James Joseph, investigador del laboratorio de Neurociencia del HNRCA es terminante al afirmar que frutas, verduras de hoja, semillas, nueces y cereales , además de algunas vísceras vacunas específicas contienen compuestos perfectamente identificados en composición y función que mejoran la comunicación entre las neuronas (células nerviosas).
En esta parte del hemisferio, más precisamente en San Pablo, Brasil, las investigaciones potencian la afirmación de Joseph. Un equipo de neurólogos liderado por Cícero Galli Coimbra, de la Universidad Federal de San Paulo, demostró que aumentar progresivamente el consumo de alimentos ricos en vitamina B2 (riboflavina) generó mejoras notables en un 90% de los casos en las funciones motoras deterioradas por el Mal de parkinson.
En tal sentido, podría decirse que el campeón en contenido de vitamina B2 es la carne de hígado , con 2,6 mg cada 100 gramos de alimento. Le siguen, muy lejos, el queso roquefort y las almendras (0,67 y 0,41 mg respectivamente).
Mencionar el Parkinson no es casual, debido a que se trata de un ejemplo extremo de cómo el deterioro en la estructura y función de las neuronas de traduce en una enfermedad grave.
El mecanismo por el cual se pierde la memoria sigue ciertos paralelismos con tal deterioro, por lo que las sustancias activas que mejoran esa dolencia, mejorarán y recuperarán la memoria.
Dieta para la memoria
Un ranking de alimentos que apuntan directamente a mejorar las neuronas, y por ende la memoria deberá estar encabezado, sin duda alguna, por nutrientes ricos en colina, la vedette de las neurociencias.
Se trata de un aminoácido que el cuerpo requiere en muy pequeñas cantidades, pero cuya falta o entrada insuficiente genera serios problemas neuronales.
La colina constituye la materia prima de la acetilcolina, el neurotransmisor más importante del sistema nervioso, algo así como la materia de la que están hechas las ideas, los pensamientos y los recuerdos.
Bien, la colina se encuentra en exceso en la yema de huevo , aunque germen de trigo y peces grasos como el salmón también la contienen, aunque en concentraciones menores.
La segunda línea de alimentos para la memoria nada. Es decir, nadan hasta que se transforman en alimentos: atún, anchoa, sardina, arenque y caballa, poseen ácidos grasos omega 3 en altísimas concentraciones.
Esto no es novedad; sí lo es que un trabajo de la Universidad Laval de Canadá demostró que los omega 3 protegen a las neuronas contra la letal acción de los radicales libres, principales responsables del proceso conocido como envejecimiento.
Y entre esos ácidos grasos se destaca el DHA (ácido docosahexaenóico) que, según Ernst Schaefer, de HNRCA es el encargado de mantener armadas las membranas de las neuronas, favoreciendo el flujo de información entre ellas.
La manzana , una de las frutas más conocidas por la humanidad, tiene como efecto principal el de mejorar la memoria y las funciones cerebrales. La manzana posee fisetina, un fitoquímico que estimula la memoria, aunque no se sabe bien el mecanismo bioquímico de tal efecto, científicamente comprobado por Pamela Mahler, investigadora en neurociencias del Instituto Salk de Estados Unidos.
Otros vegetales en los que se encontró fisetina son las uvas, las frutillas, kiwis y duraznos, así como en espinaca y cebollas.
Los vegetales de hojas verde oscuro forman parte de este seleccionado contra el olvido: brócolis y espinaca son riquísimos (especialmente los primeros) en poseer numerosos principios fitomedicinales comprobados.
Pero especialmente en lo que hace a la memoria, su contenido en ácido fólico , la vitamina del complejo B cuya falta durante el desarrollo embrionario anula el crecimiento del sistema nervioso. Pero el ácido fólico sigue siendo vital en la otra punta de la vida, al funcionar como un desempañador de los recuerdos, favoreciendo el desempeño cognitivo en personas con problemas de memoria.
Y la lista debe completarse con:nueces, alcauciles, espárragos y muy especialmente cereales integrales (con fitoquímicos indispensables para el salto del impulso nervioso entre una neurona y otra).
Finalmente, la nutricionista Maria Claudia Ortolani, do Grupo de Nutrición Humana de San Pablo, pondera los últimos descubrimientos realizados sobre el aceite de oliva extra virgen, riquísimo en ácidos grasos monoinsaturados, integrantes de la mielina (envoltura de las neuronas) y dos muy efectivos antioxidantes: los polifenoles y la vitamina E; ambos son un verdadero escudo para proteger a la memoria de la acción amnésica de los radicales libres.
Ahora lo sabe: una dieta no sólo es útil para mantener el cuerpo en forma. Eligiendo los alimentos adecuados, también se puede ejercitar y fortalecer la memoria.
(http://www.saludyciencias.com.ar/ / NB)
salud y ciencias
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