viernes, 4 de mayo de 2012

MEXICO, POLITICA,TV Azteca , Y LAS PROXIMAS ELECCIONES: Ricardo Salinas Pliego, el hombre al que temen los presidenciables


Por Miguel Ángel Castillo |

Corte de Caja

Por algo les llaman poderes fácticos. Era un secreto a voces, pero en una semana se destapó e hizo patente quién detenta un poder que le hace perder las formas para mostrarse tal como es. La negativa de TV Azteca a transmitir el debate de los presidenciables y los comentarios tuiteros de su propietario dejó atrás la simulación para llamarle al pan, pan y al vino, vino.

Ricardo Salinas Pliego no hizo otra cosa que decir, no con todas su letras pero sí dejándolo claro, que no prestaría su señal por convenirle más pasar un partido de futbol . Es decir, puso por encima el show business hacienda gala de una sencilla razón: porque quiere y porque puede.

Fue una demostración de músculo que evidenció que a las televisoras el que se la hace se la paga, y al IFE y algunos partidos se la tenían guardada. Desde que se quedaron sin la jugosa fuente de la abundacia que significaban las campañas y los spots, esperaban un momento así para frotarse las manos de gusto en señal de revancha.

Porque efectivamente, no hay un fundamento legal, ni uno solo, que obligue a las cadenas de TV abierta concesionadas a transmitir en cadena nacional un encuentro que desde su nombre mismo ya suena desangelado y prometedor de escaso rating.

Lo curioso es que ninguno de los candidatos se pronunció con fuerza sobre este asunto. O mejor dicho, nadie se aventó al ruedo para enfrentar a Ricardo Salinas Pliego. Unos le dieron vuelta, otros matizaron sus críticas, pero nadie se refirió siquiera a su nombre.

Aduciendo a la libertad de elección Gabriel Quadri se quiso ver salomónico y se pronunció por transmitir debate y futbol; Vázquez Mota apenas si abrió la boca y casi ruega que por lo menos los pasen como espectáculo de medio tiempo.

Peña Nieto no extrañó a nadie cuando dijo que por ningún motivo se debía obligar a las televisoras a proyectar su imagen en cada rincón del país. Sólo le faltó decir que la mejor opción era pasarlo en lugar de la hora nacional.

Y López Obrador, que tanto critica y despotrica contra ese cerco informativo del que se dice víctima, que no duda en ponerle nombre a Televisa como el causante de todos sus males, hasta puso en duda que el mandamás del Ajusco hubiera dicho que si querían debate, lo vieran por otro lado. Ahí sí se midió y prefirió generalizar la situación.

Ricardo Salinas se convirtió en el innombrable para todos los candidatos a la Presidencia. Seguro dirán que no es miedo, sino mera precaución.

Lo cierto es que este domingo será una prueba de fuego para todos aquellos que exigen se privilegie al ejercicio serio y equitativo de la información electoral por sobre el nicho del entretenimiento. Si las cifras de audiencia favorecen al Tigres-Monarcas y a Los Pequeños Gigantes sólo se demostrará que ponemos el grito en el cielo de dientes para fuera, por no dejar, por pura pose y vernos ‘IN’, porque lo nuestro, lo nuestro, es la chabacanería ciudadana.


Enrique Peña Nieto se ha convertido en el ‘rompe debates’ por excelencia. Primero fue el que intentó la cadena MVS y después le tocó a Milenio. Y todo porque Josefina, sin él, no puede vivir. Por cada lugar del que se retira el candidato priista le sigue la aspirante blanquiazul, porque ella lo que quiere es romperle su mandarina en gajos, pero le ha resultado más escurridizo que un palo encebado. Peña Nieto no se cansa de decir que le encanta debatir, que no le saca y jamás se raja. Claro, eso se puede hacer siempre y cuando jamás hayas dicho que sí aceptas algo. Pero este domingo podría romper también las quinielas si nos muestra por primera vez su lucidez oratoria y sus rápidas reacciones para darle una paliza a sus adversarios. Porque todas las apuestas le tiran a que el hombre que hace del gel su distintivo no saldrá vencedor en esa mini contienda. No toman en cuenta que con el simple hecho de que salga, ya puede darse por bien servido. A menos, claro, que quiera lucir chapitas como su compadre Eruviel.


Josefina Vázquez Mota ya va sacando su campaña, pero de la contienda. De un segundo lugar con el que inició el proceso ahora muchas de las encuestas la ponen, cuando no en empate técnico con AMLO, en un tercer lugar que va directito a alcanzar a Gabriel Quadri para pelearle el último puesto. Y es que ni las referencias históricas le hacen mucho favor. Ahora que pisó Querétaro enseguida le endigaron el nombre de la nueva ‘Corregidora’, un tanto por la coincidencia fonética en su nombre, pero más por hacerla ver como heroína. Alguien debería decirle que si bien pasó a la historia, al grupo al que pertenecía doña Josefa no le fue muy bien y terminó con sus cabezas exhibidas allá en Guanajuato, desde donde, curiosamente, hay alguien cuyo nombre no diremos pero se llama Vicente, que nomás le faltó enseñar la factura de los acarreados que dice van a todos los mítines de Josefina. Lo bueno es que es su candidata. Todo indica que es amor apache: le pega porque la quiere.


Sólo era cuestión de tiempo para que los tintes de omnipotencia que han caracterizado a Andrés Manuel López Obrador salieran a la luz. Más claro ni el agua: quien no vote por él, es por puro masoquismo, porque le gusta sufrir y no de a gratis. Hay que recordarle que para eso se necesitan sádicos y nunca ha faltado un roto para un descosido. Por eso no sorprende el síndrome de Estocolmo de varios ex perredistas que ahora apoyan a Peña Nieto, entre ellos Rosario Robles, Ruth Zavaleta y René Arce. Todos se rasgaron las vestiduras al ver a estos personajes vender caro su amor al priista, cuando fue el mismo AMLO el que los arrojó a sus brazos. Masoquismo hubiera sido que después de sacar a patadas a su antecesora en el gobierno del DF y hacerla responsable de todos los males del PRD (a Bejarano no lo toca ni con el pétalo de una rosa) todavía lo apoyara y adorara. Rosario Robles dirá que ha tenido malos ratos, pero nunca malos gustos. Sólo tuvieron que pasar 12 años para que la ex jefa de gobierno se las cobrara todas juntas y no lo pudo hacer mejor que declarando abiertamente su amistad y apoyo al candidato tricolor. Eso sí que dolió, mucho más que a los priistas viendo a Barttlet partir hacia el sendero del amor. Pero es que para los amlistas se vale de allá p’acá, nunca de aquí p’allá. Se llevan pero no se aguantan.


El que nos está aplicando una dosis de psicología inversa es Gabriel Quadri. Tan sinceras, netas e impopulares son sus propuestas, que poco a poco va ganando adeptos. Así como lo oyen, décima a décima, parece que se acerca al tan anhelado 2 por ciento para salvar por otros seis añitos al partido de la maestra Elba Esther. Ahora salió con que deben enseñarse desde la primaria temas financieros a los chiquillos y chiquillas. ¿Qué le pasa a Quadri? Después pedirá que les enseñen algo y que sepan leer, sumar, restar y dividir. Pero les digo, su estrategia va funcionando, porque de alguna forma, acostumbrados como estamos a las promesas de los politicos ya nos curtimos y entedemos perfectamente que se trata de todo lo contrario. Es decir, que si sentencia que cuando sea Presidente eliminará el subsidio a la gasolina, eso quiere decir que hasta nos la van a regalar. Porque en todas las ocasiones anteriores que alguien ha ofrecido no aumentar impuestos hemos terminado pagando hasta por los pingüinos de la Patagonia. No cabe duda, por algo Quadri es comparado con Einstein.

http://mx.noticias.yahoo.com/blogs/corte-de-caja/el-hombre-al-que-temen-los-presidenciables.html



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