martes, 22 de noviembre de 2011

En CHILE: Comunicado público sobre los homenajes al genocida -ex- Brigadier de Ejército Miguel Krassnoff Martchenko


18 noviembre, 2011



Transcurridos 38 años desde el Golpe Militar de 1973, queremos expresar nuestro repudio a la programación de un homenaje por parte del alcalde de la comuna de Providencia Cristian Labbe, a un genocida responsable de crímenes de lesa humanidad como el ex Brigadier de Ejército Miguel Krassnoff Martchenko, quien cumple condenas por más de 140 años en el Penal Cordillera por secuestros, torturas y desapariciones de centenares de personas.

Denunciamos tal homenaje como un acto impúdico y una torpe provocación que busca esfumar las responsabilidades de crímenes de lesa humanidad y así preparar las condiciones para futuros proyectos de indulto o amnistías. Si Miguel Krassnoff es reivindicado y transformado en digno de homenajes públicos, donde hay quienes imaginan incluso la posibilidad que asista el primer mandatario, nuestra democracia retrocede.

Para nuestra Corporación lo sucedido, es reflejo de la sociedad chilena en lo relativo a los derechos humanos y la Memoria histórica. Hay sectores políticos ligados a partidos de gobierno que consideran legítimo y normal que genocidas reciban homenajes, relativizando de esa forma crímenes que hoy a nivel mundial son deleznables e inamnistiables.

No es casualidad que, los primeros en reaccionar sean entidades de la misma sociedad que han hecho durante décadas de la promoción de los derechos humanos su razón de existir. Durante estos días la airada respuesta en las redes sociales y otros ámbitos de opinión pública es un buen síntoma de lo sembrado y construido junto a la inmensa mayoría ciudadana. En países donde la democracia se encuentra más arraigada, este tipo de acciones son sancionadas como “apología de la violencia”, como ocurriría por ejemplo con homenajear a jerarcas del nazismo en la actual Alemania.

Nuestra preocupación se acrecienta cuando nos enteramos que la asesora presidencial hoy renunciada, comete “el lamentable error” de calificar a Krassnoff como “un símbolo de los oficiales y subalternos del período 1973-1978”, hablando en nombre del Presidente de la Republica precisamente respecto del periodo de mayores violaciones a los DD.HH. Lo anterior solo es posible porque ha existido ambigüedad por parte de las autoridades del gobierno.

El ex general Miguel Krassnoff tiene uno de los más extensos prontuarios entre los violadores a los DD.HH. en Chile. Dirigió el asalto a la casa presidencial de Tomás Moro y fue un destacado agente de la DINA y la CNI. Su permanencia en el Ejército luego de 1990, sólo se explica por la lentitud en hacer verdad y justicia por parte de los tribunales, las redes de protección existentes en las instituciones armadas y la debilidad de los gobiernos democráticas

Nuestra Corporación en esta hora solidariza y recuerda a todas los hombres y mujeres secuestradas, torturadas, ejecutadas y desaparecidas por Miguel Krassnoff y quiere hacerlo en los integrantes de la familia Rodríguez Gallardo ,Catalina, Alberto y Mónica quienes en una operación dirigida por el “homenajeado” fueron ejecutados en Villa Grimaldi, para posteriormente hacerlos aparecer como fallecidos en un “enfrentamiento” burdo montaje ocurrido en la Rinconada de Maipú por estos días y hace 36 años. Hacemos extensiva nuestra solidaridad a los miembros de la familia Gallardo Moreno que sobrevivieron a esa masacre.

Toda esta situación nos reitera e impulsa a continuar construyendo una cultura de respeto y promoción de los DD.HH., para que siempre existan reacciones desde la ciudadanía ante provocaciones semejantes a este homenaje de un alcalde que persiste en reivindicar criminales.

CORPORACION PARQUE POR LA PAZ VILLA GRIMALDI



CORPORACION PARQUE POR LA PAZ

VILLA GRIMALDI
Av. José Arrieta # 8401 -

Peñalolén - CHILE -

Tel. (56-2) 2925229

villagrimaldi@villagrimaldi.cl

- www.villagrimaldi.cl


FUENTE: llegó en un e-mail.


NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG,


LO QUE SIGUE A CONTINUACION FUE EXTRAIDO
DE LA PAGINA WEB
www.villagrimaldi.cl
Y ES SOLO UNA PARTE MUY PEQUEñA DE LAS
ACTIVIDADES ANTIHUMANAS REALIZADAS POR
LAS FUERZAS MILITARES CHILENAS DURANTE
EL GOBIERNO DE LA DICTADURA MILITAR DEL
GENERAL AUGUSTO PINOCHET.


LAS VICTIMAS QUE AQUI FIGURAN SON LAS
REGISTRADAS EN 'VILLA GRIMALDI", UNO DE
LOS TANTOS CAMPOS DE TORTURA Y
EXTERMINIO UTILIZADOS POR PINOCHET Y
SUS SECUACES ...

LES RECOMIENDO ENTRAR A
www.villagrimaldi.cl
Y LEER A FONDO TODO LO ALLI
REGISTRADO PARA PODER ENTENDER
Y APRENDER UN POCO MAS LO QUE
SUCEDIO EN CHILE BAJO LAS "BOTAS"
ASESINAS DE ESA DICTADURA SINIESTRA.

A LOS GOBIERNOS LEGALMENTE ELEGIDOS
EN ELECCIONES LIMPIAS SE LOS DERROTA
SOLAMENTE EN LAS URNAS Y NO CON LAS
ARMAS.

Lic. Jose Pivín


VICTIMAS

Con el Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 se inició en Chile una persecución política y social que buscó acabar con los distintos movimientos, partidos políticos y colectividades que manifestaron su adhesión al gobierno de la Unidad Popular y posterior oposición a la Dictadura. Como parte del Terrorismo de Estado, miles de personas fueron llevadas a diversos centros de tortura, secuestro y exterminio, hechos sistemáticos que dieron cuenta del terror impuesto en el país.

Villa Grimaldi, Londres 38, José Domingo Cañas, la venda Sexy, Tres y Cuatro Álamos, son tristemente conocidos por ser lugares donde se vivieron las más crueles, inhumanas y brutales prácticas de violaciones a los Derechos Humanos por parte del Estado contra sus ciudadanos.

Se estima que, durante los cinco años de funcionamiento del Cuartel Terranova (1973-1978) pasaron por él alrededor de 4.500 personas de diversos orígenes: militantes de izquierda, trabajadores, trabajadoras y estudiantes. Hombres, mujeres y niños, de los cuales 18 fueron ejecutados políticos y 211 permanecen hasta hoy como detenidos desaparecidos.


MILITANCIA POLITICA




  • MAPU (Movimiento de Acción Popular Unitaria)



  • Partido Socialista



  • Partido Comunista



  • Otros





Situación Represiva

  • Ejecutados



  • Detenidos Desaparecidos





Historia







La historia que marca a Villa Grimaldi como centro de secuestro, tortura y exterminio y posteriormente como lugar de memoria, vinculado a las violaciones a los Derechos Humanos perpetradas por agentes del Estado durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), comienza con el 11 de septiembre de 1973.

Un día después del Golpe de Estado, Villa Grimaldi fue allanada por primera vez, y a fines de 1973 se iniciaron las actividades represivas en el lugar, cuando la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), a cargo del Coronel de Ejército Manuel Contreras, adquirió la propiedad, ubicada en Av. José Arrieta 8.200 (actual 8.401), gracias a la presión ejercida hacia su dueño Emilio Vasallo, quién se vio obligado a vender -según la versión de familiares directos- para proteger a su familia.

El objetivo de Contreras era instalar en sus dependencias a la Brigada de Inteligencia Metropolitana (BIM) y constituir el Cuartel Terranova, el que fuera uno de los centros secretos de detención, tortura y desaparición más importantes de la red de recintos de detención conformada por la Dictadura.

El Cuartel Terranova fue más conocido como “Villa Grimaldi”, en alusión al nombre que los anteriores propietarios le habían dado al lugar, a raíz de sus características arquitectónicas y ornamentales.

De acuerdo a los testimonios, por Villa Grimaldi habrían pasado alrededor de 4.500 prisioneros y prisioneras, de los cuales 229 fueron asesinados o se mantienen como detenidos desaparecidos.

En 1978 habría cesado la actividad represiva en el lugar, produciéndose un paulatino abandono que culminó con su desmantelamiento a mediados de la década del 80 y su posterior venta a una sociedad constructora integrada por familiares del último director de la Central Nacional de Informaciones (CNI), Hugo Salas Wenzel, para finalmente ser demolido con el objeto de construir ahí un conjunto habitacional.

Alertado de esta situación, un movimiento ciudadano liderado por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de Peñalolén y La Reina, inició una campaña de denuncia y recuperación de Villa Grimaldi, con el fin de desarrollar ahí un lugar de memoria dedicado al recuerdo y a la promoción de los Derechos Humanos.

Tras la presentación y aprobación de un proyecto de ley en la Cámara de Diputados, llevada por parlamentarios que apoyaron esta demanda de la sociedad civil, el Estado expropia Villa Grimaldi a través del Ministerio de Vivienda.

El lugar se abre por primera vez a la comunidad el día 10 de diciembre de 1994. Y posteriormente se construye el Parque por la Paz, que fue inaugurado en marzo de 1997 permaneciendo, desde esa fecha, abierto a todo público y acogiendo acciones de conmemoración junto a actividades de promoción de una cultura de respeto hacia los Derechos Humanos.


Cuartel Terranova

El Cuartel Terranova, centro secreto de secuestro, tortura y desaparición a cargo de la DINA, se instaló oficialmente en la antigua Villa Grimaldi a partir de 1974, aunque comenzó a operar parcialmente a fines de 1973. Allí funcionaba la Brigada de Inteligencia Metropolitana (BIM), encargada de la represión en la ciudad de Santiago. De esa comandancia dependía la Brigada Caupolicán y la Brigada Purén, cada una compuesta por diferentes grupos operativos con el objetivo de la represión sistemática a los opositores al Régimen, por lo que la infraestructura del lugar contaba con artefactos especialmente dispuestos a distintas formas de tortura para los detenidos. Allí también se mantenía a prisioneros que ya no eran torturados pero que permanecían detenidos a veces por largos períodos a la espera de posibles nuevos interrogatorios o de la decisión sobre su suerte futura. A medida que el número de detenidos fue aumentando, se fueron habilitando lugares para su permanencia, los que aparentemente se encontraban diferenciados según la “calidad” en que se encontraba el detenido. Como otros centros de detención, la vida de los prisioneros al interior de Villa Grimaldi se caracterizaba por extremas condiciones de insalubridad, malos tratos generalizados, alimentación insuficiente y altos niveles de incertidumbre, entre otras condiciones, que producían deterioros notables en la salud de los detenidos. Dentro de la Villa Grimaldi se dispuso de instalaciones especialmente destinadas a la tortura, a través de distintos métodos aplicados por agentes, generalmente conducidos por oficiales, aunque en ocasiones, estos últimos, también manipulaban personalmente los instrumentos de tortura. En algunos casos, durante los interrogatorios, fueran o no con tortura, un funcionario tomaba notas en una máquina de escribir. Al parecer, el destino de los detenidos se determinaba en reuniones de consulta que celebraban los comandantes de grupo junto al comandante de la BIM, información que luego era transmitida a la jefatura de la DINA. La decisión de matar se reflejaba en el traslado del prisionero a la “Torre”, donde ingresaba a un régimen de aislamiento. Las víctimas eran sacadas del recinto durante la noche, en grupos de hasta 20, con objeto de ser eliminadas. Posteriormente la ficha de identidad individual del muerto era extraída de los archivos de la BIM. Por lo general, los detenidos más afortunados de Villa Grimaldi no eran liberados directamente, sino que eran trasladados a Tres Álamos o a Cuatro Álamos, este último operaba como lugar de tránsito, sustituyendo así al Estadio de Chile en estas funciones. Desde sus inicios, el Cuartel Terranova funcionó como un centro secreto y selectivo de secuestro, tortura y desaparición de personas. En forma similar a Terranova funcionaron -considerando sólo Santiago- muchos otros tales como Londres 38 (“Cuartel Yucatán”), José Domingo Cañas (“Cuartel Ollagüe”), Irán 3037 (“Venda Sexy” o “la Discoteque”).


Red de recintos de detención



Según los Informes de Verdad, la red de recintos de detención llegó a contar con 1.156 establecimientos distribuidos a los largo y ancho del país, donde la mayor parte de ellos correspondió a dependencias e instalaciones propias del funcionamiento institucional de las Fuerzas Armadas, Carabineros e Investigaciones; otros se establecieron deliberadamente en sitios e inmuebles que fueron adquiridos (a veces apropiados a la fuerza) para fines de detención y tortura, y que posteriormente en los años previos a la transición democrática, fueron abandonados, traspasados a otros propietarios y a veces destruidos.

La red represiva quedó conformada por el siguiente tipo de recintos, según su actividad, función y grado de conocimiento:

Lugares secretos de detención y tortura: la mayor parte insertos en el funcionamiento normal de la ciudad, por lo cual debían mantener una estricta rutina de simulación hacia el exterior en el intento de no generar sospechas en los vecinos, y mantener así con su carácter “secreto”. En estos lugares, los prisioneros permanecían completamente incomunicados, virtualmente “desaparecidos”, y sometidos a interrogatorios bajo tortura, además de deplorables condiciones de subsistencia.

A los recintos donde se realizaban los interrogatorios propiamente tal y se mantenían recluidos a los prisioneros, hay que agregar clínicas secretas en las cuales se atendían detenidos en estado de gravedad.

Lugares de detención donde no se aplicaba tortura: lugares de espera o tránsito, ya sea hacia otros recintos donde se realizaban interrogatorios y se aplicaba tortura, o bien mientras “acompañaban” a agentes de la represión en actividad de identificación y persecución.

Campamentos de detenidos: también llamados “campos de concentración”, creados en 1973 y que luego se siguieron utilizando, los que muchas veces debieron ampliarse a raíz del aumento de prisioneros. Estos recintos eran de conocimiento público, y muchas veces se permitía el contacto de los prisioneros con el exterior a través de visitas de familiares y abogados.

Recintos de detención pertenecientes a instituciones: por tratarse de dependencias institucionales de carácter público, como comisarías, regimientos, escuelas militares, buques de la armada, etc., existía conocimiento de ellos. Estaban destinados a practicar interrogatorios bajo tortura, y en el caso de los navíos de la Armada, además sirvieron de medio de transporte de prisioneros hacia campos de concentración como Isla Dawson, Pisagua, Isla Quiriquina, entre otros.

En esta tipología, sería necesario añadir algunos casos especiales como el de ciertos hospitales públicos, donde se prestaba asistencia complementaria a la actividad represiva, cuando se trataba de atender a prisioneros en estado grave.

Cárceles y penitenciarías: en ellas se encontraban prisioneros sometidos a procesos y condenados. En casi todas las regiones existió una cárcel que mantuvo presos políticos. Por lo general en estos recintos no se practicaban interrogatorios y tortura, aunque hubo excepciones.

Recintos para el funcionamiento interno de los servicios de inteligencia: destinados a actividades administrativas, habitacionales y de entrenamiento de los agentes. Aunque en ellos no se efectuaban interrogatorios y tortura, en casos excepcionales ello sí ocurrió e incluso se cometieron asesinatos.
Posteriormente a 1978, la mayor parte de los recintos descritos, cesaron su actividad represiva, y hubo una mayor concentración en actividades de inteligencia, con lo cual muchos de los lugares que habían sido apropiados por el Estado a privados y utilizados para fines represivos, iniciaron un lento camino hacia la desaparición.


Recuperación Villa Grimaldi


La actividad represiva en el Cuartel Terranova habría cesado hacia 1978, luego el lugar fue abandonado y desmantelado paulatinamente, hasta que en 1987 el último director de la Central Nacional de Informaciones (CNI), Hugo Salas Wenzel, vendió la propiedad a la Sociedad Constructora EGTP Ltda., integrada por familiares directos.

Posteriormente y con el objeto de construir un conjunto habitacional, la constructora solicitó un permiso de demolición ante la Dirección de Obras de la Ilustre Municipalidad de Peñalolén, el cual fue concedido, iniciándose las faenas de demolición de las instalaciones de Villa Grimaldi.

Sin embargo, vecinos de la comuna de Peñalolén tomaron conocimiento de esta situación y alertaron a las organizaciones de base, parroquias, juntas de vecinos, organismos de Derechos Humanos, entre otros.

De este modo, se formó la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de Peñalolén y La Reina con el fin de detener el “borramiento” definitivo de Villa Grimaldi. Junto a ex detenidos de Villa Grimaldi, familiares y amigos de detenidos desaparecidos y ejecutados del lugar, la Asamblea inició una campaña pública para recuperar el ex centro de detención, concitando el apoyo y compromiso de parlamentarios y concejales, demandando a la vez la intervención del Estado.

Finalmente el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, a través de la aprobación de un decreto ley presentado por diputados comprometidos con la recuperación de este sitio, accedió a expropiarlo, tras lo cual se abren sus puertas a la ciudadanía, el 10 de diciembre de 1994. Luego de su apertura, se decidió construir un parque que sirviera como lugar de recuerdo, reflexión y promoción de los Derechos Humanos, destacando la vida y la paz en lo que había sido un lugar de muerte y sufrimiento.

Así, el 22 de marzo de 1997 fue inaugurado el Parque por la Paz Villa Grimaldi, que desde entonces mantiene sus puertas abiertas a la comunidad. Su propósito es que las personas que deseen recordar a familiares y amigos que pasaron por Villa Grimaldi puedan contar con un lugar de encuentro y recogimiento, así también ofrecer un espacio de reflexión para quienes se interesen en conocer más sobre el terrorismo de Estado ejercido por la Dictadura, entregar recursos pedagógicos para quienes se interesan en la educación en Derechos Humanos y especialmente ser un referente para las nuevas generaciones.




Plano centro de detención

“La Torre”: torre que sustentaba un depósito de agua que proveía de riego al lugar. En su interior se construyeron pequeñas celdas de 70 x 70 centímetros de largo y 2 metros de alto aproximadamente, con una puerta pequeña en la parte baja que obligaba a entrar gateando. Cada celda mantenía hasta cuatro prisioneros en un régimen de encierro permanente. La Torre disponía también de una sala de torturas. Aparentemente las personas llevadas allí, eran detenidos de cierta relevancia que habían terminado su etapa de interrogatorios intensos. A muchos de quienes permanecieron en La Torre no se les volvió a ver.

“Casas Chile”: construcciones de madera destinadas al aislamiento individual, que consistían en secciones verticales similares a closets donde el detenido debía permanecer de pie, a oscuras, durante varios días. Sin embargo, en la mayoría de las veces eran ocupadas por tres o más prisioneros.

“Casas Corvi”: pequeñas piezas de madera construidas en el interior de una pieza mayor. Aparentemente era el lugar donde permanecían los detenidos que estaban siendo sometidos al régimen mas intenso de interrogatorios y torturas.


La “parrilla”: esta era la forma más habitual de tortura. Consistía en un catre de metal sobre el que se amarraba desnudo al detenido para proceder a aplicarle descargas de corriente eléctrica sobre distintas partes del cuerpo, especialmente aquellas más sensibles como labios o genitales y aun sobre heridas o prótesis metálicas. Una modalidad particularmente cruel de este método consistía en la utilización de un camarote metálico de dos pisos; como modo de presión y debilitamiento psicológico, se colocaba al interrogado en la cama inferior y en la superior se torturaba a un familiar o un amigo.

“Colgamientos”: la víctima era colgada de una barra ya sea por las muñecas o por muñecas y rodillas. En ambos casos, al dolor producido por el peso del cuerpo colgado por largo tiempo se sumaba la aplicación de corriente eléctrica, golpes, heridas cortantes y vejámenes.

“Submarino húmedo”: hundimiento de la cabeza en un recipiente con agua, generalmente sucia o con otro tipo de líquido; la cabeza era mantenida sumergida hasta un punto cercano a la asfixia. Similar efecto se conseguía mediante el llamado “submarino seco”, que consistía en la colocación de una bolsa plástica en la cabeza de la persona impidiendo la entrada del aire, también hasta un punto cercano a la asfixia.

A los métodos de tortura descritos, se sumaban otras prácticas habituales de tortura y malos tratos: golpes de todo tipo, algunos tan violentos que lograban provocar graves lesiones físicas, o golpes imprevistos dados a una persona con la vista vendada. Las violaciones y vejaciones a mujeres y hombres delante de sus esposos, padres y compañeros era una forma habitual de tortura, ejerciendo incluso la tortura y la violación con perros amaestrados.

Villa Grimaldi mantenía una actividad permanente, prácticamente sin interrupciones. Los equipos operativos entraban y salían del lugar las veinticuatro horas del día, se traía a detenidos en cualquier momento y se torturaba a toda hora. Al interior de Villa Grimaldi se daba un ambiente de degradación generalizada. Además de las torturas durante los interrogatorios, tanto los oficiales como los demás agentes operativos y algunos guardias vejaban y golpeaban permanentemente a los detenidos.


Torturadores

A continuación, el listado de los torturadores de más

alto rango en el Cuartel Terranova:


Barriga Muñoz Germán Jorge
Coronel, a su cargo la represión contra el Partido Socialista.

Espinoza Pedro
Brigadier (R), jefe de operaciones y fiscalizador del centro de detención Villa Grimaldi.

Fieldhouse Chávez Eugenio
Oficial de la DINA, reemplazaba a Rolf Wenderoth.

Krassnoff Marchenko Miguel
Oficial de Inteligencia, encargado de la Brigada Águila y en Villa Grimaldi la represión al MIR.

Labbé Cristián
Coronel DINA, instructor de los nuevos agentes. Actual alcalde de la Comuna de Providencia.

Latorre Sánchez Haroldo
Coronel en retiro de Ejército, acusado de la detención y desaparición de José Flores Araya.

Lauriani Maturana Fernando
Teniente.

Manzo Durán Orlando José
Jefe de Tres Álamos, lugar de transición entre Villa Grimaldi y Cuatro Álamos.

Mena Salinas Odlanier Rafael
General del Ejército. Primer jefe de la Central de Informaciones CNI.

Moren Brito Marcelo
“El Coronta”, “El Ronco”, Comandante de Villa Grimaldi y de la Brigada Caupolicán.

Moreno Marcelo Luis Manuel
Comandante.

Olderock Ingrid
Mayor de Carabineros, DINA, CNI. Participación en la aplicación de aterradoras torturas.

Órdenes María Gabriela
Agente DINA.

Osorio María Teresa
Agente DINA. Participación en aterradoras sesiones de tortura.

Provis Carrasco Manuel José
Perteneció a la Brigada Caupolicán.

Ramos Hernández Rosa Humilde
Agente DINA. Participación en aterradoras sesiones de tortura.

Romo Osvaldo
Conocido como el Comandante Raúl. Participación permanente en aterradoras sesiones de tortura.

Rubilar Ocampo Jaime
Suboficial Agente de la DINA y CNI.

Urrich González Gerardo Ernesto

Wenderoth Pozo Rolf

Zapata Basclay Troglo




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