sábado, 8 de enero de 2011

SEXO Y AMOR- Las zonas erógenas en 10 preguntas

Zonas erógenas: sólo pensar en ellas te despierta el deseo… Son las partes del cuerpo las que reaccionan, pero es en el cerebro donde se produce la alquimia. La sensualidad está al alcance de todos, es sólo cuestión de descubrirla. A continuación, el “abc” del erotismo.





por Dr. A. Mocquard


1-¿A qué se le llama zonas erógenas?


Son partes del cuerpo particularmente sensibles a las caricias, ya que disponen de más receptores sensoriales. La estimulación de estas partes en un contexto de reciprocidad provoca sensaciones fuertes así como el despliegue de las reacciones sexuales. Toda la piel se ve implicada, pero hay partes del cuerpo que reaccionan con mayor fuerza, como los labios, los lóbulos de las orejas, la nuca, las axilas, los pechos, las manos, el vientre, las nalgas, los órganos genitales, el perineo, el ano, la parte interna de los muslos, el pliegue de las rodillas y los pies.


2- Las zonas erógenas, ¿son las mismas en todas las personas?


No exactamente. Por eso, ¡sal a descubrir el mapa erótico de tu pareja! Pregúntale qué le gusta sin olvidar que la manera de tocar cuenta tanto como los gestos mismos. No olvides que también puedes acariciar con el pelo y la boca.

3- A los hombres, ¿les gustan las caricias en los pezones?


Los pezones de los hombres, como los de las mujeres, son sensibles al tacto y se endurecen como reacción a las estimulaciones. Mientras que sólo algunos hombres disfrutan cuando se les acaricia los pezones, casi todas las mujeres reaccionan favorablemente a su estimulación. También hay hombres que ignoran esta fuente de placer porque nunca la han experimentado. Intenta estimular los pezones de tu compañero, ¡te dirá qué le parece!


4- ¿Siempre debe haber caricias preliminares?


El coito requiere de una preparación de los cuerpos. Los juegos previos existen para darse placer pero también para entrenar al cuerpo a las reacciones sexuales. Durante las caricias se disparan infinidad de reacciones psicológicas; además, el corazón y la respiración se aceleran y la circulación de la sangre se intensifica en los órganos sexuales. Sin excitación no hay erección ni lubricación y, por lo tanto, tampoco placer.


5- ¿Por qué durante las caricias hay personas que dicen “no sentir nada”?


Las caricias no son suficientes para despertar sensaciones. También interviene la receptividad de la persona acariciada. Lo principal es sentirse en confianza con la otra persona, condición indispensable para que el intercambio sexual sea un éxito. La incomodidad impide dejarse llevar y centrarse en las sensaciones. Es por eso que la sexualidad se desarrolla a lo largo de los encuentros. ¡Así que relájate! No olvides que el sexo es, ante todo, una actividad lúdica. Tómate el tiempo que necesites, habla con tu pareja, compartid vuestras fantasías, buscaros mutuamente las zonas erógenas, etc.

6- Las caricias a veces provocan cosquillas que no dejan lugar al placer. ¿Por qué?


Tener cosquillas es el resultado de estar tenso. Un cuerpo relajado sentirá las caricias como algo agradable; en cambio, si el cuerpo está a la defensiva, temeroso de que lo toquen, las caricias producirán una reacción de rechazo, es decir, cosquillas. Las cosquillas pueden provocar risa y un ambiente divertido, pero impedirán que la sexualidad se exprese. El sentimiento erótico sólo se consigue cuando del cuerpo está completamente relajado.

7- ¿Por qué hay personas que después del orgasmo no soportan las caricias sexuales?


En efecto, tras el orgasmo, la sensibilidad del glande y de la zona del clítoris se vuelven extremas y su estimulación puede ser molesta. Esta hipersensibilidad está relacionada con un aumento de la vascularización sanguínea en la zona. Por eso se necesita un rato de reposo antes de reemprender las caricias. Y no olvidemos que tras la eyaculación se da en el hombre el famoso “periodo refractario”, durante el cual no puede producirse una erección. En la mujer, lo más común es que no haya periodo refractario, de modo que si no hay hipersensibilidad, las caricias siguen siendo agradables y la excitación sexual puede continuar.

8- ¿Son los pechos una zona erógena igual de importante para todas las mujeres?


Las caricias, ¿hacen que el pecho crezca?
La mayoría de los hombres aman “manosear” los pechos de su compañera. Pero las mujeres no siempre lo aprecian. Para algunas es hasta doloroso, sobre todo durante algunos periodos del ciclo menstrual en el que los pechos se vuelven más sensibles al estar hinchados. Hay otras que no disfrutan de estas caricias porque sienten que sus pechos no son los suficientemente bonitos y ven imposible que un hombre pueda interesarse en ellos.
Durante los preliminares amorosos, los pechos aumentan de volumen y se endurecen un poco. Los responsables de esta modificación son los fenómenos vasculares de la excitación sexual. Pero después del orgasmo estos fenómenos desaparecen y los pechos recobran su tamaño normal.

9- Las mujeres que han sido víctima de una ablación del clítoris, ¿pueden tener orgasmos?

Dada la importancia del clítoris en la sexualidad femenina, es posible que una mujer que carezca de él tenga dificultades para alcanzar el orgasmo, lo cual no significa que sea imposible. Es frecuente que otras zonas erógenas se movilicen para compensar la ausencia de clítoris y permitirle a la mujer alcanzar el orgasmo. Como para cualquier mujer, el clima de confianza con el compañero será la clave del éxito.

10- Se dice que las zonas erógenas se desarrollan en la infancia. ¿Cómo comportase con los hijos para que el día de mañana puedan disfrutar de una sexualidad plena?

Los estudios parecen demostrar que la proximidad corporal de los padres, entendida como cariño y ternura, durante la infancia genera una mejor sexualidad en la vida adulta. Para que un niño pueda desarrollarse necesita afecto y éste se expresa a través de las caricias y los besos de los progenitores. Al mismo tiempo, los mimos harán que experimente placer por el tacto. Pero el afecto le otorga, sobre todo, un sentimiento de seguridad que le permitirá tener confianza en sí mismo. Así, se sentirá amado y aceptado tal como es. Más que el gusto por el tacto, son los sentimientos de seguridad y de confianza en sí mismo los que participan en el desarrollo de una sexualidad armoniosa.


fuente: http://sexualidad.doctissimo.es/deseo/atraccion-sexual/las-zonas-erogenas-en-10-preguntas.html

1 comentario:

Maritza dijo...

Excelente entrada, querido José!
Nunca está de más hablar de estos temas que TAMBIÉN son fundamentales....

Abrazos desde Chile.