creemos y lo sufrimos, pensando que nos están ayudando, que nos hacen un favor.
Podríamos decir: En la provincia de la energía, una provincia sin energía.
Paradójicamente y a la usanza de lo visto en Ituzaingó el día del encuentro ambientalista, grandes pasacalles: “Bienvenidos a la Fiesta en la Ciudad de la energía”. ¡Qué ironía!
Con toda seguridad dieron la bienvenida al actual Gobernador en su visita energética, de unos días antes.
¿Qué y cuánto tuvo que ver su presencia en esa ciudad? ¿Por qué negaron y cerraron todas las puertas? Primero las del C2, luego la sala del Concejo Deliberante, a últimas horas de la noche anterior. ¿Por qué ninguna radio ni medio local sabía del encuentro sobre las verdades y mentiras de la represa?
¿Por qué la gente creyó que estaba suspendido?
¿Acaso alguien se puso a pensar, qué pasaría si se repitiesen, los sismos de Yaciretá?
¿A qué fiesta nos estaríamos refiriendo? ¿A los festivales de los políticos que transan firmando licitaciones abultadas con técnicos muy bien pagados para realizar informes de impacto ambiental que más bien son des-informaciones descaradas a la población, para mentirnos, brindarnos malos servicios, enfermarnos, con el cuento de las fuentes de trabajo?
Me pregunto: ¿Qué pasará a los ituzaingueños, correntinos, goyanos… y tantos pobladores de ciudades costeras si se rompe Yaciretá?
Recordemos que los campos de Lomas de Vallejos, de Villa Olivari, a pocos kilómetros de la represa, tienen cota 71 y 72 en sus alturas, lo que la haría receptora de un aluvión de agua de 7 metros. Lo mismo, para el interior de la provincia donde Ayuí Grande está programada a cota 60 a 62, o sea Mercedes y alrededores, aparte de recibir una ola de 16 metros, recibiría la voladura de la represa Ayuí, que no resistiría. ¿Y qué pasaría en campos de Goya y Esquina con cotas que parten desde 36 a 32 y por lo tanto están más de 40 metros, por debajo?
¿Qué les pasará a Santa Fé y Chaco o a los hermanos paraguayos, con el colapso por sismo del brazo Aña Cua, que según un ex -empleado de la EBY, quien pidió la palabra en el Encuentro de Ituzaingó, dijo que una parte, no se realizó sobre basalto, ni hormigón, sino compactando con cemento, como si fuera un camino y sobre este aluvional hicieron el vertedero…? SI ES VERDAD ES REALMENTE CRIMINAL Y DE ENORME RIESGO DE SISMO.
¿Descabellado? ¿Loco?
No es así, créannos. Los de arriba y los de abajo. Porque de esto nadie se salva.
Esto no es el Apocalipsis, ni un sueño de gente trasnochada y delirante. No gente, no Sres. de arriba. Vayan a ver portales de otros países, los de Europa. Qué se hace con las represas hoy siglo XXI. Qué pasa en el mundo “civilizado y desarrollado” con los métodos para captar energía y hablo del primer mundo. Y hablo de los que toman en serio la cuestión de la vida y del medio ambiente. No es un chiste, tomarlo en chiste, valga la redundancia. Mientras el mundo está pensando y de hecho lo está llevando a la práctica, el desmantelamiento de represas por los estragos que causa, nosotros, digo, en nuestro país, y en esto entramos todos, los de arriba y como ciudadanos, como pueblo, los de abajo, graciosamente, queremos seguir construyendo represas, las defendemos y cerramos las puertas a los pocos de abajo, que nos oponemos, con honrosas excepciones ¡por suerte! ¿Por qué vienen de Europa y represan nuestros ríos, si son tan buenas? ¿Por qué instalan papeleras en Sudamérica, y allá las restringen o prohíben?
Y si no se rompiesen, igual no nos salvamos, también nos van matando, más lentamente nada más. Con dengue, con fiebre amarilla, sin peces, o peces contaminados. ¡Existen alternativas, como la energía eólica, más sana y más barata!
Es fundamental, que en estas cuestiones trascendentes, para todos los seres humanos y su relación con el medio ambiente, comprendamos, que se nos va la vida. Tanto a los de arriba, como a los de abajo. No estamos en una burbuja, somos parte y hacedores de lo que somos, nuestras conductas modifican, el lugar donde vivimos. Como seres humanos somos sociales-culturales que formamos parte indisoluble de un todo, de un contexto, de un medio, donde estamos insertos y con el que interactuamos e influimos mutuamente. Es el planeta que supimos conseguir y no tendremos otro. Somos los que lo construimos o destruimos.
Porque creamos cultura, cambios, transformaciones, permanentemente, según nuestra relación con los demás seres, vivos y no vivos, y con la naturaleza. Es una cuestión inseparable desde que el hombre apareció sobre la Tierra. Prácticamente todo lo que nos sucede es por la relación causa-efecto o acción-reacción que provocan nuestras conductas como producto de dicha interacción.
En lugar de intentar buscar el equilibrio, la armonía, de esas fuerzas, respetándolas, usándolos positivamente, encauzándolos hacia el bien de todos, y, contrarrestando o atemperando los efectos negativos o catastróficos, a veces incontrolables que ellos tienen, nos ocupamos, en cambio, graciosamente, irresponsablemente, de empeorar al planeta: ensuciándolo, tirándole todo, envenenándolo, contaminándolo, creyéndonos los “amos y señores” del universo, sin pensar que nos devuelve con creces lo que les tiramos.
¡Cuán necios somos los seres humanos! Estamos tan ciegos, que no nos damos cuenta, que esta enfermedad de “poder”, omnipotencia, ignorancia… soberbia… nos automatiza. Nos creemos que llevamos todo por delante, ya que las leyes, los reglamentos… las formas políticas, organizaciones “humanas”, sistemas sociales están del lado de quienes los ostentan: políticos, gobernantes, grandes empresas, corporaciones, hombres…
Por eso, mi mensaje va a ambos: gobernantes y pueblo.
A gobiernos porque tienen en sus manos el poder de decidir lo que es mejor o peor para todos. Deseo y aspiro que escuchen, reflexionen, busquen gente idónea, personas que saben, y honestas en todas las áreas, en este caso para el cuidado el medio ambiente… que no es de otros. Es de todos, es el lugar donde vivimos, es nuestro, de cada uno y donde seguiremos viviendo, hasta el fin de nuestras vidas. Porque no tenemos otro planeta y si hay, no lo conocemos. Así que ¿por qué no cuidamos el que tenemos? Porque no es menos cierto que hay gente valiente que aún dentro de la vorágine de intereses mezquinos, todavía es sana, estudia, lee, sabe, reflexiona, se conmueve y lucha, a pesar de todo. De allí que no puedo dejar de mencionar al Viceintendente Andrés Zavatiero, el Ingeniero Roberto Ríos, Eduardo Basso del Pont, entre otros, y ojalá cunda el ejemplo y nos multipliquemos!!
A nosotros, desde abajo, si nos unimos, llegaremos y tendremos lo que esperamos de ellos. Pero entendamos, escuchemos, leamos, abramos los ojos… porque si nosotros que somos EL SOBERANO, vemos, oímos, entendemos y hablamos, nos manifestamos y actuamos, en consecuencia, seguramente no nos equivocaremos. Y pediremos, exigiremos, exhortaremos a aquellos que realmente, gobiernen por el bien común, y no se cieguen con el poder y la ambición. Por eso, tampoco nosotros seamos idiotas útiles.
¿Hasta cuándo? ¿¡Sálvese quien pueda!? ¿Escaparemos nosotros por creerles? ¿Escaparán ellos porque tienen dinero, poder, relaciones, amiguismo, politiquerías…?!
¿Acaso se salvarán? ¿Acaso existe un planeta VIP PARA ELLOS?
No dejemos que jueguen con nuestra necesidad de energía, no permitamos que usen nuestra ingenuidad.
La autora:
María Catalina Zini
Nacida y residente en Santa Lucía - Directora de Escuela Primaria - Prof. de Lengua y Literatura en Nivel Secundario - Presidente de Grupo Ecológico de Santa Lucía - Miembro de UNAMCO - Integrante de SADE Filial Goya - Escribe poemas y reflexiones, ha realizado presentación y análisis de Libros.
fuente: http://www.corrientesopina.com.ar/?p=6908
Publicado el 29/1/2010
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