martes, 16 de febrero de 2010

José María Pasquini Durán, uno de los más importantes periodistas argentinos murió a los 70 años de edad, a consecuencia de paro cardiorespiratorio

por Stella Calloni
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 15 de febrero de 2010, p. 32

Buenos Aires, 14 de febrero 2010.
José María Pasquini Durán, uno de los más importantes periodistas argentinos, destacado por su profundo conocimiento del tema de la comunicación y la información, una sólida formación cultural, coherencia política y dignidad, murió anoche aquí a los 70 años de edad, a consecuencia de paro cardiorespiratorio.

Pasquini, fundador del diario Página 12, fue un luchador por la verdad y la justicia, un militante del periodismo liberador.

Desde hace 23 años su Panorama Político en Página 12 fue clave para entender lo que sucedía en Argentina, que había comenzado una larga transición hacia la democracia después de la cruenta dictadura que ensombreció al país entre marzo de 1976 y diciembre de 1983.

Pasquini resistió todo el tiempo que pudo en esos días de persecuciones y horrores, para que la verdad saliera hacia afuera, pero se vio obligado a salir al exilio, donde su capacidad y experiencia evidenciada en varios medios locales como Panorama, La Opinión y otros, fue muy reconocida por medios y organismos internacionales para los cuáles trabajó en diversas misiones.

Estuvo en la central de Inter Press Service (Ips) en Roma, como director latinoamericano de la agencia y fue consultor de la Unesco el Sistema Económico Latinoamericano, el Pacto Andino, el Fondo de Población de Naciones Unidas, de World Association for Christian Communication y del Consejo Latinoamericano de Iglesias. También escribió varios libros entre ellos el magnífico ensayo Ilusiones argentinas.

Fue un maestro del periodismo aquí y en el mundo. Nunca traicionó sus principios, ni hubo poder que lo hiciera abandonar sus convicciones profundas ni su definida elección por los procesos políticos liberadores.

Como un símbolo se registra su paso por el periódico de la Confederación General del Trabajo rebelde, que dio luces y resistencias en los años 60-70, donde compartió tareas con el desaparecido periodista Rodolfo Walsh, una de las figuras más gloriosas del periodismo local.

Nacido en 1939, su trayectoria de 50 años, fue extensísima.

En los últimos años su columna en Página 12 se convirtió en una de las más serias y responsables fuentes donde abrevar.

?Difícilmente alguien pueda decir que conoce realmente lo que pasó en los últimos 23 años en la Argentina sin recorrer sus obligadas columnas de los sábados”, escribió hoy Ernesto Tiffemberg, director de Página 12.

También describe Tiffemberg la obsesión de Pasquini por ofrecer al lector una “visión organizada de la multitud de noticias con que era bombardeado desde todos los medios, incluido este (Página 12). En sus palabras: tejer cada semana un hilo conductor que diera sentido a los ocurrido”.
En el exilio y en el país, fue periodista, escritor, columnista y también profesor. Sus enseñanzas iban más lejos que el simple oficio del buen periodismo.

Enseñaba sobre ética y dignificad algo que en estos tiempos es un valor agregado en una profesión pauperizada y degrada ante lo que el consideraba el control casi colonial de los medios masivos de comunicación por el poder mundial.

Siendo un viejo amigo querido, con el Negro Pasquini, como le decíamos, y su esposa Sonia, compartimos increíbles tertulias con Osvaldo Soriano, donde lo que prevalecía era el encanto de un humor irónico, inteligente profundo, pero esencialmente cruzaban historias de vida cargadas de la magia de las realidades que ambos atravesaron con una mirada absolutamente creativa.

Es difícil escribir sobre un amigo, que siempre exigía que uno diera mejores pasos, que se atrevía a desafiarlo todo, que alentaba generosamente a abrir los caminos que otros se empeñan en cerrar.

La de Pasquini, fue una voz potente, modulada, un lenguaje trabajado, con belleza y rigor y lucidez, que seguramente se recordará en todos aquellos lugares donde anduvo, ya que fueron varios los países donde sus enseñanzas, proyectos conferencias dieron luces, que hasta hoy sobreviven.

Había nacido en la provincia de Salta en el extremo noroeste del país y sus comienzo fueron los periódicos sindicales, Por eso son varios los sindicalistas que hoy lo recuerdan como Hugo Yasky, secretario general de la Central Argentina de Trabajadores argentinos (CTA), donde él pidió ser velado.

?La palabra de Pasquini Durán va a quedar grabada en la gratitud de todos aquellos que muchas veces frente al silencio y la mirada perdida de los periodistas de los grandes medios, siempre tuvimos en él a un testigo lúcido, inteligente y comprometido”, escribió Yasky.

Escuchando todas las voces de quienes lo recuerdan este día, como amiga prefiero recordarlo siempre sonriendo, buscando hilos secretos para el humor inteligente. Y recordar nuestras largas charlas, cuando estuvo en Nicaragua en los comienzos de la revolución sandinista y entre los escombros de la ciudad, mirando a los jóvenes en sus trajines de esos días, nos ayudaba a espiar con esperanza la vida.


fuente:
http://www.jornada.unam.mx/2010/02/15/index.phpsection=

mundo&article=032n3mun

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