Los 69
A sesenta y nueve de cada cien mil jóvenes
de San Francisco les ha visitado el templo
de sus cuerpos el alma predecible y diminuta
de una bala, utensilio sacro de la hombría
y el santo mal de la bronca, el lucro
despiadado que no se rinde al progreso,
sino conn rap de la muerte o el golpazo.
Es que sin pistola no hay bautizo citadino.
Es que sin revólver o cuchillo
no se dice soy sabio en la búsqueda
del pan y el beneficio.
En esta tierra de ilusiones y complejos
hay que tener estilo y tronar,
¿ah que no, pistolita?
y ser joven es sólo anticiparse a la ocasión
de consagrar la ostia y desangrar el aliento.
Bendita sea la calle
desde la sala de emergencia,
aquí que se ve el Cielo
desde una cama, tendido,
con el vino del suero
en las venas o en los labios.
Aquí se aprende a rezar
y a despedirse y se observa el dolor
del tamaño de la Santa Bala
que se jala con pinzas y escalpelos.
Diciembre 1995
*
El nuevo visitante
Basta saber que al bracero
que cumple con el jale
se le paga en dólares, señores,
y si vence la nostalgia
tiene para el regreso
y cumplir sus sueñazos
como el Rey del Tomate
(¡ay, pero que no se sepa que hay noches
parranderas con los jotos y las hembras
de los bares, y una semilla mala
que se mete en la sangre...
ay, que no sepa, del SIDA de la muerte,
el nuevo visitante de las ruralías!)
3-11-1992
El oficio
Yo nací con pala y oberol
y las manos rudas me las dio
mi padre por herencia
y el valor del trabajo..
El me enseñó a soñar que edifico
una casa, que forjo una muralla
y tiendo en los caminos pavimento.
Entramo al pastizal con las varillas.
Desde chico, aferro mi vigor
al gran cepillo y al cedazo y sé secretos
del cemento, cargo fardos de cal
y en arena los vierto.
Soy uno de los sabios del hormigón armado
y, por hormonas, tengo una pizca de sílice
y sudor en mi frente y el color del sol que arde
y hábitos de madrugar a las 5:00
o más temprano.
Veo un poco de estrellas
con mis ojos y al aroma del café
lo sorprendo temprano, antes de irme...
con mi padre a mi lado.
Joven desempleado
En días como éstos, sin trabajo,
ya nadie nos cita, ni a él
ni a mis hermanos.
Sin oficio de subir por andamios,
vienen otros, ráfagas noveleras,
sin mi sabiduría de zorro de la arena,
sin mis artes de amarrar el acero.
Otros que no trepan escaleras
ni levantan paredes ni encofran en madera
la sustancia que estructura
su invención a los aires,
su esqueleto a los vientos son los intrusos.
Otros que no zanjan su diseño de piedra,
raiz de los cimientos
y que, aún con pálida piel, son viciosos,
lamen el cansancio, están cebados de lentos pasos,
débiles en aliento.
Vienen y decretan mi vergüenza, yo soy el torpe
y desafortunado, el joven sin futuro,
el sujetos de escarnio.
Presentan el Canto del hermetismo
Teoría de la sustentabilidad
YO SOY LA NUBE ROJA
al jefe Red Cloud, Oglala Sioux
Beginning in 1866, Red Cloud orchestrated the most successful war against the U. S. ever fought by an Indian nation... he continued to fight to preserve the authority of chiefs such as himself, opposed leasing Lakota lands to whites, and vainly fought allotment of Indian reservations into individual tracts under the 1887 Dawes Act: Elsie M. Cavender, en Dakota Indians
Yo soy la Nube Roja, voz de viejo cacique
y aún más viejo Guerrero.
Nací como sustancia del Altísimo.
Como nube fue mi voz y es todavía;
pero la nube es también lágrima y la humedad,
si la sintieras en mis ojos.
Es indicio que gimo
por mi pueblo y la nube, si la ves enrojecida,
es indicio de sangre. Sangre cayó
en los territorios donde estuve,
donde me conocíste,
despojándome de tierras,
masacrando los búfalos,
empujándome como horda a tus reservaciones
(que fueron cautiverios para nubes rojas como yo,
que viajan cielos, que cruzan inmensidades).
Yo Nube Roja / Chief Red Cloud / el líder
y así decías cuando yo era un jovencillo huérfano
de padre, hijo de madre Oglala, madre buena
como fue la Tierra antes de que arribaran.
Mi tío fue Jefe del Humo; él era espíritu
de fuego, descifraba las formas fantasmales
y crecí como él, en planicies norteñas
de Nebraska, viendo el humo que arde con el fuego
y la nube que se condensa y llovizna con el aire...
Es cierto que había tristeza, entonces,
... pero eramos guerreros con sabias emociones,
poníamos el corazón en las palabras,
cumplíamos las promesas... hasta que llegaron
(donde aún hoy vive la pequeña comunidad
de mis hermanos, los que hoy sufren)...
Aduzco lo mismo que mi tío, en los días
que con él hice mi crianza: Eres tú quien divides,
Teniente, eres tú, el coronel blanco,
cara pálida, William Fetterman.
Tú, que no puedes amar a mis hermanos.
Tú, que defiendes caravanas de mineros
y expulsas a mis lakotas del Este, destruyes
en mis aldeas en la Gran Minnesota:
y escribes en tus anales: 1862 y 1863,
soy el que los extermino.
Con regimientos de Fort Phil Kearny,
Wyoming, yo los tendré en mis manos
y no quedará uno.
Sí, ya no tuve vecinos de paz,
nadie fraterno. Tú sacaste al criminal del guerrero
(el buen guerrero que yo fuí, cuando amaba
desde el Cielo y en él, era un corazón nube y agua).
Hoy soy Nube Roja / nube sangre / nube lágrima.
... porque tú querías oro y espacio, tú pervertiste
a tribus como Utes, Crow, Pawnees y Shoshones,
tú nos llevaste a las sangrientas batallas
fraticidas, territoriales, ventajeras
y, siendo joven, la inocencia se pierde.
Tú me hicíste tu terror, yo te batallo
porque tú me batallas y me despojas primero.
Yo soy Nube Roja, ahora no la voz,
ahora no la tranquila tarde que el sol tiñe,
ahora soy sangre, desde 1866, soy tu sangre
y tu amenaza, tu guerra,
lo que origina el odio.
Me despedazo como una nube que se destaja
como lágrima viva y baja a tierra,
a la nación Lakota,
baja a los campos mineros de Montana,
baja al sur de Colorado y a las navas
del Platte River, baja mi nube-lágrima
de Wyoming y el Sendero de Bozeman,
a todo el corazón sagrado de mi antigua Lakota
baja y baja y baja. Baja a matarte, Coronel.
Voy a atacarte durante todos los inviernos,
a partir de diciembre.
Me temerán los Garrington
por las Colinas Negras y la mitad occidental
de Sur Dakota, voy a llegar a Wyoming
y Montana y firmarán la paz en Fort Laramie.
Yo no estaré, junto a Caballo Loco
ni Toro Sentado; yo necesito ser lágrima
en los días que se rompan
los tratados y se quebrante a mi gente.
Es lo que me dice el Espíritu
en las Danzas Fantasmales
porque mi nombre es Nube Roja
/ lágrima de sangre.
No, yo no estaré en el juego de convenios
donde no hay palabra y la burla se impone
porque el agua al sol se seca
y hay que aprender a esperar la noche
en la Guerra Lakota...
Cuando se enfrenta a Custer y McGillycuddy,
Thomas Bland me será más sincero.
Me verás impugnar lo que han traído
en nombre del Gobierno: leyes rotas,
rotas promesas, rotos corazones,
rota la autoridad de mi pueblo.
09-11-2002 / CARLOS LOPEZ DZUR
De su EL LIBRO DE LA GUERRA
EL PACTO GONDRAS
No sé por qué [tengamos que crear]
dos comisiones.
Tal vez la Convención Interamericana del '29
sirva
para algo.
Después de todo, desde hace rato,
ni mi país ni Haití
jamás han (a)parecido
ni mínimamente, conciliados.
Siendo así,
investigar no es lo importante.
Aprovechemos el tiempo.
Pongámosle
una tapa al caldero.
El odio que no se hierva con las cifras.
Trujillo ha dicho, por de pronto, que él paga...
pero... que no haya cuje
ni mucho palabrerío.
«Con que no vengan más a tierra dominicana,
el General Rafael Leonidas está contento».
Vamos a poner la cifra cúspide.
Supongamos que fueron 30,000 los muertos
y otro tanto,
aporreados y heritos,
¿qué tal a $10
[moneda USA]
por cada haitiano muerto?
Que sean otro $10 por el herido vivo...
¿Qué tal si indemnizamos poco a poco
y empezamos con $150,000,
bono de pronto pago,
de enero a enero,
no a 6 años, a 4,
para acabar con ésto...
Que cese todo para el 1944...
Mayor a la suma que él propone, $750,000,
ya sería exorbitante.
Un negro no vale
tanto
dinero.
Dividida entre 10 o 20, o mil,
no vale tanto la vida de nadie:
Diez dólares es mucho por la suerte
del negro más pobre del mundo...
Perdone, yo no quiero ofender
ni la memorias de los muertos.
Mucho menos
la sensibilidad de los vivos;
pero tenemos las instrucciones claras
desde Santo Domingo:
«Que lo sepa la Comisión Permanente,
sí hubo muertos, SI --LOS HUBO
y lo reconoemos.
Si se les pidió que pronunciaran la palabra 'perejil'
hasta a los niños cayeron en la trampa,
se delataron
cocolos de Cap Haitien;
sí, lo reconocemos,
a los guadias se le pasó la mano,
inevitable el escante,
(descabezaron a machetazos, dispararon por la espalda
a desarmados): pero:... ¿qué necesidad hay...
de mencionar a los militares
(por sus nombres)?
¿O hacer listas de culpables?
Eso es inadmisible.
Es mal precedente en la historia.
Mejor dígase: «Les dimos un trabajo
y no son de aquí; de la Tierra de Sánchez,
Duarte y Mella».
Tierra del merengue y Papá Dios.
Y, en fin, quienes se fueron por su gusto
o los largamos a fuerza
pueden reclamar
sus propiedades.
No los echamos
por querer robarles algo...
tal vez España hizo éso
cuando expulsó a los judíos.
Lo hizo en su tiempo.
Volvamos a los números y a poner en claro
las cosas: el General Trujillo ha dicho
por las voces de Troncoso De La Concha y Pastoriza:
que el haitiano no es sujeto (IN)digno
de que nos salga
tan caro: $750,000 por todos ellos,
vivos o muertos,
traumatizados y heridos,
todos en el mismo paquete
y, como dijo el General, Su Excelencia Trujillo:
«Y que aquí no regresen».
Delegados de Haití: señores Abel Leger y Hoffman Philip:
O lo admiten, o no hay trato. He dicho.
3-12-1982 / Del libro «Cuaderno de amor a Haití»
de CARLOS LOPEZ DZUR
ESCATOLOGICAS MATEMATICAS DE LA GUERRA
En la Primera Guerra Mundial,
de la carroña que quedó para los fieras
había tendida diez militares,
muertos, en proporción 10 a 1.
Por cada civil muerto, se aproximaba
un canalla, pedía mujer y techo,
se robaba tus últimos despojos,
tal vez la virginal prudencia
de los hijas, la callada hermosura
que sobrevive al escombro.
La proporción fue 50:50,
en la segunda Guerra, la mitad militares,
la mitad civiles; la guerras son cada vez
más horrendas, más criminales.
De El libro de la guerra / Carlos López Dzur
ESTO SE LLAMA LONDRES
¿Cómo quieres que sepa quiénes son?
Yo sólo soy una zorra del pantano
y el mundo al que me traes es extraño,
más extraño que el mío,
porque no hay gratitud, John.
Caminamos juntos y apenas te percibo.
Te pierdas en la niebla. Eres una voz tan sólo,
una voz celosa de mi pasado,
una voz que exije que yo aprenda mi olvido.
¿Cómo quieres que sepa quién es él?
¡Ben Jonson! ¿Poeta, actor, renancentista?
¿Qué puedo saber yo acerca de ello?
Yo sólo soy una zorra del pantano...
Hoy vino a visitarnos él. No sé por qué
y no me gusta. Lo rechazo. Vino a pelear contigo,
a declarar su afán de controversia, a beber de tu vino;
a fumar de tu pipa tabaquera de Orinoco.
Ha preguntado qué exactamente en mí
tú hallas hermoso, tú que llamas
savage / nigger al esclavo,
tú que llamas hediente a mi raza en andrajos...
¿Qué hallas hermoso en mí, John?
No mientas. ¿Qué sé yo, lo que llamas intelecto?
Yo soy hembra. El sexo es lo que tengo hermoso.
Dílo como él. Ben Jonson amaría mi juventud
y él habla claro: a él le gustan mis nalgas.
El lo sabe y lo ve: lo dice ebrio o sobrio;
Yo sólo soy una zorra del pantano.
No tengas miedo, John. Voy a vestirme
así como deseas, voy a usar lencería y aromas,
voy a decir estrictamente lo que juzguen
ustedes necesario. Voy a ser un poco
como la niebla. Callada, numinosa, umbría.
Voy a ser como La Tempestad que ha pasado
sobre tu mundo y Londres; pero, tempestad
en calma, John, porque es dentro de mí
que todo duele. Es dentro de mí
donde vive la barbarie del recuerdo.
19-05-2003 / De Canto al hermetismo /
de CARLOS LOPEZ DZUR
TRASFONDO: Durante su estadía en Londres, Rebecca Rolfe (Pocahontas) y su esposo John, fueron visitados por el poeta renancentista y actor Ben Jonson (1572 – 1637), Ella alternó con del Obispo de Londres y fue recibida en la cortes de los reyes Jaime I y Ana. Los historiadores dicen: «Pocahontas was entertained by the bishop of London and visited by a drunken Ben Johnson. Through out this European whirlwind it is said this princess of the forest conducted herself like the daughter of a king».
EL FANTASMA
Yo te pensé con amor y con luto.
John Smith, primer amor,
y cuerpo accidentado. Primer amor,
en seco predio, y una cruz encima de tu nombre.
Y un dolor en medio de los ojos.
Hoy apareces. Me sorprendes,
me conmueves, pero dueles.
Esperé que entendieras que si te vas,
me matas. Es abandono. Esperé
que tu muerte fuese el remedio al olvido
para mi amor extraño, al que nunca
te propuse imposible; yo sí te amaba.
Hoy te apareces, como si no me hubieses
dejado mi alma en vilo. Hoy eres tú quien me quemas
y me colocas en la sepultura bajo tierra.
Hoy me matas en Londres, a mí que,
si he vivido, es por salvar tu vida,
por quererte, como si tu sombra y tu amparo
fuese necesario, indispensable, para esta niña,
la princesa bárbara, la muñeca de trapo.
Tan fácil que te es hoy decirme que estás vivo
y que te alegra que tenga yo mi esposo blanco,
a Gentleman, el colono soñado, nuevo lenguaje
(y por tí quise aprenderlo, por si un día
en el Cielo hay reencuentro, yo hablar
en inglés contigo).
Rolfe me ha traído a la Corte
y he visitado palacios... pero tú fuíste
mi primer rey, tú el primero...
Hoy te apareces, me buscas
y me dices, pequeña, you call me child
(«I will be forever and ever your countryman»);
pero, al mismo tiempo, me cubres
de ceniza; me prescíndes cuando hablas,
como negaste tu justa despedida.
Huíste de mí como yo no esperaba,
sin mínima promesa y me secuestraron,
¿lo sabes? y pensé que eras tú,
tú que mandabas 150 tropas a buscarme
con Samuel Argall, recadero de tu cabildo.
Yo pensé, tonta yo, que eras tú,
tú que no olvidaste mi amor
ni las promesas que hicíste a mi padre.
Hoy te apareces y yo que te pensé
con sentimiento y luto, tiemblo ante tí
como si viese un fantasma.
De «Canto al hermetismo»
CONTEXTO POLITICO DEL POEMA: Este no es un poema político, sino de amor, pero saber este contexto histórico enriquece la perspecriva... Desde que Pocahontas tiene la edad de once años, comienza a dar pruebas de amor y simpatía por John Smith, colono inglés. Entonces, él es un capitán de milicias, perdido en una misión de sobrevivencia. Cuando él, tras un accidente en que sufre graves quemaduras, se embarca hacia Londres, después que ha hecho amistad con el padre de Pocahontas y ella, no se despide propiamente. Circula la versión de que Smith había fallecido. Sin embargo, Pocahontas es secuestrada por año y medio, obligada a casarse con otro hombre blanco. Su padre no pagó su rescate, o el chantaje de los colonos de Jamestown, quienes reclamaron a cambio de ella armas confiscadas de reios, alimentos y prisioneros aún vivos, retenidos por su padre, un poderoso guerrero y jefe de la nación Powhatan.
La realidad social
El explotador adorna el dogma de su Ego,
canto de sirena de su adecuación,
noción de lo seguro y protectivo
del Estado, la Clase, el buen instinto.
La realidad social no es perversa.
Es consecuencia y justa.
El explotador, mal que bien, te da la piedra
del Trabajo y la vida, una empinada,
o el reto de la cumbre.
El nihilista se impone la sospecha de un Dios
y unos demonios. A veces piensas que ellos
comulgan juntos, se protegen bajo los cielos
y aprietan el gaznate de los débiles del mundo.
El explotador se define triunfante.
Lo aplaudirá la clase media y lo endiosará
el Tercer Mundo, llamándole con el fervoroso
de los cantos: «Dáme trabajo, porque yo
necesito comer, techo y vestido».
2.
¡Qué lógico le parece a él que asigne todo
y tenga el apoyo del Estado, de Dios
y todo el mundo!
Por eso te quitará la autoridad
sobre tí mismo para que funcione este tipo
de modelo metafísico, de realidad
en la que eres un eslabón, casi suelto,
mohoso, pero activo, sin la necesidad
de golpes contínuos de remache.
Y la carga de todo lo absurdo,
el costal de la angustia que condena,
termina puesta en tí, tú te la crees
y la obedeces, a fuerzas
el Opresor la tolera. Te quita y te da
según mereces.
Tú llamas la vida liberante, tú le das
su regocijo, tan oculto. El sí te llama
el hombre inútll, el infiel, el jornalero malo
si no repites de memoria su ideario:
«Todo está bien,
todo guarda un sentido,
un más allá de propósito».
y uno no debe quejarse
cuando vaya con el culo pateado
por los montes o la roca espinos,
dando tumbos. Como Sísifo.
Uno tiene que obedecer y cerrar los ojos
para que los valores no parezcan sobrehumanos.
El explotador es la Mano Vengadora
de la sórdida manada de aquellos cavernarios,
asesinos, y la venganza es dulce.
El que te saca los ojos tiene todas las de ganar
porque el habla de la Cima, alternativas
aceptables para aquel con la Mano invisible
de un dios que lo protege y unos diablos
justificados en la Tierra y en el Cielos
de los queptros no tienen pan ni libertad
ni regocijo porque son los nihilistas negativos.
Las zonas del carácter / De CARLOS LOPEZ DZUR
SOCIOLOGIA DEL ENVIDIOSO
¡Qué mucha suerte tienen los perversos!
Y los que discursan
lo ideal, la seguridad perfecta,
la utopía, quien es el irrecompensado,
al tubo se lo llevan, a la cloaca,
al aislamiento.
Ahora se siente que habla bivalencias.
Que encarna en sí la paradoja del cochino mentiroso.
Que siempre lo ha afanado la posesión de lo ajeno,
que su pesar es no privar al otro, no ha sabido robarlo.
Y ésto lo tiene triste. Es tan larga batalla
reconocer que ha sido un envidioso.
Escucho cuando dice que ya no vale nada
y que hay quien vale menos y, sin embargo,
lo aplauden; a él, no se atreven despreciarlo
ni en secreto. Lo dejan que digan bonituras.
Mas a él… que siga creyendo que alguna vez
habrá justicia, el respeto del mérito,
la ausencia de dolor, de guerra, de hambre,
triunfos para todos y abundancia.
03-12-2004 / De CARLOS LOPEZ DZUR
NO PODEMOS QUEDARNOS
AQUI COMO HUEVONAS
A Elisa Acuña y Rossetti (1887-1946)
y Juana Belén Gutiérrez de Mendoza (1875 – 1942 )
Yo soy más vieja, Elisita, y apenas tú...
veintiañera. A mi, los fríos de la celda
me arden en los huesos; pero más duele
no vencer al porfiriato y ver que, en Guanajuato,
hay mucho por hacer, cuando de veras la ambición
es revolucionaria, hay que empezar muchas veces
de nuevo.
Me cerraron «Vesper», Elisita.
eso duele más que mil patadas,
que empujones, o insultos, o esta celda.
Dí cuatro años a mis 'vespertinadas',
desde el 1901, ¿te imaginas? cuatro años
de redacción, tipografía, distribuciones.
... por eso ayúdame con tus ojos
porque la celda es oscura y no podemos quedarnos
de huevonas, si anhelamos ser de veras
periodistas revolucionarias y crear amaneceres
y ver tiranos lejos de la patria.
Vesper debe proseguir aunque le duela a Díaz,
al clero de Guanajuato y al dominio extranjero
que nos jode.
Allá en San Juan del Río, en mi Durango,
aún tengo una pequeña imprenta
que ni Porifirio ni mis carceleros
han desmantelado; «vamos a seguir
con el mensaje».
Terca soy como poeta y espero que tú me ayudes,
porque mira que presiento que tus ojos
son los hacedores y debemos convocar
esa magia, «Hágase la Luz», Fiat Lux,
si, luz en la oscuridad, con las miradas.
No han de perseguirnos en vano.
Juana Belén no se rinde
y tú no lo hagas, maestra.
Tú serás el verdadero Mineral del Monte
(esencia de libertad, y no sólo de Hidalgo).
Vamos a reinventar el México libertario.
Las Confederaciones de Clubes Liberales
tienen que vibrar al oírte, que sean
dignas del eco de Ponciano...
«Mira, Elisita, el liberalismo como partido
es bueno y el mutualismo para organizarnos,
pero la idea del voto y las elecciones
y los socialismos, todo es perecedero
si no hay confiable y verdadera administración
de lo público. Enseña no a integrar poder
en manos oligarcas, o de votantes sumisos.
Enseña a desintegrar el poder donde lo veas
como medio de evitar la formación
de ciegas oligarquías y controles».
2.
«Gracias, Juana Belén. Eres la primera mujer
que me elogia los ojos y se fija en mis trenzas
con esa gran ternura, porque soy india de Caxca,
Durango, y pensé que por mi sangre fue
que se me perseguiera y terminara yo
en la prisión contigo.
«Gracias porque puedo tutearte
y me dejas quererte y me compartes
tu sabiduría; sí, déjeme ser a quien dictes
los teoremas sociales, redactemos
el Fiat Lux... creo en lo que dices:
«Cuando muchos son los desafíos,
ni en la cárcel podemos quedar
como huevonas».
06-11-2004 / de CARLOS LOPEZ DZUR
La Ley Maldita y la dictadura de González
A las tejedoras de redes chilenas y la dirigente anarquista
Flora Sahuenza, desaparecida en 1973, durante la dictadura
de Augusto Pinochet
Silencio. Hablará Flora Sanhueza,
voz amada entre las tejedoras.
La única que apiada nuestras manos.
Y oye y nos enseña a pensar
y no temer a González Videla
en este Chile derechista de hambreadores.
Silencio. El foro «Luisa Michel»
del Ateneo Libertario se llenará
de gracia como vientre
que recibe la semilla que no sabría sembrar
ese radical de obtusos freemasones.
Gabriel González llamado fue
eL traidor de las izquierdas,
fermento de la Alianza, gorgojo local
de Guerra Fría y Flora Sahuenza
discusará sobre él.
Preguntará: «¿por qué traicionaría
A las fuerzas de la izquierda,
por qué se vende y quién lo compra,
por qué el Congreso
de Organizaciones Industriales
se vuelve copia de la AFL-CIO)
y deja sin representación
los intereses de Chile,
por qué se liga al guerrerismo
y el sindicalismo oportunista de los yankees.
¡Duro, duro con esa voz del Foro Luisa Michel,
voz de mujeres en Iquique y de una
que nunca come miedo, Flora Sahuenza,
échale maldiciones a esa ley censurante
y de mordaza que el esbirro llama
«Defensa de la Democracia»
y que sólo es el pretexto para vender
la nación al Aguila del Norte.
Silencio. Se explicará el por qué se fue Neruda
del territorio nuestro, por qué el Senado
se ha tornado vendepatria y se arresta
a socialistas de todos los colores
con la «Ley Maldita».
El derechismo está de plácemes.
El Gobierno de González garantiza
la continuada moratoria que premiará
al poder hacendatario y evitará
que el campesino se unione.
Silencio. Hay inflación en el país
y crecimiento lento y, suprimidas las huelgas,
se acabará también el movimiento obrero.
Silencio, abran ojos y almas.
Va a pedirnos un voto de apoyo a los mineros
de Lota que realizaron el paro
y han sido violentamente reprimidos.
El yankee quiere el cobre y a las derechas unidas
en reclamo del entreguismo financiero
del Ministro Alessandri.
Entiendan lo que es el Partido Radical
de González Videla, compañeras.
Leed al traidor con su silencio y escuchen
sólo a Flora. Tejerá una red con su palabra.
Silencio. Esta vez se trenzan hilos finos
hasta el oído. El Ateneo va discutir
sobre la Guerra Fría y cómo se procesa
el mito con el cautiverio de la consciencia
eslabonada a deslealtad contra el pueblo que trabaja.
Burlado ha sido el con demandas de la superpotencia
a la que sirve ellacayo. Silencio.
El presume que una embajadora y ministra
en su gobierno calla lo que Flora
tiene que decirnos.
Aprendan que no.
Sólo, con el temple de Sahuenza,
se habla claro.
06-11-2004 / CARLOS LOPEZ DZUR
CARLOS LOPEZ DZUR es un poeta boricua, recien radicado en Puerto Rico después de 34 años de ausencia. Entre sus libros están: Canto al hermetismo
http://.www.ocnaranja.blogspot.com/2011/05/presentan-el-canto-al-hermetismo-del.html
LAS ZONAS DEL CARACTER
TIJUANA DOLOR DE PARTO
TANTRALIA
TEORIA DE LA SUSTENTABILIDAD
EL HOMBRE EXTENDIDO
EL LIBRO DE ANARQUISTAS
y otros
Indice: Tijuana: Dolor de parto
INDICE / LIBRO COMPLETO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario