César I. Actis Brú
Palabras al Sol
Sé que no son
- no pueden ser -
las primeras palabras
que llegan hasta Ti.
Son muchas las centurias
y muchos los milenios
durante los cuales los hombres
de todas latitudes
y de todos los rostros
sus loas proclamaron
a tu Presencia ostensible.
Algunos incluso te alabaron
y alzaron sobre piedras
sus enormes altares
para que Tú los habitaras
y así pudieran retenerte
acariciar tu pulso
y manejar tu tránsito celeste.
Otros en cambio doblados en silencio
lanzaron en secreto
oraciones aviesas como flechas de noche
para clavarse en tu costado
y así
vivir en Ti por ellas.
Sé que no son
- entonces –
estas mis palabras
las primeras a Ti
pero lo son para mi pobre
corazón abandonado
herido latente apenas
en esta tierra-celeste desde afuera
mas sucia y tenebrosa
desde adentro.
Esta tierra
agresiva de témpanos
devenidos en vientos
y en eriales
largos de polvo e indiferencias ominosas
mares horrendos moviendo
sus abismos de sal
y vergeles intensos donde
los ríos y las frondas
extravían el norte
y esconden fieras
y los gritos
los pasos tuercen y crispan la razón.
En esta tierra,
agresiva de ciudades
donde los diablos compran
venden legislan gobiernan
van al templo
enseñan a mentir
infiernos donde los
inocentes son esclavizados,
excluidos humillados
y - sin una palabra tuya –mueren.
Oh
Estrella Fuerte y Luminosa
que
finges moverte
y aparecer por el Oriente
y das vida
para que siga la lucha infame
por la propia existencia
y asegurar el Occidente
perenne de la muerte
¡Detente alguna vez para
salvar los sueños y los hombres!
Santa Fe,
Enero de 2007/
Agosto
de 2009
- no pueden ser -
las primeras palabras
que llegan hasta Ti.
Son muchas las centurias
y muchos los milenios
durante los cuales los hombres
de todas latitudes
y de todos los rostros
sus loas proclamaron
a tu Presencia ostensible.
Algunos incluso te alabaron
y alzaron sobre piedras
sus enormes altares
para que Tú los habitaras
y así pudieran retenerte
acariciar tu pulso
y manejar tu tránsito celeste.
Otros en cambio doblados en silencio
lanzaron en secreto
oraciones aviesas como flechas de noche
para clavarse en tu costado
y así
vivir en Ti por ellas.
Sé que no son
- entonces –
estas mis palabras
las primeras a Ti
pero lo son para mi pobre
corazón abandonado
herido latente apenas
en esta tierra-celeste desde afuera
mas sucia y tenebrosa
desde adentro.
Esta tierra
agresiva de témpanos
devenidos en vientos
y en eriales
largos de polvo e indiferencias ominosas
mares horrendos moviendo
sus abismos de sal
y vergeles intensos donde
los ríos y las frondas
extravían el norte
y esconden fieras
y los gritos
los pasos tuercen y crispan la razón.
En esta tierra,
agresiva de ciudades
donde los diablos compran
venden legislan gobiernan
van al templo
enseñan a mentir
infiernos donde los
inocentes son esclavizados,
excluidos humillados
y - sin una palabra tuya –mueren.
Oh
Estrella Fuerte y Luminosa
que
finges moverte
y aparecer por el Oriente
y das vida
para que siga la lucha infame
por la propia existencia
y asegurar el Occidente
perenne de la muerte
¡Detente alguna vez para
salvar los sueños y los hombres!
Santa Fe,
Enero de 2007/
Agosto
de 2009
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