viernes, 13 de abril de 2012

“Replanteando la base monetaria”. El oro, la plata y el origen del dinero



bismarckbarcelona.com

ABRIL 12, 2012

Nos encontramos ante un panorama desolador. La situación actual es lo suficientemente grave como para que la gente este preocupada y se plantee la manera de evitar caer en una nueva recesión, que destruya el empleo y todas las empresas que se hayan creado. Como veremos más adelante, este traumático proceso no es más que una consecuencia del sistema.

En el presente artículo quiero iniciar un camino sobre la temática monetaria y todo lo que ésta implica. Por tanto, nos encontramos ante el primero de una serie de artículos que pretenden aportar, siempre desde la humildad de un estudiante de economía, un poco de luz a las olvidadas teorías del dinero.

La primera pregunta que debemos formularnos es: ¿de dónde sale el dinero? El dinero surgió de las dificultades que presentaba el intercambio de mercancías. Cuando un ganadero de ovejas y un agricultor de manzanas tenían que ponerse de acuerdo en cuantas manzanas valía una oveja, la transacción se convertía en todo un problema. El resultado de esta podía variar debido a las diferentes percepciones que pueden tener un ganadero y un agricultor. Además, el bien producido podía no ser deseado por todos, y en este caso el intercambio se convertía en una opción lenta.

El dinero se ofrecía como una medida exacta a partir del precio que se daba a una mercancía u otra. Así, los intercambios podían ser instantáneos, no hacía falta una larga conversación llena de negociaciones o incluso reproches. Las mercancías usadas como representantes del dinero eran la sal, las plumas, las piedras preciosas, las conchas, los metales, y toda una serie de bienes que fueran aceptadas por todos los miembros de una comunidad.

Con el tiempo, el oro y la plata se fueron imponiendo como dinero de manera espontánea por sus cualidades: gozaban de durabilidad, eran fácilmente transportables y divisibles y los gobernantes comenzaron a acuñar monedas de estos metales.

Una moneda garantizaba la cantidad de oro que contenía, era un estándar que evitaba que se falsificara el oro mezclándolo con cobre u otros metales de menor valor. La gente sólo se fiaría de las monedas que disfrutaran de las máximas garantías.

Lo importante de todo esto es que las monedas no son dinero en sí, son la mercancía que lo representa. El dinero únicamente es un concepto utilizado desde hace miles de años como medio de pago, unidad de cuenta y depósito de valor, capaz de medir la riqueza.

Lo más importante que hay que tener en cuenta a la hora de emprender este viaje por lo que yo defino como el ‘problema monetario’, es la mercancía que se utiliza para representar el concepto de dinero. Porque la mercancía escogida, como todas las mercancías, tiene un precio, y será este precio lo que marcará en gran medida el funcionamiento de la economía.

La cuestión más inquietante del actual sistema financiero lo resuelve una pregunta tan sencilla como esta: ¿cuál es la mercancía que apoya nuestro concepto de dinero?

La respuesta es realmente sorprendente y plantea toda una serie de cuestiones que espero poder contestar en los próximos artículos de esta serie titulada “Replanteando la base monetaria”.

fuente: http://oroplata.com/noticia/el-oro-la-plata-y-el-origen-del-dinero/


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