viernes, 1 de febrero de 2008

LO QUE DARWIN ESCRIBIÓ SOBRE LOS ARGENTINOS DESPUÉS DE SEIS MESES DE ESTANCIA EN ESE PAÍS

Por Adrián Paenza

En este apasionado viaje por distintos lugares de la vida, quiero recuperar un texto del científico inglés Charles Darwin, quien con su teoría sobre la evolución y la selección natural cambió la historia de la humanidad para siempre.

Darwin estuvo mucho tiempo en la Argentina. Desde 1831 a 1836 viajó como naturalista a bordo de la nave inglesa ' H.M.S. Beagle'.

En realidad, Darwin formaba parte de una expedición que pretendía dar la vuelta al mundo en barco.Después de leer el texto que escribió en 1833, se darán cuenta de que muchas de las cosas que nos pasan a los argentinos tienen un origen más antiguo del que nosotros mismos creemos.

Siempre existe la tentación de creer que todo tiempo pasado fue mejor. Bien. Puede ser que haya habido momentos del pasado que fueran mejores.

Pero seguro que yo también puedo mencionar momentos actuales que son mejores que los del pasado. En todo caso, lea el comentario que hizo sobre los argentinos en 1833. Y después, lo invito a un minuto de reflexión.

Extractos de una nota publicada en Ciencia Hoy, Volumen 6, Nº 31. Revista de Divulgación Científica y Tecnológica de la Asociación Ciencia Hoy .

'Durante los últimos seis meses, he tenido lo oportunidad de apreciar en algo la manera de ser de los habitantes de estas provincias [del Plata].

Los gauchos u hombres de campo son muy superiores a los que residen en las ciudades. El gaucho es invariablemente muy servicial, cortés y hospitalario. No me he encontrado con un solo ejemplo de falta de cortesía u hospitalidad. Es modesto, se respeta y respeta al país, pero es también un personaje con energía y audacia.

La policía y la justicia son completamente ineficientes. Si un hombre comete un asesinato y debe ser aprehendido, quizá pueda ser encarcelado o incluso fusilado; pero si es rico y tiene amigos en los cuales confiar, nada pasará.

Es curioso constatar que las personas más respetables invariablemente ayudan a escapar a un asesino. Parecen creer que el individuo cometió un delito que afecta al gobierno y no a la sociedad.

(Un viajero no tiene otra protección que sus armas, y es el hábito constante de llevarlas lo que principalmente impide que haya más robos.)

Las clases más altas y educadas que viven en las ciudades cometen muchos otros crímenes, pero carecen de las virtudes del carácter del gaucho. Se trata de personas sensuales y disolutas que se mofan de toda religión y practican las corrupciones más groseras; su falta de principios es completa.

Teniendo la oportunidad, no defraudar a un amigo es considerado un acto de debilidad; decir la verdad en circunstancias en que convendría haber mentido sería una infantil simpleza.

El concepto de honor no se comprende; ni éste, ni sentimientos generosos, resabios de caballerosidad, lograron sobrevivir el largo pasaje del Atlántico. Si hubiese leído estas opiniones hace un año, me hubiese acusado de intolerancia: ahora no lo hago.

Todo el que tiene una buena oportunidad de juzgar piensa lo mismo.En la Sala de Buenos Aires no creo que haya seis hombres cuya honestidad y principios pudiesen ser de confiar.

Todo funcionario público es sobornable. El jefe de Correos vende moneda falsificada. El gobernador y el primer ministro saquean abiertamente las arcas públicas.

No se puede esperar justicia si hay oro de por medio. Conozco un hombre (tenía buenas razones para hacerlo) que se presentó al juez y dijo: 'Le doy doscientos pesos si arresta a tal persona ilegalmente; mi abogado me aconsejó dar este paso'.

El juez sonrió en asentimiento y agradeció; antes de la noche, el hombre estaba preso. Con esta extrema carencia de principios entre los dirigentes, y con el país plagado de funcionarios violentos y mal pagos, tienen, sin embargo, la esperanza de que el gobierno democrático perdure.

En mi opinión, antes de muchos años temblarán bajo la mano férrea de algún dictador. 29 de noviembre al 4 de diciembre de 1833)

Los textos son de Charles Darwin's Diary of the Voyage of ' H.M.S. Beagle'. Edited from the MS by Nora Barlow, 1933, Cambridge University Press, pp. 197-200. Traducción Ciencia Hoy.

¿no es maravilloso encontrarse con escritos de una persona que casi dos siglos atrás describió lo que nos pasa hoy? ¿Cuál fue entonces el tiempo pasado en el que todo fue mejor? ¿No era, acaso, que la corrupción era producto de la era de la globalización y de fines del siglo XX?

¿No era verdad que los héroes vivían en esas épocas? Obviamente, no creo tampoco que todo tiempo pasado haya sido peor. Sólo propongo no creer que porque uno no lo vivió, fue mejor.

Algo así como que cuando una persona se muere, pasa a ser intachable e impoluta. Somos, ni más ni menos, que un conjunto de miserias y virtudes. En todo caso, un promedio de ellas.

A algunas personas, la 'agujita' les marca un poco más arriba. Y a otras, más abajo. La gran mayoría vive (vivimos) en un término medio.

Y sólo unos muy privilegiados o depravados tienen la posibilidad de escaparse de la media, tanto sea por la mayor excelencia o por la perversión de sus actos.

Somos, en todo caso, humanos. Y peleamos por una sociedad mejor, más generosa, solidaria y con una mejor repartición de la riqueza. Ese sería un buen paso.

Más allá de la revolución científica, este siglo debería estar marcado por haber logrado una distribución más equitativa de la riqueza material, pero también de la intelectual.

Ése es el desafío .


Adrián Paenza

Adrián Paenza tenía 17 años y ya cursaba en la Facultad de Ciencias Exactas, porque había ingresado a los 14 (comenzó el segundo grado a los 5 años). A los 14, mientras terminaba quinto año, preparaba el ingreso a la facultad de Ciencias Exactas.
Es Licenciado en Ciencias Matemáticas y Doctor en Ciencias Matemáticas, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. Allí dicta Análisis, Cálculo, Álgebra y Análisis Complejo, entre otras materias. Entre sus cargos docentes, públicos y privados se encuentran el de Profesor Adjunto Regular del Deparatmento de Matemáticas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, entre 1979 y 1986; y Profesor Asociado Regular del Departamento de Matemáticas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, entre 1986 y 1997. Publicó la Tesis doctoral: "Propiedades de Corrientes Residuales en el caso de intersecciones no completas", de 1979.
Comenzó como periodista deportivo en 1966, con José María Muñoz en la Oral Deportiva. Hasta hace pocos meses trabajabó con Jorge Lanata en "Detrás de las Noticias".
Entrevista del MesExclusiva de Contexto Educativo
P: Prof. Paenza, en reiteradas ocasiones ud. ha sido muy crítico de la forma en que la matemática es enseñada en la escuela. ¿Podría resumir su posición para nosotros?
A.P.: Más allá de mi opinión acerca de la metodología para enseñar matemática y de los temas elegidos, hay un hecho contundente: haga una prueba con los jóvenes del colegio secundario, por ejemplo. Si tienen que rendir más de dos materias en diciembre o en marzo, seguro que ‘una’ es matemática. ¿Por qué? ¿Qué es lo que sucede para que los chicos tengan tantos problemas?, ¿qué distingue a la matemática de las otras materias? El problema mayor reside en que nosotros, los docentes, damos respuestas a preguntas que los estudiantes no se hicieron. Es muy aburrido tener que escuchar a alguien que nos de soluciones a problemas que nosotros no tenemos. Peor aún: no queda claro, siquiera, a quién pueden serle útiles tales respuestas. La tarea de un docente debería estar fuertemente cuestionada si sólo sirve para dar respuestas. Es más: creo que la tarea de un buen docente es generar preguntas. Una vez que el alumno entendió que ‘tiene un problema’, que hay algo que puede ser de su interés... si uno ha logrado pulsar la cuerda adecuada, entonces, buscar la respuesta es algo que surgirá naturalmente en la persona que tenga la dificultad: buscará la solución solo, la pensará solo o con otro grupo de jóvenes, la leerá en un libro, la consultará con un profesor, con un padre o con un amigo. No importa. El hecho esencial ya quedó instalado: hay algo para resolver, hay alguna curiosidad para saciar. Desde ese lugar es que creo que la matemática ocupa un lugar en la vida de las personas, que está totalmente alejada de los problemas que podría ayudar a resolver.
P: En este tiempo de avance tecnológico, y cuando se insiste tanto en la tecnificación de la escuela primaria y secundaria, ¿siente ud. que en las cirunstancias actuales la computadora entrará en terreno fértil y que el nivel de la matemática a nivel escolar puede mejorar por esa causa?
A.P.: La computadora no sólo entrará en terreno fértil (como proponen ustedes), sino que ya ha entrado hace mucho tiempo. En los países desarrollados, esta pregunta casi no tendría sentido siquiera plantearla. No hay manera de evitar el uso de una computadora, ya no sólo para el aprendizaje de la matemática, sino de cualquier otra ciencia. A esta altura del desarrollo del ser humano, no poder usar una computadora sería equivalente a tener que estudiar sin tener libros.
P: En su opinión, las deficiencias en la formación científica en la escuela son debidas a mala formación de los docentes, a un defecto estructural de la currícula o a otro tipo de causas?
A.P.: No creo que esté unívocamente determinada. Es una combinación de un grupo de factores; pero, esencialmente, el problema es -primero- presupuestario (ya que a quienes nos gobiernan, la educación no les interesa...) Sí, lisa y llanamente... no les interesa... no es un tema prioritario... Después, si los docentes estuvieran bien preparados para serlo, tendrían una formación que hoy no tienen. Y por último, los programas no pueden ser estáticos, porque los problemas que se estudian hoy son los mismos que había hace 50 años. Y no hace falta que diga lo que ha significado este medio siglo en avances de todo tipo como para seguir estudiando con los mismos programas, virtualmente.
P: En varias oportunidades ha sugerido ud. la necesidad de cambiar la escuela primaria. ¿Cuál es su idea en torno a cómo debiera estar estructurada esta etapa de la educación?
A.P.: Primero, creo que no todos los chicos, por haber cumplido (o estar por cumplir) los 6 años, están en igualdad de condiciones. La edad cronológica no necesariamente asegura igualdad de preparación, madurez y predisposición. Por otro lado, hay ciertas cosas que los chicos tendrían que hacer a los 6 años que difiere mucho de lo que hoy propone la escuela. Los chiquitos deberían estudiar un conjunto básico de cosas (digamos, escribir, leer, usar una computadora, una educación bilingüe... etc)... pero además, deberían ser estimulados en música, deporte, pintura... o quizás, debería decir para ser más abarcativo, en las artes. Es esa la época en donde se producen las grandes inscripciones para el futuro... y es el momento en el que más cuidadosos deberíamos ser... ofreciéndole a cada uno, la alternativa de poder descubrir cuál es su facilidad, su habilidad o bien qué es lo que lo emociona más. Por eso, la tarea de la escuela en esos momentos en donde se moldea mucho de lo que seguirá en la vida de cada uno, debería estar a cargo de los mejores docentes, educadores y profesionales que deberíamos capacitar.
P: Es conocido por todos el divorcio que existe entre escuela y universidad, en términos formativos, y año a año asistimos a un sinnúmero de estudiantes que fracasan en su ingreso a los claustros por mala preparación. ¿Considera ud. que la Reforma Educativa ha mejorado la situación, la ha empeorado, o no ha ejercido ninguna influencia sobre ella?
A.P.: No puedo opinar sobre eso, porque no tengo los datos para hacerlo.
P: Como crítico de la política nacional, ¿qué responsabilidad atribuye al sector dirigente en el estado actual de la Educación, en todos sus niveles?A.P.: Total. Hay un divorcio muy fuerte entre lo que propone la clase dirigente argentina (que en realidad, no propone nada, porque como dije más arriba, no tiene interés en la educación) y las necesidades de un país para ser mejor. De manera tal, que en la medida que no se junten la necesidad con la acción, seguiremos desamparados y dependiendo sólo de esfuerzos individuales (ciertamente valiosos), pero ciclópeos y no necesariamente eficientes.

fuente:
http://contexto-educativo.com.ar/2001/6/paenza.htm

No hay comentarios: