"Aquí reproducimos una entrevista de Bruni de la Motte en guardian.co.uk: http://www.guardian.co.uk/commentisfree/2009/nov/08/1989-berlin-wall contando lo que no quieren que se sepa sobre la RDA y las mentiras sobre las maravillas que supuso la caída del muro y la posterior absorción de la RDA por parte de la Alemania burguesa. Perdonad por la traducción que es un poco mala pero creo que se entiende.
El 9 de noviembre de 1989, cuando cayó el muro de Berlín me di cuenta que la unificación alemana sería en breve, fue un año después. Esto significó el final de la República Democrática Alemana (RDA), país en el que yo nací, crecí, di a luz a mis dos hijos, obtuve el doctorado y disfruté de un trabajo satisfactorio como profesora de literatura inglesa en la Universidad de Potsdam. Por supuesto, la unificación trajo consigo la libertad de viajar por el mundo y, para algunos, más riqueza material, pero también trajo consigo la desintegración social, el desempleo generalizado, las listas negras, un fuerte materialismo, así como una demonización del país en que vivía. Para muchos fue un desastre más que un acontecimiento de celebración.
Sólo dos ejemplos. Mi mejor amigo, un profesor de lengua extranjera, perdió su trabajo y lo introdujeron en la lista negra, ya que, en el momento de la caída del muro, estaba enseñando en una escuela de leyes del gobierno. No era miembro del partido. Después de mucho esfuerzo, logró encontrar un trabajo ayudando a jóvenes excluidos, sin contrato fijo y con un salario mucho más bajo. Mi hermano, que tiene un doctorado en filosofía de la ciencia, perdió su trabajo de investigación en la academia y desde entonces sólo ha sido capaz de encontrar empleos temporales mal pagados.
Poco se conoce sobre lo que pasó en la economía de la RDA cuando cayó el muro. Una vez que la frontera estaba abierta, el gobierno decidió crear un fondo fiduciario para garantizar que "las empresas de propiedad pública" (la mayoría de las empresas) se transfirieran a los ciudadanos que habían creado la riqueza de esas empresas. Sin embargo, pocos meses antes de la unificación, el gobierno conservador recién elegido entregó la administración fiduciaria a personas de la Alemania occidental, muchos de los cuales representaban los intereses de las grandes empresas. La idea de "propiedad pública" de empresas que iban a ser transferidas a los ciudadanos fue discretamente apartada. En lugar de esto, todas las empresas fueron privatizadas a una velocidad vertiginosa. Más del 85% fueron adquiridas por alemanes occidentales y muchas se cerraron poco después. En el campo 1,7 millones de hectáreas de tierras agrícolas y forestales fueron vendidas y el 80% de los trabajadores agrícolas perdieron su trabajo.
En julio de 1990, cuando aún existía la RDA, una apresurada "unión monetaria" se introdujo con el resultado de que la economía de la RDA se hundió en la bancarrota. Antes de la unificación con Alemania Occidental un marco occidental valía 4,50 marcos de la RDA, sin embargo, con la unión monetaria se fijó en la paridad con un tipo de cambio de un marco por un marco. El resultado fue que los productos de exportación de la RDA subieron de precio en un 450% de la noche al día y ya no eran competitivos; el mercado de exportación (39% de la economía) se hundió.
Un gran número de trabajadores perdieron sus puestos de trabajo, pero también lo hicieron miles de investigadores y académicos. Tras un proceso de investigación de antecedentes políticos en instituciones de investigación y científicas, hubo una purga de más de un millón de personas tituladas que perdieron sus puestos de trabajo. Esto constituye aproximadamente el 50% de ese grupo, creando en el este de Alemania el porcentaje más alto de desempleo profesional en el mundo, todos los rectores universitarios y directores de empresas estatales, así como 75.000 docentes perdieron sus puestos de trabajo y muchos de ellos fueron puestos en las listas negras. Este proceso supone un fuerte contraste con lo ocurrido en Alemania occidental al terminar la guerra, cuando solo algunos pocos nazis fueron tratados de esta manera.
En la RDA, todos tenían garantizado jurídicamente la tenencia y propiedad de las casas donde vivían. Después de la unificación, 2,2 millones de reclamaciones por parte de no ciudadanos de la RDA se hicieron sobre estas casas. Los ciudadanos de la RDA perdieron muchas casas donde habían vivido durante décadas, lo que hizo que hubiera un gran número de suicidios. Irónicamente, las reclamaciones de restitución a la inversa, por los alemanes del este sobre las propiedades en el oeste, fueron rechazadas por "fuera de tiempo".
Desde la desaparición de la RDA, muchos de sus ciudadanos se han dado cuenta y lamentan que las "conquistas sociales" que disfrutaban fueron desmanteladas: el pleno empleo social y la igualdad de género, la ausencia de miedo existencial, así como los alquileres subvencionados, el transporte público, la cultura e instalaciones deportivas. Lamentablemente, el colapso de la RDA y el socialismo real se produjo poco antes del colapso del sistema de "mercado libre" occidental.
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