sábado, 5 de abril de 2008

La vuelta del antisemitismo es un problema global – por Gregg J. Rickman

Antisemitismo, uno de los odios más antiguos del mundo, ha resurgido con creces. Alrededor del mundo, judíos son atacados, algunos hasta asesinados. Sinagogas son atacadas. Cientos de lápidas de tumbas Judías son profanadas. Hasta el hecho histórico del Holocausto está siendo cuestionado. Actualmente, la amenaza no es existencial. No hay lugar para complacencias.


El auge del antisemitismo es aún más preocupante dado que no solo tiene lugar en sociedades autoritarias donde los gobiernos inflaman el odio para distraer a las masas de las faltas de su gobierno. El antisemitismo también levanta cabeza en países totalmente democráticos donde los gobiernos t la sociedad civil registran admirables antecedentes en la promoción de la tolerancia y combaten el antisemitismo activamente.


Según el "Community Security Trust” en Londres, durante el ultimo año en el Reino Unido los incidentes antisemitas -definidos como actos maliciosos contra personas, organizaciones o bienes Judíos- han aumentado en un 31 por ciento en comparación con el 2005; siendo el número total de incidentes en el 2006 mayor que el ocurrido en cualquier otro año desde 1984, cuando las estadísticas fueron recogidas por primera vez. En Francia, según el Congreso Judío Europeo, acontecieron más de 112 ataques antisemitas, un aumento del 45 por ciento desde el 2005. En todos estos casos, los gobiernos adoptan medidas para combatir el problema, y aún así se debe hacer más.


Acá, en los EE.UU., se ha dado parte de una disminución del 12 por ciento en incidentes antisemitas en el 2006. Aún así, solo durante el último año han acontecido ataques a sinagogas en Chicago, Tarzana, Calif. y en North Miami Beach, Fla.; el último mes de Julio, en Seattle, Pamela Waechter fue asesinada y otros cinco fueron tiroteados en un ataque contra la Federación Judía perpetrado por un hombre armado furioso por la guerra de Israel contra Hezbollah.


Otro tipo de preocupación es la situación en Irán, donde el antisemitismo y la negación del Holocausto son la política estatal. El gobierno iraní ha mantenido en Diciembre una conferencia sobre la negación del holocausto; un periódico iraní ofreció premios en efectivo a la mejor caricatura que ridiculice el Holocausto y el presidente Mahmoud Ahmadinejad repetidamente ha proferido amenazas de “borrar a Israel del mapa”.

La presente semana en Bucarest, Rumania, delegaciones de países de Norte América, Europa Y Eurasia se reunirán en una conferencia de alto nivel de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa, también conocida como el proceso Helsinki de derechos humanos, para desarrollar estrategias capaces de combatir este creciente problema y otras formas de intolerancia religiosa y etnica.


La delegación de los EE.UU. a la Conferencia de Bucarest será encabezada por el Republicano Eric Cantor de Virginia y por Chris Smith de New Jersey, e incluirá representantes de las comunidades judía, cristiana y musulmana de los EE.UU.

La Conferencia de Bucarest debe enfocar en soluciones concretas. Gobiernos y líderes comunitarios deben expresar su desaprobación de los promotores de odio, y promover los valores de tolerancia tanto con palabras como con el ejemplo.


La educación de las generaciones futuras rebatirá la influencia de la colmada de odio propaganda antisemita. Una mayor exposición a la tolerancia y el entendimiento pueden prevenir muchos actos de odio, así como el ocurrido en Odessa, Ucrania en Febrero del 2007. Al ser arrestados, los adolescentes borrachos que sistemáticamente dibujaron esvásticas en 302 lápidas en Odessa, dijeron que “deseaban ver como reaccionaría el sistema”.

Afortunadamente, las autoridades de Ucrania reaccionaron rápidamente. Además, establecieron un importante ejemplo cuando el Parlamento de Ucrania prohibió la venta del escandaloso y desacreditado libro Los Protocolos de los Ancianos de Sión.


Los países deben implementar más efectivamente la legislación que condena crímenes de odio, y adoptar más enérgicas medidas para hacer cumplir la ley.


Por ejemplo, el último otoño, fiscales especiales en Argentina han publicado un exhaustivo informe sobre la investigación respecto a la explosión que aconteció en 1994 en la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina), alegando que el ataque fue planeado y financiado por el gobierno de Irán y llevado a cabo con la ayuda operativa del Hezbollah y diplomáticos iraníes locales.

Apoyamos los esfuerzos del gobierno argentino de traer a los perpetradores a juicio por el ataque que costo la vida de 85 personas y causo heridas a más de 150. Será críticamente importante identificar nuevos programas para combatir el antisemitismo, una lucha no originada por las comunidades judías sino fuera de esta.

Es necesario escuchar más voces de no judíos. Antisemitismo debe ser considerado no como algo que atañe únicamente a judíos sino como un tema fundamental de derechos humanos y debe ser tratado como tal.


Debemos establecer un marco práctico para establecer esfuerzos sostenibles a nivel legal, educativo, cultural y diplomático a fin de combatir el antisemitismo y otras formas de intolerancia.


Más de 60 años después del Holocausto la comunidad internacional necesita enfrentarse con la fea realidad que el antisemitismo es un asunto actual. Es nuestra esperanza que la Conferencia de Bucarest demuestre ser un punto decisivo. Ha llegado el momento de consignar el antisemitismo en los libros de historia.


Gregg J. Rickman es el enviado especial del Departamento de Estado para el monitoreo y lucha contra el antisemitismo y miembro de la delegación de los EE.UU. a la Conferencia de Bucarest.

fuente:

http://www.antisemitism.org.il/spa/articles/23131/

Publicado el 8 de Junio del 2008, en el periódico The Washington Times

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