"CAMINOS PARA LA PAZ "
Literatura israelí y árabe en castellano
por Ignacio López-Calvo
Pocos conflictos internacionales han recibido tanta atención de la prensa internacional y han durado tanto tiempo en el subconsciente colectivo de la comunidad internacional como la incesante lucha armada entre isralíes y palestinos. Con esto en mente, un colega de la Universidad de California, Merced, Cristián Ricci, y yo pusimos en marcha un proyecto con el título provisional de Unidos por un idioma,con la idea de editar una colección de
textos escritos en castellano por autores isr-elíes y árabes. Nuestra intención era que la mayoría de las contribuciones, si no todas,trataran de algún modo el tema del desencuentro entre árabes e israelíes en Oriente Medio, para así ofrecer una vía alternativa de diálogo, la literatura, que quedara lo más lejos posible de un debate político que hasta ahora parece haber sofocado el verdadero avance hacia la paz. La idea, dicho sea depaso, nació inspirada en la escuela de música para niños palestinos e israelíes que crearon el director de orquesta argentino Daniel Baremboim y el difunto académico y ensayista palestino Edward Said. En este caso, ha de ser la lengua, en lugar de la música, el punto de partida que una a dos mundos enfrentados desde hace más de medio siglo. Una de las especialidades de Cristián es la literatura marroquí en castellano y una de las mías, la literatura judía de Latinoamérica. Sin embargo, nuestra postura ha sido desde el comienzo de absoluta neutralidad.La publicación de anuncios en varias páginas web y revistas académicas en las que solicitábamos contribuciones para la colección atrajo respuestas de variado pelaje. Los unos se negaban a participar porque el proyecto les parecía “inútil y demasiado utópico”; los otros esperaban una buena paga; otros enviaron textos demasiado incendiarios y sin la más mínima intención de abrir puertas al diálogo y al intercambio de ideas, a ver la postura del otro. Que esperen sentados. No era ése el tipo de contribuciones que andábamos buscando.Otros autores, en cambio, enviaron contribuciones, algunas de excelente calidad,en las que quedaba claro desde ambos bandos lo que esperábamos hallar: que apesar de la incredulidad, la desesperación y la rabia, entre líneas, y a menudo abiertamente, se descifraba el deseo común de un futuro de paz y fraternidad. Según nos con-fesaron varios escritores de origen argentino, chileno y mexicano, ellos veían en esta colección una oportunidad para regresar al hogar común del idioma. Otros correos,aunque no incluyeran texto alguno para la colección, simplemente nos felicitaban por la idea y nos deseaban suerte amablemente.
La verdad sea dicha, en un principio quedamos algo decepcionados, pues las
contribuciones del lado israelí eran mucho más numerosas que las del lado árabe, apesar de nuestros constantes esfuerzos por conseguir un equilibrio en cuanto al númerode autores de uno y otro “bando”, si se puede usar ese término tan feo. Afortuna-damente, gota a gota empezaron a llegar con lo que
—ya pasada la fecha límite quehabíamos anunciado— se va logrando darle
más coherencia y sentido a la antología. Lo inesperado, sin embargo, fue que un autor palestino (cuyo nombre prometimos no mencionar) decidió retirar su contribucióntras recibir amenazas de muerte —según dice— por parte de los propios colegas a los que había hablado del proyecto. A pesar de la decepción que ello supuso, nos pareció un excelente ejemplo del potencial creativo del proyecto y de las ideas en general, por utópicas e ilusas que pueda parecer. De momento, aun cuando nos hallamos todavía en el proceso de seleccionar los mejores textos, la futura antología ha producido ya resultados muy positivos, tales como el nacimiento de una amistad entre
una novelista israelí y un poeta palestino que por ahora aspiran al simple placer de poderse tomar un café juntos el bendito día en que se levanten
las barreras y el establecimiento de fructuosos contactos entre dos logias
masónicas. Por lo visto, la literatura no es tan inútil como piensan algunos…
Después de meses de intercambio de información, contamos ya con veintiséis autores de Israel y trece árabes (sin duda a causa de que la condición era que escribieran en castellano, la mayoría de ellos marroquíes;
sólo uno de ellos es palestino).
Lamentablemente, muchos de los que nos enviaron sus textos y nos animaron a seguir adelante no aparecerán seleccionados ni mencionados
por nombre en la antología; sería demasiado prolijo. No obstante, desde
aquí les damos las gracias más sinceras por su generosidad. En cualquier caso, he aquí treinta y nueve textos más o menos polémicos y de varios géneros; treinta y nueve autores; hombres y mujeres de varias generaciones;
todos ellos dispuestos a dialogar, si bien indirectamente, por medio de la
literatura y la creatividad. Quizá sea este el paso a algún congreso
internacional, a otras publicaciones, a libros de crítica literaria... quién sabe, quizá para la paz. Nuestro sueño se va cumpliendo: que sea éste sea el primer paso de uno de los muchos caminos que se podrían abrir en vistas al
diálogo para la esperanza. Como dice el proverbio chino, hasta el camino más largo empieza con un solo paso. Y, como decía Gandhi, la diferencia entre lo que hacemos y lo que podríamos hacer sería la solución a la mayoría
de los problemas del mundo; en efecto, en el campo académico, no se hace
lo suficiente.
* Ignacio López-Calvo publicó recientemente God and Trujillo: Literacy and Cultural Representations of the Dominican Dictador, y es profesor en el Departamento de Lenguas Extranjeras en University of North Texas .
fuente:
http://www.revistacontratiempo.com/anteriores/contratiempo%2030.pdf.
NOTA DEL EDITOR:
Junto a otras/os escritores y poetas, tres de mis poesias fueron seleccionadas e incluidas en este libro.
Jose Pivín
frente al puerto de Haifa
frente al mar Mediterraneo
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