Ana Mendoza
EFE
Jorge Luis Borges pertenecía a una generación que tenía “reverencia por la noción de verdad que hay en la Historia”, y esa concepción late en las páginas de “Los Rivero”, un relato inédito que el gran escritor argentino dejó inconcluso y que se publica ahora en una edición de lujo. Ese relato inacabado, que Borges llama “crónica” y que “bien pudo haber sido la única novela del autor”, fue hallado en la Universidad de Austin (Texas) por el escritor peruano Julio Ortega, uno de los mayores especialistas en Literatura Hispanoamericana del mundo, que firma la introducción del libro que Del Centro Editores presenta el 18 de mayo en Madrid.
Ilustrada por el artista argentino Carlos Alonso, la edición se realiza en conmemoración del Bicentenario de la Revolución de Mayo y se ha publicado en colaboración con la Fundación Internacional Jorge Luis Borges.
“En Borges siempre hubo una nostalgia de la Historia. Cuando escribe sobre temas históricos, los reinterpreta, pero no los distorsiona”, afirma en una entrevista con EFE Ortega, recién llegado a España desde la Universidad estadounidense de Brown, donde imparte clases.
Escritas con esa letra minúscula que Borges empleaba a medida que iba perdiendo la vista, las cuatro páginas que el crítico literario peruano encontró en el Harry Ranson Center for the Humanities contienen “un cuento espléndido de tema histórico”, relacionado con la generación de los fundadores de la Independencia.
El relato está escrito “hacia 1950” y, “desde el punto de vista de los descendientes de uno de los héroes de la Independencia argentina”, el coronel Rivero, “que luchó en varios frentes de Sudamérica”. Sus herederos “viven del culto, un poco patético, al pasado” y de la memoria de aquel héroe, “pero no tienen ningún lugar en la vida republicana”.
Ideales perdidos
“El cuento, sutilmente, nos dice que los ideales de la Independencia se han perdido en la República, una idea propia de la generación de Borges”, que veía los procesos de Independencia “como una lucha heroica que terminó en las Repúblicas con las disputas políticas”, señala Julio Ortega, poeta, ensayista y narrador.
Amante de buscar manuscritos allí donde se encuentren, Ortega cree que Borges abandonó “Los Rivero” (con ese título lo archivó la Universidad de Austin, propietaria del texto) “porque el relato le exigía una extensión mayor de lo que él hubiera querido”. Se aproximaba peligrosamente a la novela, y el autor de “El Aleph” no creía en ella.
Como tenía una cierta relación objetiva con los hechos históricos, Borges llamó “crónica” a este relato inconcluso, “que no llega a ser un cuento y que bien pudo haber sido la única novela del autor”.
“Tiene, en efecto, de la crónica, el estilo enumerativo, incluso cierta distancia ante los hechos narrados; y discurre con el tiempo sumario del cuento, que baraja tránsitos y decepciones; pero de su drama familiar emerge la historia novelada de las fundaciones republicanas, o la novela de la historia de los desheredados de la patria que sus padres liberaron”, escribe Ortega en la introducción del libro.
“El hecho es que crónica, cuento y novela se ceden la palabra, convocando sus distintos registros, memorias y proyecciones, como si los hechos no pudieran ser narrados en un solo género y en torno a un solo sujeto”, añade Julio Ortega, que el martes participará en la presentación del libro, junto con Claudio Pérez Míguez, director de Del Centro Editores, y Raúl Manrique, director del Centro de Arte Moderno.
El inicio
El relato inacabado de Borges comienza así: “Hacia 1905, la cancel de hierro forjado había cedido su lugar a una puerta de madera y cristales y bajo el llamador de bronce había un timbre eléctrico, ahora, pero en general la casa de los Rivero (...) correspondía con suficiente rigor al arquetipo de casa vieja del barrio Sur, y el espectro del coronel Clemente Rivero (que murió, desterrado, en Montevideo, dos meses antes del pronunciamiento de Urquiza) lo habría identificado sin mayor dificultad”.
En su entrevista con EFE, Ortega asegura que se trata de “una obra extraordinaria” y “mucho mejor” que otros relatos de corte histórico que Borges escribió después y que tienen un tono “más irónico y sarcástico”. En las cuatro páginas manuscritas, cuyo facsímil acompaña al libro, el nombre de Borges está escrito con la letra de su madre. Y es que, como cuenta Julio Ortega, “ella le ayudaba a escribir, cuando el escritor estaba perdiendo la vista y cuando se quedó ciego”.
La edición especial de “Los Rivero” tiene una tirada de cien ejemplares numerados y firmados por el editor, realizados en papel de grabado, en rama.
Borges llamó “crónica” a este relato inconcluso, “que no llega a ser un cuento y que bien pudo haber sido la única novela del autor”. Aquí, el autor firmando ejemplares de su obra en 1982.
Foto: EFE
Fuente: diario El Litoral- Santa Fe-Argentina - 17 mayo 2010
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