sábado, 26 de diciembre de 2009

Los cohetes y explosivos, las Fiestas de Fin de Año y mi abuelo que se murió sin que yo lo conocí


En algunos lugares de MEXICO
se han prohibido los "cohetes"
no tanto por el ruido.
Se han incendiado y explotado
barrios completos, con muchos heridos
y muertes.







NAVIDADES, AÑO NUEVO Y LA FLIA.RABOTNICOFF en Argentina.

"En algunos lugares de MEXICO se han prohibido los "cohetes"
no tanto por el ruido.
Se han incendiado y explotado barrios completos, con muchos

heridos y muertes."



Se acercan las grandes Fiestas de Fin del 2009 y principio del Año 2010:


24 DE NOVIEMBRE: "NOCHEBUENA"
25 DE DICIEMBRE: NAVIDAD (EL NACIMIENTO DE JESUS EL CRISTO)
31 DE DICIEMBRE: FIN DE AÑO EN LA CULTURA OCCIDENTAL
1 DE ENERO: CIRCUNCISION DEL NIÑO JESUS CRISTO, DE ACUERDO AL RITO HEBREO.( AL OCTAVO DE SU NACIMIENTO).

PRIMER DIA DEL NUEVO AÑO, ESPECIALMENTE EN EL MUNDO OCCIDENTAL


5 DE FEBRERO: " VISPERA DEL DIA DE LOS REYES MAGOS", QUE
VINIERON DE ORIENTE MONTADOS EN CAMELLOS Y LLEGARON A BELEN
TRAYENDO REGALOS AL RECIEN NACIDO JESUS...


En muchos países se festeja con "Cohetes ",cañas voladoras, petardos, 'rompe-portones' ( que en forma casera se preparaban en mi infancia con bulones y tuercas conteniendo como materiales explosivos mezclas de azufre y potasio en polvo, que al ser estrellados contra paredes, portones de galpones o el mismo empedrado de las viejas calles de hace 50-60 años, producian un terrible estruendo, que asustaba incluso al que lo disparó), 'estrellitas" ,otros explosivos, luces multicolores, música , etc.

Todos los años, para estas fiestas en la República Argentina, cientos de heridos, con quemaduras en distintas partes del cuerpo, chicos y jovenes que pierden la vista en uno o los dos ojos, son el resultado de esta primitiva forma de expresar alegría por las Fiestas de Fin de Año.

Para no ir mas lejos, les cuento mi anecdota personal. Corría el año 1925 en la ciudad de Rosario, Argentina, fin de año, verano tórrido y húmedo, como corresponde a esa fecha del verano rosarino. Ya había anochecido, pero aún no era medianoche.
Se escuchaban estruendos de explosiones, en casas vecinas o en calles de la zona...La gente festejaba de esa manera, las fiestas navideñas y de fin de año....
En esa epoca no existían aparatos acondicionadores de aire, como en nuestra moderna era. Muy posiblemente tampoco había ventiladores, que tal vez no se habían inventado, o que de haberlos,solamente existían en viviendas de gente con buenos ingresos.

Los habitantes de escasos recursos, y tambien muchos de mejor nivel de vida, trataban de pasar esas noches calurosas y húmedas, plagadas de mosquitos gigantes que enloquecian a todos,sin distinción de clases o recursos...

La mejor solución era dormir en los patios, sobre improvisadas camas o 'catres', tal vez en el suelo, sobre algun colchón arrastrado desde el dormitorio, o sobre una colcha vieja extendida en el patio, alguna frazada encima y finalmente, una sábana.

Otros, preferían abrir las ventanas, sobre todo las que daban a la calle y dejar abierta la puerta del dormitorio, a fin de disfrutar de alguna posible - en realidad ,casi imposible- brisa que viniera desde el no muy cercano río Paraná que rodea a esa hermosa ciudad, la mas grande del litoral argentino.

Mi madre, que era una niña de 9 años, se había quedado ligeramente dormida en la cama de sus padres, mientras que su mamá terminaba de limpiar los platos, cacerolas , vasos y utensillos de la cena, en la cercana habitación -cocina de la casa.
Mi abuelo materno, a quien nunca conocí, se dispuso a dormir en su cama matrimonial, en la modesta casa de esa ciudad, que alquilaba con esfuerzo. Abrió la ventana de su dormitorio que daba a la vereda de la calle donde la casa estaba afincada. Se recostó al lado de su hija - la niña-mi madre- que se despertó y ambos miraban pasar las cañitas voladoras que cruzaban el aire rumbo al cielo, mientras que los estruendos de cohetes y 'rompeportones' estremecían la noche veraniega.

De pronto, una bala perdida, que habia sido disparada en algún lugar desde algúnórevolver, posiblemente en dirección al estrellado cielo, entró
imprevistamente por el hueco que el marco de la ventana ofrecía.


La bala perdida se incrustó en una de las piernas de mi abuelo, quien se retorció de dolor y sus lamentaciones llegaron a la cocina, donde su esposa - mi abuela, estaba terminando sus tareas caseras de la noche.
Mi mamó, con sus escasos 9 años rompió en llanto, mientras gritaba pidiendo ayuda.

No se exactamente quien y como traslado a mi abuelo al Hospital Público más cercano.Allí quedo internado y debió ser operado de esa pierna herida, que fue amputada luego por temor a una gangrena.
Hablamos de 1925, alla lejos y hace tiempo...


El abuelo nunca se recuperó.

Empezó a usar un par de muletas, mientras hacía equilibrio con una sola pierna para desplazarse y no caerse. A los pocos meses falleció, no se si de tristeza o de algún infarto al miocardio.Nunca lo supe.Nadie lo sabe.


Y asi terminó su corta vida a los 49 años, mi abuelo Yaacov Rabotnicoff. Oriundo de una pequeña aldea( cercana al pueblo de Bereznehuavate,en la Provincia de Gerson en la Ucrania dominada por el Imperio Ruso de los Zares) ,había logrado sobrevivir al clima frío aterrador de esa zona.

Había sobrevivido al Regimen Zarista opresor y antisemita y a los cosacos ucranianos antijudíos. Había engendrado una familia amplia y solidaria, allá lejos. El vislumbró la posibilidad de una vida mejor y en plena libertad , cruzó países europeos, se embarcó en tercera Clase en algún Barco medio oxidado que lo trajo a las costas de Buenos Aires, en la Promisoria República Argentina, a principios del 1900.


Lic. Jose Pivín

frente al puerto de Haifa

frente al Mar Mediterráneo.


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