martes, 16 de febrero de 2010

Wilmer Núñez Murillo, un talentoso y exquisito diseñador gráfico y artista plástico hondureño y universal.

















Mi nombre es Wilmer Núñez Murillo. Nací en Tegucigalpa, Honduras. Desde niño fui inquieto y apasionado por el dibujo, pasaba todo el tiempo buscando maneras de explotar mi imaginación, creando personajes imaginarios y dibujándolos.
En el 2002 entré a la escuela nacional de bellas artes, pero desde que mi familia y yo nos mudamos a fuera de la ciudad, tuve que abandonar mis estudios artísticos y entrar en un colegio que estuviera mas cerca, eso hizo que me frustrara por unos 2 años de la idea de algún día llegar a ser un artista.
En el 2005 decidí que quería ser un artista gráfico e ingresé al Centro Universitario Tecnológico de Honduras en la carrera de Diseño Gráfico, pero Tiempo después, las fantasías de mi niñez volvieron a cobrar vida en mi cabeza, y decidí que quería convertirme en un ilustrador.
Hoy en día, sigo a bordo de la carrera de diseño gráfico, y a la vez trabajo como ilustrador independiente (y diseñador web en algunos casos). He tenido la dicha de ver mi trabajo en publicaciones nacionales e internacionales
Tengo muchos planes a futuro, entre ellos, establecerme como un ilustrador de tiempo completo y no hacer otra cosa más que dibujar.


El canario y la criatura
Nació entre lápices de colores y papel… y ahora vuela entre nosotros
por Arturo Sosa:
redaccion@laprensa.hn

Tegucigalpa, Honduras

Tegucigalpa fue su cuna y donde aprendió a volar; hoy, Wilmer Murillo nos muestra un mundo distinto e innovador en las artes nacionales.

Un mundo de colores y dibujos al que no estamos acostumbrados los hondureños; el reino de la ilustración gráfica.

Grafito y mouse, acuarelas y pixeles. Tiempos modernos con sueños de siempre.

La ilustración es una de esas ramas del dibujo que por diversas razones culturales no ha podido despegar en el contexto del arte nacional.

Visto con frecuencia como un pasatiempo gracioso y cuando mucho, como un oficio muy menor, los artistas que desarrollan esta expresión sufren continuas limitaciones impuestas por el entorno. Una pasión nada fácil.

Ahora, gracias al patrocinio de la Alianza Francesa en Tegucigalpa, uno de los principales artistas de la gráfica logra presentarnos (y maravillarnos) con una excelente exposición que nos transporta a escenarios casi mágicos.

Señores gordos y animales simpáticos son parte de un universo donde el artista nos refleja y se refleja, para hacernos reír, soñar y preocuparnos. Los personajes de Murillo somos posiblemente nosotros mismos.

Murillo está joven, apenas está terminando su carrera universitaria.

Armado de papeles y computadoras, pinta temas “descabellados para muchos”, pero dotados de un enorme peso conceptual y un estilo que va más allá de las expectativas tradicionales.

Inocencia y paz, tristeza, un desenfado en la mano y una genuina preocupación por su entorno íntimo podrían ser sus características.

Muchos podrían mencionar una inclinación infantil en sus trabajos, pero cierto es también que cuando le preguntaron a Steven Spielberg a qué atribuía el éxito de sus películas, respondió sencillamente: “Porque nunca he dejado de pensar como niño”.

“El canario y la criatura” es una exposición que no debe perderse, amable lector.

Una muestra que combina perfectamente con los Grabados de Año Nuevo de Taiwán en el Museo para la Identidad Nacional, también en Tegucigalpa.

Las dos enriquecen la vida y los sueños de todos aquellos creadores que nunca traicionaron sus juegos infantiles por la promesa de una vida adulta.


fuente:
1) Ilustraciones : BLOG: http://wilmermurillo.com/blog/gallery
2) Texto autobiografico:
www.mister-wong.es/user/wilmern/ -
3) Texto 'EL CANARIO Y LA CRIATURA':
http://www.laprensa.hn/Ediciones/2010/01/10/Noticias/El-canario-y-la-criatura

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