Argentino Foremny es santafesino y tomó parte en el enfrentamiento armado de las islas, en el marco de la confrontación con las fuerzas de ocupación británicas. Aquí su testimonio.
por Ariel Durán-Sergio Ferrer
agenciasantotome@ellitoral.com
Argentino Foremny es, en la actualidad, un residente santotomesino más, que dedica el tiempo a sus actividades laborales, a su familia y al atletismo. Pero 27 años atrás, era uno de los miles de soldados argentinos que cumplió servicio durante el conflicto bélico del Atlántico Sur, más conocido como Guerra de Las Malvinas. Justamente, este último hecho rescatamos a través de estas líneas, cuando se acerca un nuevo 2 de abril.
En realidad, a Foremny le correspondió una labor distinta y especializada, la de artillero. Al ser convocado por el Ejército para ser traslado a Malvinas, cumplía el servicio militar en el Regimiento I de Tanques en Villaguay, Entre Ríos; inclusive, era estudiante universitario al momento de incorporarse para hacer la “colimba”, ya que iba a cursar el tercer año de Ciencias Económicas en la Universidad Nacional del Litoral. Cuando empezó la guerra le asignaron un rol de combate, el de operador auxiliar de misiles Blowpipe, que era una de las piezas antiaéreas de campaña.
A las órdenes de Rico
Después, Foremny fue reasignado a la Compañía de Comandos 602, una agrupación formada a raíz del conflicto Malvinas, que tenía asiento en la Escuela de Infantería del Ejército en Campo de Mayo y estaba al mando del mayor Aldo Rico. Respecto a éste último, cuando se charló sobre el protagonismo que adquirió posteriormente, Foremny expresó que al principio vio con cierta simpatía su participación política en la vida democrática del país, porque lo recordaba como una persona derecha, al menos desde su función de militar. Lo que nunca aceptó, por razones obvias, fue la decisión de Rico de sublevarse en épocas del gobierno de Raúl Alfonsín en 1987. Ahora, Argentino cree que Rico ha traicionado sus anteriores ideales, porque cambió radicalmente su postura, al formar parte de la clase dirigente identificada con el matrimonio Kirchner (algo que no comparte de ninguna manera).
Después, volviendo sobre el tema Malvinas, nuestro entrevistado señaló que los mencionados Blowpipe eran de fabricación inglesa y había que hacer unos cursos en la Escuela de Caballería en Buenos Aires, donde había un simulador para aprender a utilizarlos, tan sofisticado -comenta Foremny- que hasta se sentía el movimiento del disparo. En el Regimiento I habían recurrido a él, que era soldado conscripto, porque no había oficiales suficientes para cumplir ese rol de combate, porque necesitaban un oficial y un suboficial para operarlo; como no había oficiales, asignaron un suboficial y un soldado instruido con estudios universitarios o con estudios secundarios, o bien aspirante a oficial de reserva. Por eso, Argentino también citó que de 800 soldados (la mayoría provenientes de Chaco, Formosa, Corrientes y Misiones), sólo había 2 que tenían estudios universitarios (él era uno de ellos). “Al principio, trasladaron toda la brigada a Santo Tomé y nos alojaron en los galpones de las dos unidades que están acá”, recordó Foremny.
Acciones en combate
“En Malvinas ya estaba operando la Compañía 601 de Comandos, que tenía esos mismos misiles de campaña y en la que cumplía servicio un santotomesino muy conocido y respetado en esa unidad, Francisco Altamirano”, destacó también, al repasar junto a El Litoral hechos ocurrido en 1982 que tuvieron al nombrado suboficial como protagonista. Como se recordará, Altamirano fue entrevistado por este medio en 2007, al conmemorarse el vigésimo quinto aniversario del inicio del conflicto bélico por Malvinas.
Su testimonio fue publicado el 10 de abril de ese año, bajo el título “Cómo sobrellevar el peso de una derrota”. “Al inicio de la guerra, en Gran Malvinas, miembros de la 601, que era la que Altamirano integraba, habían derribado un avión británico provisto con esa clase de misiles; entonces, la oficialidad superior pidió que la 602 incorpore operadores para los mismos... ahí fue cuando me tocó ir a mí”, siguió explicando Argentino. “Del Regimiento I de Tanques fuimos tres personas; un sargento (de apellido Galarraga), el padre Luis Sesa y yo”, detalló después, sin dejar de mencionar que el citado religioso era el sacerdote de la unidad en Villaguay y a su vez fue quien sepultó al primer inglés muerto en Malvinas, después de ser abatido el 4 de mayo en Puerto Darwin.
Posteriormente, Foremny contó que llegó al teatro de operaciones, como se denomina militarmente al lugar donde se desarrolla la acción bélica, a mediados de mayo, en un Hércules. “Aterrizamos recién en el tercer intento, porque estaban cañoneando la pista de Puerto Argentino (Puerto Stanley)”, detalló. “La compañía 602 la constituían cuatro patrullas y se asignaban tareas de acuerdo a la función que teníamos; por lo general, se salía con un lanzador, que hacía cobertura antiaérea”, describió más tarde Foremny. Su desempeño en campaña le valió una mención en la nómina de 266 combatientes que fueron reconocidos en el libro “Conflicto Malvinas II”, sumando a soldados, suboficiales y oficiales (entre ellos el propio Rico y el entonces coronel Martín Balza). Dicho texto, editado en 1983, forma parte del Informe Oficial del Ejército Argentino, arma que destinó aproximadamente 10.000 efectivos al archipiélago.
Foremny en nuestra agencia, repasando la nota ofrecida en 2007 sobre el conflicto de Malvinas por el veterano de guerra Francisco “Mono” Altamirano.
Agencia Santo Tomé
perfil
Argentino Foremny es contador público nacional y tiene 46 años, ya que nació en la ciudad de Santa Fe el 22 de enero de 1963. Fue uno de los fundadores del Centro de Ex Combatientes de Malvinas de Santa Fe y primer presidente del mismo, entre 1984 y 1986. En la actualidad vive en Santo Tomé, ciudad en la que reside desde 1993. Hijo de Argentino Tomás Foremny (cuyo apellido es de origen ucraniano) y Marta Eugenia Amidei (de ascendencia italiana), está casado con Mónica Botta desde 1991 y es padre de dos varones, Rodrigo (15) y Diego (12).
ABAJO: LAS PAREDES CON CARTELES DONDE ESTAN GRABADOS LOS NOMBRES DE LOS CAIDOS EN ESA DESGRACIADA GUERRA.
1 comentario:
CUANTOS RECUERDOS DE NIÑO Y CUANTA EMOCION, EN LO QUE RELATA ARGENTINO FOREMNY.QUE BUEN TESTIMONIO..SOY SOBRINO DEL PADRE LUIS SESA ,QUE MENCIONA EN LA NARRACIO.
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