Wikipedia acaba de dar una muestra de su poder sacando del mercado a Encarta, la enciclopedia de Microsoft. Pionera en sacar partido de los soportes informáticos, Encarta se divulgó primero en CD-ROM y luego en línea mediante suscripción. Se trataba de una novedosa solución a los tres principales problemas de las enciclopedias impresas: el espacio que ocupaban, sus limitados recursos para ilustrar las entradas, y la desactualización de sus contenidos.
Xavier Reyes Matheus /Aceprensa - 11-04-09
Encarta, sin embargo, conservaba un rasgo esencial de su género al que ahora parece deberle la muerte, mucho más que al hecho de ser un servicio de pago: difundía un conocimiento fijado ex auctoritate.
Y esto es lo que ya no se lleva, como confirma el mensaje publicado en el sitio web de Encarta, donde se admite que “el concepto tradicional de las enciclopedias y de los materiales de referencia ha cambiado”, y que “hoy en día las personas buscan y consumen la información de una manera sustancialmente diferente a la de hace unos años”.
Pero ¿el triunfo popular de Wikipedia es también un éxito del conocimiento? En La Revolución Wikipedia (1), libro recién editado por Alianza, se cuestiona desde varias perspectivas el tipo de servicio que este portal, uno de los cinco más conocidos de Internet, presta al conocimiento.
Una investigación realizada en el verano de 2007, en el marco del máster de la Escuela de Periodismo del Instituto de Estudios Políticos de París, ha producido este libro que viene firmado por cinco autores. Se trata de un análisis que somete a juicio crítico el valor de Wikipedia, la enciclopedia virtual y participativa creada por Jimmy Wales, y que ha adquirido un extraordinario influjo desde que apareciera en la red el 15 de enero de 2001.
Visitada en España por unos 6 millones de internautas al mes, Wikipedia ha desplazado a las enciclopedias tradicionales (incluso a las que se han adaptado al formato digital), y hasta ha presentado reclamaciones a la editorial Espasa –autora de la más importante enciclopedia en lengua española– por haber copiado en su página web un artículo sobre Baltasar Gracián redactado por los colaboradores del espacio on-line.
Wikifans y wikidetractores
De “campo de prácticas idóneo para los profesionales de la manipulación” califica Pierre Assouline, en el Prefacio al libro de Alianza, a la que se promociona como “enciclopedia libre”. Más que los contenidos de ciencia y técnica, en donde hasta sus críticos le reconocen mayores cuotas de fiabilidad, son las ciencias humanas las que acusan mayores desaciertos o simplificaciones.
La desconfianza que suscita Wikipedia entre los partidarios del rigor académico ha llegado al extremo de que algunas universidades estadounidenses se han decidido a prohibir su uso como fuente de referencia. En la Universidad de París VIII, en cambio, el profesor Jean-Nöel Lafargue ha desarrollado un seminario titulado “Enriquecimiento de la Wikipedia”, en el que califica positivamente a los alumnos que aporten, corrijan o completen artículos de la enciclopedia sobre arte contemporáneo.
Admitida como un fenómeno de alcance insoslayable, sin embargo, dos preguntas se imponen. Una de fondo: ¿cómo proceder para que Wikipedia se convirtiera en una enciclopedia de calidad? Y la otra, instrumental: ¿cabría imaginar, por ejemplo, que se imprimiera y distribuyera a los alumnos de las escuelas europeas una versión validada por el profesorado?
Wikipedia por dentro
El libro somete a examen el publicitado estudio que dio a conocer en diciembre de 2005 la revista inglesa Nature, y de cuyas conclusiones se han hecho lenguas los apólogos de Wikipedia para afirmar que la fiabilidad de ésta es comparable a la de enciclopedia Britannica. La crítica de Alianza argumenta que las condiciones de tal análisis no hacen justicia ni a Wikipedia ni a la Britannica, y señala, además, aspectos que no se evalúan en la comparación y que sin embargo son importantes, como por ejemplo la calidad de la redacción.
En el libro se describen también los entretelas del wikipedismo, explicando los mecanismos previstos por el portal para llegar a un compromiso en los temas polémicos. Se analiza, pues, el trabajo a cargo de Comités de Resolución de Conflictos -virtuales-, “wiki-bomberos” y “bibliotecarios” para poner orden en la avalancha participativa que en los casos más peliagudos debe frenarse del todo. Por ejemplo, en la definición de Cataluña que da la versión catalana, para la que ha sido necesario bloquear las modificaciones en previsión de mayores controversias.
También se bloquean los accesos desde colegios en los que los alumnos utilizan los ordenadores para cometer actos vandálicos. Y los que provienen del Congreso de los Estados Unidos, pues Wikipedia comprobó que las modificaciones introducidas en informaciones que aludían a políticos norteamericanos procedían, en muchos casos, de las propias oficinas del Capitolio.
Sin hablar de las correcciones a la propia biografía de Jimmy Wales, fundador de Wikipedia, cuya relación con un portal de contenidos pornográficos ha tratado de matizarse al máximo en la entrada respectiva.
Por otra parte, el libro de Alianza nos descubre la relación que los colaboradores de Wikipedia establecen con el portal, muy semejante a las ciber-adicciones que tienen por objeto los chats, las redes sociales o los juegos on-line. Algo que explica, en buena medida, por qué una enorme cantidad de personas de todo el mundo hace funcionar este invento a una velocidad vertiginosa sin recibir por ello ningún pago.
La audacia y el deseo de pertenencia adolescentes es lo que alimenta en muchas ocasiones esa capacidad de los colaboradores para involucrarse en la construcción de la enciclopedia virtual.
Y también, por cierto, lo que les permite ascender a los puestos de control y supervisión de lo publicado, echando mano, a veces, de las ventajas de esconderse tras un alias. Así, por ejemplo, en el caso de un tal “Essjay”, que se presentaba como doctor en derecho canónico y profesor de teología en una universidad norteamericana, pero que era en realidad un chico de 24 años, estudiante impenitente en varias universidades que no ha llegado a completar ninguna carrera.
Hasta que fue expulsado de la comunidad wikipédica, una vez descubierto el fraude, este muchacho hizo más de 20.000 correcciones en multitud de entradas.
El ascenso a fuerza de acumular correcciones es causa, entre otras cosas, de que varios colaboradores ambiciosos introduzcan deliberadamente errores para luego corregirlos desde otra IP, haciendo así méritos para acceder a los puestos de mayor responsabilidad.
El problema es que, mientras tanto, la información equívoca se difunde gracias a todos los que abrevan de la enciclopedia virtual. Los despropósitos más significativos publicados por Wikipedia han sido denunciados por Daniel Brandt, fundador del sitio Wikipedia Watch.
Conocimiento indiscriminado
Yves Garnier, de la editorial Larousse, reconoce que iniciativas como Wikipedia “dejan más sitio a la cultura popular sobre toda una serie de temas que pueden ir desde los osos de peluche hasta los reality shows, ausentes de las enciclopedias tradicionales”.
Sin embargo, advierte que “la otra cara de esta riqueza es que ya no hay ninguna jerarquía, ninguna clasificación en el conocimiento, y el papel del enciclopedista consiste también en trazar el perímetro del conocimiento. En Wikipedia, nadie dice lo que es importante y lo que no lo es”.
Para Assouline, autor del Prefacio, Wikipedia “se basa en una utopía filosófica perfectamente adaptada a nuestra era de democracia participativa, en virtud de la cual se supone que la verdad surge necesariamente de la acumulación de los conocimientos ciudadanos, y no de la confrontación de conocimientos expertos”.
La falta de método hace que Wikipedia se sitúe en el extremo opuesto del conocimiento que procura ser sistemático y veraz. “Wikipedia, dice Assouline, odia el periodismo: escritura, reflexión, prácticas, tradiciones, métodos, técnicas…; pide a sus contribuidores que eliminen todo aquello en lo que aquél se basa”.
Aunque se admite que también las enciclopedias tradicionales sacrificaban la profundidad del saber en favor de la diversificación temática, la abolición por parte de Wikipedia de la función intermediadora entre público y conocimiento produce un símil elocuente: “La enciclopedia colaborativa en línea es a las enciclopedias lo que la democracia de opinión es a la democracia parlamentaria”.
(1) Varios Autores, La revolución Wikipedia. Alianza. Madrid (2008). 151 págs. 12 €. T.o.: La Révolution Wikipédia. Traducción: Magali Martínez Solimán.
http://www.cope.es/tecnologia/11-04-09--wikipedia-una-herramienta-fiable-44041-1
martes, 14 de abril de 2009
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