viernes, 18 de febrero de 2011

La Paz entre Israel y Jordania se enfría.


Commentario


Jonathan Tobin

Las relaciones entre Israel y Jordania siempre fueron algo más sinceras que la fría paz, como el hielo, que reinaba en la relación con Egipto. Pero no es lo mismo que la real sinceridad o, incluso, la aceptación íntegra de la legitimidad y la determinación de Israel. La hostilidad hacia Israel del lado oriental del Río Jordán es venenosa, a pesar que la relación del Rey Hussein la disfrazó durante mucho tiempo.



La imagen de Hussein, como líder verdaderamente interesado en la paz, se vio fortalecida a partir del acontecimiento de 1997 a lo largo del límite con Israel, cuando un soldado jordano disparó y mató a siete jóvenes israelíes, que estaban de paseo con la escuela. Hussein fue a los hogares y, de modo personal, pidió perdón. La modestia que demostró fueron tan estimables que, su actitud, ocultó el delito cometido.Mientras tanto, el heredero de Hussein, el Rey Abdullah, protegió la paz con Israel y, el odio hacia los judíos - que fuera parte tan importante de la fría paz con Egipto- se transformó en algo frecuente en ese país.



De modo ilustrativo, el acontecimiento vinculado a las acciones del padre del último Rey nos recuerda que no solo ese odio vive y late en Jordania, sino que también es defendido por un miembro influyente del gobierno.La Agencia de Noticias norteamericana informa hoy que, el Ministro de Justicia, Husein Megali, se sumó a la manifestación en Amman que llamó a la liberación de Ahmad Dakamseh, soldado jordano condenado, por un Tribunal Militar, a cadena perpetua por el crimen de los siete jóvenes israelíes que, el Rey Hussein, lamentó públicamente. Es posible explicarlo solo parcialmente por el hecho que, Megali, fuera - en el juicio - el defensor del asesino.



Pero ya en 2009, el Instituto de Investigación de la Comunicación en el Medio Oriente, destacó “Las Organizaciones de Derechos Humanos jordanas tomaron para sí el caso de Dakamseh y se refirieron a su delito como un ejemplo comprensible de ira patriótica”.A pesar que no haya avances reales con respecto a su liberación ni ningún signo de desconocimiento jordano del acuerdo de paz con Israel, la decisión del Ministro de Justicia ( de sumarse a esa manifestación) nos puede dar una evaluación de hasta cuánto los sentimientos anti-judíos y anti-israelíes existen, incluso entre los países árabes más moderados”.


Fuente: Jerusalem Center for Public Affairs


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