Por Waldo González López
Recién publicada por la Editorial Letras Cubanas, ya está en librerías una importante antología poética. Se trata de A la bandera cubana que, con selección, prólogo y notas del investigador, poeta y periodista Omar Perdomo Correa (La Habana, 1944), reúne 67 nombres de diversas generaciones, entre los que figuran quince destacadas poetisas de distintas épocas, ámbitos y tendencias.
Figuras como las destacadas autoras decimonónicas Dulce María Borrero, Aurelia Castillo y Nieves Xenes, así como Francisca Hernández Montes de Oca, Marina Pierra, Cecilia Porras Pita, Patria Tió de Sánchez de Fuentes y Isabel Velasco, integran la nómina.
Del propio modo, altas figuras contemporáneas de la talla de Mirta Aguirre, Rafaela Chacón Nardi, Carilda Oliver Labra, Julia Calzadilla, Nersys Felipe y Teresita Fernández, pasando por Nieves Rodríguez Gómez, Carmen Serrano Coello y Margarita Carvajal Pradas acoge la nómina de poetisas cubanas en este importante título.
La poetisa, ensayista y profesora universitaria Mirta Aguirre (La Habana, 1912-1980), escribe en “Zéjel”, extraído de su ya clásico poemario para niños Juegos y otros poemas:
Si el Batallón Fronterizo
lo permitiera,
yo cuidaría la frontera.
Con pañuelo de pionera,
de pie junto a la bandera,
allí de guardia estuviera,
a sol, a lluvia y granizo,
si el Batallón Fronterizo
lo permitiera.
De la célebre Carilda (no son necesarios sus apellidos) está su intenso y extenso «Canto a la bandera», del que transcribo este breve pero hermoso fragmento:
¡Salud…! Un rosario
de versos y flores para tu señera,
fantástica historia.
Salud, mi bandera.
Salud inmortal a tu gloria…
Pero el que a mi juicio es el aporte mayor de las quince voces femeninas en el volumen, es el de la siempre recordada poetisa y pedagoga habanera Rafaela Chacón Nardi (o mejor: Rafaela de Cuba —como la definió en una carta la Premio Nobel chilena Gabriela Mistral—, quien, fallecida en el 2002, dejó una sustantiva obra en versos. De esa excelente creación, Omar Perdomo, con justo acierto, incluye dos textos: «La Bandera de Cuba» y, sobre todo, las cinco antológicas décimas «Por Martí», de las que transcribo ahora la segunda, cuarta y quinta espinelas:
Martí de seda y acero
que desde el recuerdo crece.
Martí, que a un tiempo parece
hombre de paz y guerrero.
Del aire azul caballero
vertical y apasionado,
por igual fuego abrazado
al verso o la bayoneta
con su fusil de poeta
y su lira de soldado.
Martí de vívida llama
que a las sombras desafía.
Voz que en el pueblo confía
y su libertad proclama.
Héroe que a un tiempo reclama
pan y amor multiplicado,
y da al hombre del arado
y al del yunque y el martillo
su vida en verso sencillo
en sangre y sol cincelado.
Presente está en la bandera
y en su estrella de agua y plata:
esa que ilumina y mata
y fue su razón primera.
Y es que a cien años de espera
empuña otra vez la espada
y en la patria sublevada
contra el crimen y el verdugo
de pie, sobre el roto yugo,
Martí anticipa el Moncada.
Con A la bandera cubana, Omar Perdomo Correa realiza un sustancial aporte a la biobliografía de lo cubano esencial, así como entrega a los lectores cubanos y de otros países una entrañable guía para entrar a fondo en las claves espirituales, poéticas e históricas de nuestra nación.
fuente: revista Mujeres Cubanas - Nro. 385-
8 de mayo de 2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario