Written by CNN / DespertarDominicano.com
BAGHDAD.- Las consecuencias que podría tener la condena a muerte contra el vicepresidente de Iraq – el político sunita más importante del país – han generado una división política en el país, aumentando los temores de que el conflicto genere violencia en las calles.
La oficina de Tariq al-Hashimi, dijo que ofrecerá una conferencia de prensa en Turquía, donde huyó hace meses tras ser acusado de formar escuadrones de la muerte que llevaron a cabo más de 150 ataques en un periodo de más de cinco años que se remonta a 2004.
La sentencia fue dictada el domingo, el mismo día que una ola de atentados en Iraq dejó a 79 personas muertas y 270 heridos. Al-Qaeda en Iraq – la cual sostiene a los insurgentes sunitas que predominan – reivindicó los ataques en un mensaje en un sitio webyihadista.
El vicepresidente ha negado vehementemente que estuviera involucrado en los ataques y ha acusado al primer ministro chiita Nuri al Maliki de tratar de consolidar su poder y empujar al país hacia una división religiosa.
"Al Maliki está empujando a mi país a un punto de inflexión con una dimensión profundamente sectaria", dijo al-Hashimi a CNN en una entrevista a principios de año.
Advirtió que Estados Unidos "se enfrentará al mismo problema que en el 2003", cuando una coalición encabezada por ese país derrocó a Saddam Hussein, encendiendo la violencia sectaria que casi deshace al país.
Al Maliki ha rechazado las acusaciones diciendo que hay un número de sunitas en puestos clave del gobierno.
Los críticos señalan el fracaso de al Maliki en el nombramiento de ministros para puestos clave, entre ellos en los ministerios del Interior y la Defensa.
Meses antes de que las tropas estadounidenses se retiraran de Iraq, las autoridades militares de Estados Unidos no pudieron lograr que al Maliki llenara los puestos esenciales en los ministerios para la estabilidad de Iraq.
Aunque la violencia sectaria ha disminuido desde la guerra liderada por Estados Unidos en 2005 y 2006, se ha producido una fuerte escalada de ataques en los últimos meses. En julio, el número de muertos alcanzó su máximo en dos años con 325 muertes, de acuerdo con el Ministerio del Interior. Ese fue el mes más mortífero desde agosto de 2010, informó.
Al tiempo de la condena de muerte de al Hashimi, también se amenaza el frágil acuerdo de compartir el poder en Iraq. Las tres principales posiciones gubernamentales – el primer ministro, el presidente y el presidente del parlamento- debían ser ocupados por miembros de los tres grupos étnicos mayoritarios, los chiitas, los kurdos y los sunitas.
Hasta julio, el Consejo de Seguridad de la ONU pidió a Iraq llevar a cabo las conversaciones de reconciliación política, pidiendo a todas las partes a abstenerse de hacer declaraciones que agraven las tensiones por los esfuerzos para impulsar las conversaciones políticas incluyentes y de reconciliación nacional en Iraq.
El legislador Nada al Jabouri, miembro del partido político sunita de Iraqiya de al-Hashimi, criticó la sentencia.
"Iraq se prepara para una gran reconciliación nacional en un futuro próximo a fin de lograr la estabilidad en el país", dijo.
“Esto no va ayuda”.
También hay preguntas sobre lo que significa la condena que hace tensas las relaciones entre Iraq y Turquía.
Los dos países han estado divididos por Siria y el grupo militante kurdo PKK, ha lanzado ataques desde Iraq a Turquía por años en el esfuerzo de ganar autonomía.
Poco después de la sentencia al Hashimi, el Ministerio de Relaciones Exteriores turco dijo que podía permanecer en Turquía por el tiempo que quiera, de acuerdo con reportes de medios de comunicación.
Al-Hashimi ha negado regresar a Iraq, diciendo que no podría tener un juicio justo por un tribunal respaldado por al Maliki. El Supremo Consejo Judicial de Iraq condenó al-Hashimi a la horca por el asesinato de una abogada y un general del ejército iraquí, de acuerdo con un vocero de la corte.
Al-Hashimi puede apelar la sentencia de muerte.
La orden de arresto contra el vicepresidente de Iraq fue emitida el año pasado después de que su partido Iraqiya anunció un boicot al parlamento y dijo que al Maliki estaba eliminando el proceso de toma de decisiones. Su partido de mayoría sunita ha puesto fin al boicot.
El caso parecía descansar por la supuesta confesión de tres hombres que se identificaron como miembros del equipo de seguridad del vicepresidente.
La televisión estatal iraquí transmitió un video de las confesiones en diciembre, aunque los partidarios de al-Hashimi dijeron que las confesiones fueron forzadas. CNN no ha podido verificar las identidades de los tres hombres.
Uno de ellos detalla la participación de al-Hashimi en bombazos en carreteras y tiroteos dirigidos al gobierno y funcionarios de seguridad en 2009.
Al Hashimi huyó el mismo día que se difundió la orden de arresto, primero a la región semiautónoma kurda iraquí al norte de Bagdad y después a Turquía.
Iraq pidió ayuda a la Interpol, que emitió la "notificación roja" que hace un llamado a los 190 países que pertenecen a la organización policial internacional para ayudar a localizar y arrestar a al-Hashimi.
Al parecer no se tomó acción para regresar a al-Hashimi a Bagdad. En la actualidad vive en una casa del gobierno en Estambul.
Lunes 10 de Septiembre 2012
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