lunes, 12 de julio de 2010

Las chicas de ahora lo hacen oral

Literatura
La otra textura de la poesía

Salió a la venta
Las chicas de ahora lo hacen oral, un CD que compila poemas de quince escritoras leídos por ellas.

por Alejandro Frias

cultura@elsoldiario.com.ar


Débora Benacot, Marcelo Neyra, Meck y María García

Poesía y mujeres. Buena conjunción. Explosiva conjunción. Y si son quince las voces, mejor. Zediciones y La Fundacción acaban de lanzar Las chicas de ahora lo hacen oral, un CD que compila textos interpretados por sus propias autoras, en el que participan quince poetas de varios puntos del país, entre las que se cuentan las mendocinas Meck, María García y Débora Benacot. Algunos con acompañamiento musical, otros en soledad, otros con público, los poemas de esta compilación componen una buena mixtura en la que cada una de las participantes muestra un extracto de su producción, pero suficiente como para dejar la invitación extendida a visitar otros de sus textos.
Las chicas de ahora lo hacen oral es una buena oportunidad para conocer los caminos que recorre la poesía argentina en este momento.

Ellas hablan. En diálogo con El Sol, Meck, María García y Débora Benacot, las tres escritoras locales que participan en el disco, y el productor de este, Marcelo Neyra, se explayaron sobre Las chicas de ahora lo hacen oral y su significación para ellas y para la poesía en general.

¿Cuál es la impresión general que tienen del disco?
María García: Para mí es importante en cuanto al tema de la oralidad porque refleja algunos aspectos que no se pueden ver en la lectura, como la entonación, el ritmo, el timbre, muchísimas cosas que le dan una profundidad al texto que no tiene cuando uno lo ve impreso o en cualquier otro soporte en el que se pueda leer. En ese sentido, me parece riquísima la participación de quince mujeres que escriben y que leen sus cosas y de lo más variadas, desde dónde proceden hasta qué cosa se dedican a escribir, pasando por cómo ponen en voz lo que cada una de ellas hace. Y, en mi caso particular, es un placer, un deleite, porque me encanta poner a funcionar esos otros extras que acompañan al texto. Meck: Es bastante heterogéneo el material que hemos podido reunir. Además, cada una tiene su impronta como escritora y, metido detrás, distintas sensaciones a partir de la oralidad del disco. Cada una lee de una manera diferente, los poemas están vinculados con muchas realidades. Es muy bueno reunir toda esa diversidad en un solo disco. Débora Benacot: Yo nunca había grabado un audio mío, sí había hecho performaces y leído textos en público, pero nunca se me había ocurrido grabarlo para que la voz llegara a otros lugares más allá del público inmediato, y esta me pareció una oportunidad muy buena. No había hecho otras cosas, a lo mejor por vagancia o por falta de iniciativa personal, entonces, esta fue una ocasión excelente, y lo rico también es que hay audios en seco, otros con música, y eso también le da una textura diferente a los poemas, y, como dice María, tienen un agregado que en la simple lectura el lector tiene que poner él.

Sin embargo, este plus le da otro tinte pero a la vez le quita otros elementos de la lectura.


M.G.: Yo iba a agregar que el tema de ponerlo en voz, de ponerle el cuerpo a la letra, transforma la verbalidad, le quita un porcentaje de racionalidad y la hace decantar más hacia el lado de la vibración, algo físico. Incluso, puede llegar a menoscabar el texto en sí, pero agregarle la espontaneidad del momento, de las circunstancias en las que se estuvo grabando o leyendo el texto. Le quita, tal vez, esa pausa que puede hacer el lector para volver o para tomarse su propio tiempo en penetrar al texto, pero le agrega esa cuestión corporal que no tiene la página.

Como en el caso del poema tuyo, donde se escucha un golpe que das con la mano.
M.G.: El poema mío fue grabado en vivo ante un pequeño grupo de gente en un taller. Sí, se escuchan golpes, y se acerca mucho hacia cierta hilaridad, y si uno lee el texto, quizás jamás podría pensar que pueda tomar ese cariz, dar ese giro. Pero en la lectura de la grabación se coquetea con esos lugares que jamás los pensarías si lo leés. D.B.: Como en el texto dramático o el texto espectacular. La diferencia es que el teatro está escrito para ser representado, pero uno puede ver una obra interpretada de maneras diferentes por un elenco y por otro. Pero en la poesía no están esas directrices, el poeta escribe, deja el texto y, después, cada lector le encontrará la voz, la vibración, la emoción. Ponerlo en palabras de quien ha escrito el texto es darle esa primera interpretación, que no es la única.
Meck: Además, son dos cosas diferentes, como dos dimensiones incompatibles, porque por un lado está la lectura, que es algo solitario, algo más reflexivo, que deja más libre la interpretación, y por el otro lado está esta posibilidad, que te da la libertad de poner tu propia impronta en el texto, como poner tu sello, como decir acá estoy, soy yo, y es algo único, que no se repite, y una grabación no va a ser igual a otra del mismo texto. D.B.: Captar lo efímero de la oralidad en algo que dura. M.G.: Y es paradojal también. A mí me gustaría, y creo que a todos, que este disco entroncara en lo que es la tradición oral de la literatura, transmitida boca a boca y que se va enriqueciendo con los aportes o menoscabos de los oyentes. A pesar de eso, no es tan así, porque está mediatizado a través de un soporte que lo mantiene fiel a lo largo del tiempo, pero, haciendo una conjunción de la tradición oral y las posibilidades técnicas, creo que podría entrar en ella, pero con la paradoja que mencionaba Débora, es algo efímero pero a la vez algo permanente. Marcelo Neyra: Aparte, las tres son performers, representan sus textos en vivo. Eso también es bastante interesante, porque no sólo escriben, sino que también hacen performances cuando van a presentar sus trabajos. Cada una tiene un estilo, pero interpretan sus textos en vivo, y eso es un poco lo que refleja el disco. Meck: La literatura es un disparador para un montón de otras disciplinas y formas de expresar. Yo ahora estoy trabajando en video poemas. Es otra dimensión, otra cosa totalmente diferente, que te permite otras libertades, otras maneras de expresar, poner en imagen lo que a vos te mueve el texto, que no es lo mismo que puede significar para una persona que lee el mismo poema y que tiene su propia imagen de lo que está interpretando. M.G.: En ese sentido, también el disco recoge esa posibilidad de la multidisciplinariedad, porque vos fijate que cuenta con una tapa que no es unívoca, que tiene una interpretación plural, y que también se conjuga con lo que tiene adentro y con la mera materia pura y dura.

Una mixtura que es una búsqueda

Las chicas de ahora lo hacen oral parte, indudablemente, de una premisa: que las voces se multipliquen. Y la consigna se cumple con creces, porque el coro de mujeres que se aúnan en el disco (aunque sea el resultado de una selección estética y, por lo tanto, parcial) conforma un buen panorama de la situación de la poesía en este comienzo de la segunda década del siglo.Cada una de las participantes agrega su propia página a esta antología oral, conformando una mixtura que es, a la vez que muestra, una búsqueda.Con similitudes y diferencias, los estilos se entremezclan, y cada autora ha sabido encontrar la forma más adecuada para acompañar su texto: el simple vacío sonoro, guitarras, samplers, percusión.El disco es un resumen de la poesía contemporánea en esa franja que va del Río de la Plata al Aconcagua, una excelente ventana para mirar el presente y visualizar el futuro.

Data

Nombre:
Las chicas de ahora lo hacen oral.
Editores: Zediciones y La Fundacción.
Participantes: Flora Nativa, Patricia Jawerbaum, Débora Benacot, Rocío Navarro, Meck, Violeta Percia, María García, Madame Barfly, Ledem, Patricia Pietrafesa, Griselda García, Romina Freschi, Anahí Ferreyra, Dafne Mociulsky y Luli a Secas.





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