"La dialéctica que rige toda esta promoción del odio es típicamente bolchevique. Nadie la puede entender mejor que Kasanzew. La sufrió su familia, diezmada en Rusia. Ahora le toca padecerla a él, reportero de guerra que tanto nos honra."
Biografía
Nicolás Kasanzew, es un periodista argentino. Fue cronista de varias guerras pero es recordado por haber sido el único corresponsal de guerra –de principio a fin- durante el Conflicto en Malvinas. En el Canal 7 de Argentina, que era, por aquel entonces, el de mayor audiencia en nuestro país, se emitían los informes de Kasanzew, enviado especial como cronista de guerra a cubrir el conflicto en las Islas Malvinas, con imágenes grabadas por el camarógrafo Alfredo Lamela. Pero los mismos eran tergiversados y sólo se emitía el 5% del material enviado. Kasanzew siempre exaltó la heroica gesta del pueblo argentino.
Nació el 31 de mayo de 1948 en Salzburgo, Austria, este periodista de origen ruso blanco, descendiente de oficiales del Ejército del Zar, llegó con su familia a la Argentina cuando él tenía cinco meses. Comenzó en el periodismo como colaborador del diario La Nación, luego como redactor de la revista Siete Días, y en 1978 debutó en televisión en el programa Video Show.
Tras que el gobierno de Raúl Alfonsín y el proceso de desmalvinización -que caracterizó a su gobierno- le negara trabajo en el Canal 7 por haber sido -según el gobierno radical- "la cara" del conflicto, Kasanzew debe emigrar. Kasanzew vive actualmente en Miami, donde trabaja en la televisión de habla hispana, para la que cubrió también conflictos bélicos en Nicaragua, El Salvador, Líbano e Irak. Tiene cuatros hijos, tres de ellos han seguido los pasos de su padre y son periodistas. Sobre la guerra de Malvinas escribió dos libros: Malvinas a Sangre y Fuego en 1982 y La pasión según Malvinas en 2008, un libro con fotografías que el periodista tomó con su Nikon personal durante el conflicto bélico.
El periodista Nicolás Kasanzew fue el único periodista argentino que estuvo en la guerra de las Malvinas pero fueron muchos otros al archipiélago y no se quisieron quedar. Ha sido un perseguido tras el conflicto bélico.
Siempre destacó el maltrato que sufrieron los combatientes al finalizar el conflicto una vez regresado, donde fueron menospreciados, hasta discriminados. Y otra curiosidad fue el haber sido perseguido por los agentes ingleses que interceptaban sus comunicaciones por la sospecha de una ayuda de Rusia para Argentina, donde utilizaba, por su descendencia, dicho idioma para hablar con sus familiares.
Acaba de lanzar un CD musical cuyos temas son cantados por el santafecino Carlos Longoni, y la letra le pertenece a Kasanzew, y está referido a la Gesta de Malvinas. Se titula "Quijotes de Malvinas".
Pensión de Guerra
Kasanzew, indignado por una decisión de la ex periodista (autora de El Jefe, la biografía no autorizada de Carlos Menem) y ministra de Derechos Humanos de la Capital Federal Gabriela Cerruti, que le retiró la pensión de guerra, dio testimonio de su participación en la Guerra de las Malvinas. Kasanzew dio el siguiente comunicado:
La ministra de Derechos Humanos de la Capital Federal, Gabriela Cerruti, decidió conmemorar el nuevo aniversario de la gesta austral persiguiendo y calumniando a un malvinero. La ex periodista de espectáculos me ha quitado la pensión de Malvinas por supuestamente haber yo "engañado a la sociedad argentina" durante la guerra austral. El dinero me tiene sin cuidado. Pero en defensa de mi buen nombre y honor, desafío a quien quiera, a encontrar en las grabaciones de aire de ATC alguna mentira mía, alguna frase al estilo de "estamos ganando". ¡No la encontrarán!
La desinformación sobre el decurso de la guerra se originaba en el continente y no en las islas Malvinas, donde yo era permanentemente censurado por orden del general Menéndez.
Yo no tenía "retorno" de lo que se emitía en el continente y sólo al regresar me di cuenta que no menos de 95 por ciento de lo que habíamos filmado mi camarógrafo Alfredo Lamela y yo, nunca había salido al aire.
No sólo el Ejército Argentino me considera oficialmente ex combatiente, sino también el Congreso Nacional, que en tiempos del presidente Alfonsín equiparó a los civiles que allí estuvimos con los soldados conscriptos. Lo hizo mediante las leyes 23.848 y 24.652. De ahí que poseo la Medalla del Congreso a los ex combatientes. Dieciocho civiles murieron en combate durante la defensa de las islas, y si bien no me cupo a mí ese honor, desde el momento en que llegamos a las islas, Lamela y yo nos ofrecimos como voluntarios. El general Menéndez no nos permitió participar de la defensa de las islas, pero hacia el final del asedio, el 12 de junio tuve el honor de accionar un cañón Oto Melara de 105 mm contra los ingleses que ya ocupaban el monte Longdon. Esto ocurrió en la batería del teniente Caballero, cuyo jefe era el entonces teniente coronel Antonio Martín Balza.
Años más tarde, ya siendo jefe del Ejército, el general Balza me condecoró con la Orden a los Servicios Distinguidos.
No le quitan la pensión a todos los civiles de Malvinas. Sólo a mí, en un claro acto de discriminación y manifestando un supino desprecio por la legalidad y el estado de derecho. Como decía el padre Leonardo Castellani, "no hay nada más peligroso que un necio con poder".
Tengo la conciencia limpia, estoy orgulloso de mi participación en el conflicto y volvería a hacer todo lo que hice durante la Guerra de la Malvinas.
Firmado: Nicolás Kasanzew - Corresponsal de guerra
Entrevistas
Entrevista con Claudio Carraud
En una entrevista realizada por Claudio Carraud afirmó: "Cuando se dio la toma de Malvinas fue una sorpresa total para mí. Me enteré de los hechos el 2 de abril por la mañana cuando me llamó Víctor Sueiro y me fui, depriimido, directamente para ATC (ex Canal 7) convencido de que me había perdido todo, cuando me ofrecieron salir inmediatamente para Malvinas".
Kasanzew afirmó en dicha entrevista que toda vez que recuerda dicho acontecimiento heroico lo primero que le viene a la mente son "los pilotos argentinos arremetiendo contra la flota inglesa, con aviones modelo 1950 contra fragatas modelo 1980, teniendo que atravesar una muralla de fuego y superar mil dificultades más, pero alcanzando su objetivo y diezmando al enemigo".
La entrevista continuó.
Claudio Carraud: ¿Qué expectativas tenías y cómo imaginabas que iba a ser ir a las islas?
Nicolás Kasanzew: Estaba convencido que iba a haber una verdadera guerra, aunque todo el mundo decía que iba a ser solo un amague, que se iba a negociar con los ingleses. Yo, que conocía bastante de historia y de la idiosincrasia británica sabía que ellos tratarían de borrar con sangre la humillación que sufrieron el 2 de abril.
C.C: Creías que desembocaría en una guerra.
N.K: Desde el momento en que vi. en la revista "Gente" las fotos de los Royal Marines tendidos en el suelo o con las manos en la nuca, y nuestros comandos apuntándolos con sus armas. Esa humillación los ingleses iban a tratar de cobrársela con sangre. No negociarían.
C.C: ¿Qué decía tu familia de que fueras a Malvinas a cubrir el conflicto?
N.K: Estaban preocupados, pero sabían que yo estaba feliz. Siempre quise cubrir una guerra de alta intensidad y encima esta era una guerra justa de mi país contra los usurpadores.
C.C: ¿Qué instrucciones tenías desde la producción periodística del canal?
N.K: Ninguna específica. Hacer la mayor cantidad posible de notas, como siempre.
C.C: Según tengo entendido, vos enviabas el material al continente y no sabías qué cosas salían al aire. ¿Cómo enviaban ese material y qué pensabas que salía al aire?
N.K: El material se lo daba a los pilotos de Hércules y Fokker que burlaban el bloqueo y luego preguntaba por teléfono si lo habían recibido en la producción del canal. Siempre me decían que si. Obviamente, sabía que la censura me iba a 'tijeretear' algo, pero nunca imaginé su magnitud.
C.C: ¿Cómo fue tu llegada a Malvinas, qué sentías en esos momentos?
N.K: Fue una gran emoción. Yo estaba pisando el suelo de esas islas que en la escuela las maestras nos habían enseñado a amar, que nos habían enseñado que debíamos algún día recuperarlas ya que habían sido injustamente ocupadas por los ingleses, y las habíamos recuperado. Y flameaba allí la azul y blanca.
C.C: Cuándo comienza el conflicto ¿qué cosas te decían los soldados y cómo los veías?
N.K: Al principio los soldados se mostraban de buen ánimo. Decían que estaban esperando a los ingleses. A medida que el tiempo avanzaba, el ánimo de los soldados iba desmejorando. Es que Menéndez los tuvo un mes y medio inmovilizados en pozos de zorro inundados, con deficiente alimentación. Los soldados querían ir a buscar a los ingleses y romper el impasse -muchos me lo decían- pero Menéndez permaneció pasivo siempre.
C.C: ¿Sentiste miedo en algún momento, durante el conflicto?
N.K: En varios momentos. Sobre todo, cuando cayó una bomba relativamente a poca distancia de donde yo estaba y la onda expansiva de calor me golpeó en la cara. También cuando estaba regresando al continente, la noche anterior a la rendición, en un avión Hércules y los ingleses nos tiraron un misil.
C.C: ¿Qué cosas viste en la guerra que hubieras deseado no ver?
N.K: Hubiera deseado no ver la cobardía de los generales y el hambre de los conscriptos.
C.C: Y viendo el hambre que pasaron los conscriptos, ¿no te parece que el Ejército no estaba logísticamente preparado para una guerra así?
.K: En toda guerra el soldado se alimenta peor que en la vida civil. Ni soñar con tener tres comidas calientes al día. Muchas veces la comida llega fría, o directamente no llega porque la zona esta siendo bombardeada. Eso pasaba a veces en Malvinas. Pero dependía mucho de la previsión y preocupación de cada jefe. En mi nuevo libro La pasión según Malvinas yo publico, por ejemplo, fotos de los soldados del teniente Carlos Daniel Esteban, que enfrentaron el desembarco ingles en San Carlos, bajaron cuatro helicópteros ingleses y luego caminaron más de cien kilómetros hasta Puerto Argentino y se los ve hasta robustos. Pero la gran causa del mal abastecimiento argentino fue que Menéndez prohibió que se usaran los depósitos de alimentos y las ovejas de los kelpers. Y había más de 300 mil ovejas en las islas. Menéndez protegía más los intereses de los kelpers que los de los soldados argentinos. Para colmo, cuando Menéndez se rinde, los ingleses abren una serie de contenedores que estaban rodeando su residencia y los encuentran repletos de comida. Así que no es que la Argentina no estaba preparada logísticamente, los que no estuvieron a la altura de las circunstancias fueron los generales.
C.C: ¿En qué momento regresaste al país desde las Islas Malvinas?
N.K: Cuando me enteré que el general Menéndez había tomado la decisión de rendirse, y que el piloto del Hércules que recién había traído un cañón para reforzar la defensa, no iba a entregar su avión e intentaría volver al continente, me subí a ese vuelo en un aeropuerto que ya estaba iluminado por las bengalas inglesas y bombardeado por ellos.
C.C: ¿Qué hiciste cuando volviste al país después de la guerra?
N.K: Apenas volví, me empezaron a perseguir. Primero, el gobierno del Proceso Militar que me dejo sin trabajo. Después llegaron las calumnias e injurias y finalmente el gobierno de Alfonsín me prohibió formalmente. Sus secretarios de Cultura, Carlos Gorostiza y Marcos Aguinis me dijeron que no podía trabajar por haber sido "la cara de Malvinas".
C.C: Mirando hacia atrás después de tantos años, ¿cómo evaluarías la invasión de Malvinas?
N.K: Antes que nada, no se puede llamar "invasión". Eso es utilizar la terminología del enemigo, de los ingleses. Nosotros no podíamos invadir las Malvinas, porque nadie invade su propio territorio. Lo que hicimos fue recuperarlas. Sigo pensando hoy que fue una gran patriada, donde muchos argentinos demostraron increíble valor y arrojo. Si los generales no hubieran sido tan pusilánimes, hubiéramos podido ganar la guerra. Y no lo digo yo. Lo dicen los propios ingleses, por ejemplo en el documental "Malvinas, lo que pudo haber sido", de Discovery Channel.
C.C: ¿Cómo afectó tu carrera profesional el hecho de haber cubierto Malvinas?
N.K: Hubo un antes y un después. Me calumniaron, persiguieron, prohibieron y tuve que buscar trabajo en el extranjero para poder sobrevivir. Pero al mismo tiempo es la experiencia más importante de mi vida tanto en lo profesional, por haber cubierto la única guerra que libró la Argentina en el siglo 20, como humana, porque me he hermanado con nuestros héroes, los soldados que defendieron la soberanía argentina.
Entrevista con UNO
UNO: Kasanzew, ¿usted sigue militando la causa Malvinas?
N.K: Por supuesto. Hasta que me quede un hálito de respiración.
UNO: ¿Qué le representó esa guerra?
N.K: Para mí hay un antes y un después de Malvinas. Es el acontecimiento más importante de mi vida. Obviamente por tratarse de un acontecimiento histórico y porque me vi involucrado inesperadamente como casi el único periodista que cubrió toda la guerra. A consecuencia de ello viví el honor de haber estado allí. Por otro lado, sufrí la persecución, la calumnia, la difamación, la lista negra.
UNO: ¿Cuál lista negra?
N.K: Empezó con el mismo gobierno militar. Cuando volví, comenzaban su campaña de desmalvinización. Hacer creer que las Malvinas no habían existido, que había que olvidarlas. Entonces, no me renovaron el contrato. Me dejaron sin trabajo en ATC. Cuando asume Alfonsín nombra presidente de ATC a Merellano y me convoca para un programa periodístico. Se entera Alfonsín y es él el que aparentemente da la orden de que me prohíban. Me la comunica el secretario de Cultura, Carlos Gorostiza. Me dijeron que era porque yo era la cara de Malvinas.
UNO: Ahora, si fue el único periodista en Malvinas fue porque la dictadura así lo dispuso. No estaba ningún otro...
N.K: Eso no es cierto. Por empezar no fui el único periodista que estuvo. Sí fui el que cubrió toda la guerra. Hubo periodistas de "Télam" que no pudieron cubrir toda la guerra porque uno de ellos había publicado una información falsa. Además, cuando vamos a Malvinas el día 3, de los 40 periodistas que había ahí, Osvaldo Leboso se queda y no le hicieron nada. En los sucesivos días llegaban periodistas acompañando a gente del gobierno. Hacían su nota y se volvían. Un día, Corbellini Rosende, corresponsal de guerra de "La Nación", le hace una entrevista al general Menéndez y se quiere ir. Entonces Menéndez le dice: ‘Quédese, le damos alojamiento’. Y yo le digo (a Corbellini Rosende): ‘Pero quedate. Es mucho más divertido estar en patota cubriendo algo como esto’. ‘No, soy más necesario en Comodoro Rivadavia’, dijo él. Es muy probable que haya colegas que hubieran querido ir y no los dejó el gobierno. Lo concedo. Pero hubo por lo menos una docena que llegaron y se fueron.
UNO: ¿Y el horror de la guerra?
N.K: El horror acompaña a toda guerra.
CD de Carlos Longoni y Nicolás Kasanzew.Entrevista de Enfoque Positivo
E.P: Este medio dista mucho de estar con la moda utilitarista, especialmente porque la intervención de muchos argentinos en la Gesta de Malvinas no incluyó el cálculo, no buscó ninguna otra utilidad que no fuera la recuperación de un territorio que se considera argentino. De cualquier modo le preguntamos si las consecuencias de la Guerra fueron convenientes, visto el tema desde hoy y aquí, para nuestro país...
N.K: Estoy absolutamente convencido que si. Ha servido para muchas cosas que tienen que ver con la existencia misma del país. Nosotros los argentinos nos hemos educado por espacio de 140 años con los ejemplos de San Martín, Belgrano, los héroes de nuestra independencia. En la escuela nos enseñaban su ejemplo, y nosotros los admirábamos y tratábamos de parecernos a ellos. Eran héroes, pero héroes de una etapa muy vieja de la Argentina. No habían surgido nuevos. En el ´82 tuvimos la suerte de que volvieron a aparecer nuevos "Negros" Falucho, Sargento Cabral, con los cuales podremos inspirar a las próximas generaciones. De hecho tendríamos que haber empezado ese proceso mucho antes, y no pudo ser por la desmalvinización, pero tarde o temprano la desmalvinización cerrará, y desde la perspectiva histórica Malvinas va a ser reconocida a la par de las grandes gestas nacionales, como el Cruce de los Andes, o La Vuelta de Obligado, y estos nuevos héroes nuestros van a dar tónico moral a las futuras generaciones.
Hay un concepto que dice que una Nación sobrevive si tiene cierta cantidad de héroes, sino desaparece como Nación, y Malvinas nos dio la oportunidad de ver que tenemos ese porcentaje de héroes entre nosotros, que son como la sal de la tierra.
E.P: Sabiendo que hace muy poco ha terminado la reunión del G-20 en Londres, y unos días antes, en Chile, y más anteriormente en la Argentina, la Presidente Cristina Kirchner tomó contacto con funcionarios británicos para pedir continuar con el tratamiento diplomático de la disputa por las islas Malvinas. Usted, habiendo estado en el terreno del conflicto y conocido a los "Kelpers", podrá decirnos cómo ve que se desarrolle este tema, y qué actitud tendrán esos habitantes de la isla con relación a la Argentina, ¿querrán seguir siendo independientes de nuestro país?
N.K: Absolutamente. Nunca van a querer ser argentinos, eso está descartado de plano, por eso es que la famosa autodeterminación de los pueblos no sólo no nos conviene, sino que no puede ser aplicada aquí, porque ellos son advenedizos, son gente llegada a las Malvinas, no importa que en la sexta generación, pero fue producto de una usurpación que ellos llegaran a las islas, no se puede hablar de autodeterminación de los pueblos. Eso les conviene a los ingleses, porque desde ya que nunca van a querer ser argentinos los "kelpers".
E.P: No permitiremos que se vaya de la Argentina sin antes preguntarle cómo se ve a nuestro país desde el exterior, y cómo ven a nuestro actual Gobierno.
N.K: Nuestro país es visto como un triste vagón de cola del "Loco" Chávez, y de ninguna manera inspira confianza un país cuyos gobernantes reconocen una suerte de hermandad política con el descarte del Continente, representado por Evo Morales, por Chávez, y por el Presidente del Ecuador.
E.P: Gracias por la claridad de sus expresiones.
N.K: Gracias a ustedes.
Comentarios sobre Kasanzew
por María Lilia Genta
De él puedo decir que "con ojos mejores para mirar la Patria", destacó la grandeza allí donde la encontró. No pasó gato por liebre. Después de la guerra pudimos comprobar que aquellos a quienes exaltó fueron, realmente, jefes, oficiales, suboficiales y soldados ejemplares. No engrandeció a los pequeños.
La persecución contra Nicolás Kasanzew comenzó hace veinticinco años. ¿Qué es lo que molesta de él? ¿Sus ideas? ¿Su porte aristocrático? ¿Su ascendencia de militares que combatieron por la Santa Rusia? ¿Su cultura, tan superior al promedio de los periodistas? ¿Su acendrado patriotismo? ¿Qué no se quejara del frío? Esta persecución, permanente y sostenida, durante veinticinco años, que culmina ahora con el agravio de quitarle su condición de ex combatiente y veterano de guerra, sólo se entiende en el marco del proceso de despatriotización (ya no de desmalvinización) que comenzó cuando los guerreros volvieron de las Islas Malvinas.
Ahora llegamos hasta el extremo de que se promueva el odio y el resentimiento de clases o de rangos: la vida ofrendada por un oficial, no vale para ciertos ideólogos, la de un soldado raso, sí. Se hace insoportable el lloriqueo sobre el hambre y el frío. ¿En qué guerra los combatientes durmieron en colchones, comieron exquisiteces o no pasaron ni frío ni calor? ¿Cuántas veces tuvieron miedo y vencieron el miedo?
La hora de los héroes ha pasado, dijo Alfonsín. Y si los héroes tienen buena cuna y mejor educación, no merecen ni el recuerdo como el Capitán Giachino, el Teniente Primero Estévez, los pilotos que esperan la reconquista en las profundidades del Mar Austral. Hasta tratarán de ensuciar sus memorias con acusaciones falaces.
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Presentación del libro La Pasión según Malvinas (I)
Presentación del libro La Pasión según Malvinas (II)
Presentación del libro La Pasión según Malvinas (III)
Poema de Anton Vasiliev sobre Malvinas
Nota de la televisión rusa a Kasanzew (en inglés)
Kasanzew en la Fragata Libertad
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fuente: http://es.metapedia.org/wiki/Nicol%C3%A1s_Kasanzew
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