El ataque destruyó completamente la sede de la embajada. En la Argentina vive la comunidad judía más numerosa de América Latina.
Monumento a las víctimas y al Estado de Israel por el atentado terrorista a la Embajada de Israel en Buenos Aires
EL ATENTADO:
El ataque terrorista a la embajada israelí en Buenos Aires ocurrió el 17 de marzo de 1992 a las 14:47 hora local cuando un furgón Ford F-100 conducido por un suicida fue cargado con explosivos y estrellado contra el frente del edificio de la Embajada de Israel, localizado en la esquina de Arroyo y Suipacha[2] , causando la destrucción de la embajada, y daños a una iglesia católica y una escuela ubicada en un edificio cercano.
En el atentado terrorista murieron 29 personas, entre israelies y argentinos e hirió otras 242. Hasta ese momento había sido el peor ataque terrorista en la historia de Argentina, hasta el atentado terrorista contra la AMIA, y el peor ataque contra una misión diplomática israelí.
Los autores del ataque se cree que ingresaron al pais a través de la region llamada triple frontera, el área donde confluyen las fronteras de Argentina, Paraguay y Brasil.
El grupo terrorista Jihad Islámica se adjudico la autoría de los ataques.
Dos años después, el 18 de julio de 1994, un coche bomba estalló frente a la AMIA, la organización mutual judía más importantes del país, también en Buenos Aires, asesinando otras 85 personas.
Se realizaron tres investigaciones independientes llevadas adelante por el Mosad, el FBI y la Corte Suprema de Justicia de la Argentina. En este último caso la investigación estuvo directamente a cargo del Dr. Alfredo Bisordi, quien se desempeñaba en ese momento como Secretario Penal de la Corte Suprema.
Ninguna de las tres investigaciones arrojaron resultados claros. En un inicio se pensó que podría haber sido un ataque en venganza del asesinato del jeque Abbas al-Musawi, jefe del Hezbollah libanés, y su familia.
Los investigadores sospecharon que la operación podría haber sido ejecutada por un grupo de paquistaníes y coordinada por Moshen Rabbani, quien se desempeñaba el encargado cultural de la embajada de Irán en Buenos Aires. Años más tarde, este último fue detenido en Alemania, pero luego fue liberado por falta de pruebas[3] .
Catorce años después del atentado el juez Bisordi declaró que:
Hubo serias dificultades para determinar como ocurrió el hecho... Creo que nunca se va a saber como fue el atentado, la Corte ha recogido una verdad formal que yo dudo que sea la verdad real de lo ocurrido.[4]
fuente: WIKIPEDIA.
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