viernes, 30 de mayo de 2008

Qué duro es sentirse minoría en un país de falsas mayorías


Qué duro es sentirse minoría en un país de falsas mayorías.
Qué duro es ver que el gobierno nacional y los ruralistas luchan entre sí cuando son cómplices necesarios del país sojero.
Qué duro es ver cacerolas relucientes y llenas de soja RR en el asfalto civilizado de Buenos Aires.
Que duro es ver las cacerolas renegridas y sin tierra de los campesinos de Santiago del Estero.
Que duro es ver a los estudiantes de universidades argentinas con sus carteles de apoyo a los ruralistas en huelga, como si Monsanto y el Che Guevara pudieran darse la mano.
Que duro es recordar que esas cacerolas relucientes, esos estudiantes movilizados y esas familias temerosas del desabastecimiento no salieron a la calle cuando los terratenientes de este siglo XXI expulsaron a familias y pueblos enteros para plantar su soja maldita.
Qué duro es ver la furia ruralista al amparo de reyes sojeros como el Grupo Grobocopatel.
Qué duro es ver el rostro reseco de Doña Juana expulsada, de doña Juana sin tierra, de doña Juana con sus muertos bajo la soja.
Qué duro es ver que se cortan las rutas para que China y Europa no dejen de tener soja fresca, y para que Monsanto no deje de vender sus semillas y sus agroquímicos.
Qué duro es comprobar, con los dientes apretados, y con el corazón desierto y sin bosques, que nadie habló en nombre de los indígenas expulsados de sus territorios, de sus plantas medicinales, de su cultura y de su tiempo para que la soja y el glifosato sean los nuevos algarrobos y los nuevos duendes del monte.
Qué duro es ver con las manos y tocar con los ojos que nadie habló en nombre de los campesinos echados a topadora limpia, a bastonazos y a decisiones judiciales sin justicia para que ingresen el endosulfán, las promotoras de Basf y las palas mecánicas con aire acondicionado.
Qué duro es saber que nadie habló en nombre del suelo destruido por la soja y por el cóctel de plaguicidas.
Qué duro es comprobar que muchos productores, gobiernos y ciudadanos no saben que los suelos solo son fabricados por los bosques y ambientes nativos, y nunca por los cultivos industriales.
Qué duro es saber que para fabricar 2,5 centímetros de suelo en ambientes templados hacen falta de 700 a 1200 años, y que la soja los romperá en mucho menos tiempo.
Qué duro es recordar que el 80% de los bosques nativos ya fue destrozado, y que funcionarios y productores no ven o no quieren ver que la única forma de tener un país más sustentable es conservar al mismo tiempo superficies equivalentes de ambientes naturales y de cultivos diversificados.
Qué duro es observar cómo se extingue el campesino que convivía con el monte, y cómo lo reemplaza una gran empresa agrícola que empieza irónicamente sus actividades destruyendo ese monte.
Qué duro es ver que el monocultivo de la soja refleja el monocultivo de cerebros, la ineptitud de los funcionarios públicos y el silencio de la gente buena.
Qué duro es saber que miles de Argentinos están expuestos a las bajas dosis de plaguicidas, y que miles de personas enferman y mueren para que China y Europa puedan alimentar su ganado con soja.
Qué duro es saber que las bajas dosis de glifosato, endosulfán, 2,4 D y otros plaguicidas pueden alterar el sistema hormonal de bebés, niños, adolescentes y adultos, y que no sabemos cuántos de ellos enfermaron y murieron por culpa de las bajas dosis porque el estado no hace estudios epidemiológicos.
Qué duro es saber que los bosques y ambientes nativos se desmoronan, que las cuencas hídricas donde se fabrica el agua son invadidas por cultivos, y que Argentina está exportando su genocidio sojero a la Amazonia Boliviana.
Qué duro es comprobar que las cacerolas relucientes son más fáciles de sacar que las topadoras y el monocultivo.
Qué duro es comprobar que en nombre de las exportaciones se violan todos los días, impunemente, los derechos de generaciones de Argentinos que todavía no nacieron.
Qué duro es ver las imágenes por televisión, los piquetes y las cacerolas mientras las almas sin tierra de los campesinos y los indígenas no tienen imágenes, ni piquetes, ni cacerolas que los defiendan.
Qué duro es comprobar que estas reflexiones escritas a medianoche solo circularán en la casi clandestinidad mientras Monsanto gira sus divisas a Estados Unidos, mientras las topadoras desmontan miles de hectáreas en nuestro chaco semiárido para que rápidamente tengamos 19 millones de hectáreas plantadas con soja, y mientras miles de niños argentinos duermen sin saber que su sangre tiene plaguicidas, y que su país alguna vez tuvo bosques que fabricaban suelo y conservaban agua.
Muy cerca de ellos las cacerolas abolladas vuelven a la cocina.


Dr. Raul A. Montenegro,
Biologo Presidente de FUNAM
Premio Nobel Alternativo 2004 (RLA-Estocolmo, Suecia).
Profesor Titular de Biologia Evolutiva, Universidad Nacional de Cordoba (Argentina)

FUNAM Fundación para la defensa del ambiente Environment Defense Foundation. Casilla de Correo 83 Correo Central, (5000) Córdoba, Argentina. Tel: +54-351-4690282 (Funam) Tel: +54-3543-422236 (home) Fax: +54-3543-422236
FUNAM es una ONG fundada en 1982. Tiene status consultivo en ECOSOC y CSD (Naciones Unidas, Nueva York). FUNAM es Premio Global 500 de Naciones Unidas (1987). Miembro de RENACE.
NOTA DEL EDITOR:
El texto que figura mas arriba, lo recibí hoy en un e-mail que alguien me envió.
Pude comprobar , buscando en Internet, que el mismo había sido
publicado en varios diarios y revistas, con distintos titúlos:

"ARGENTINA: REHEN DE MONSANTO" (N.D.E.: es la empresa que fabrica los productos químicos agrarios).

"QUE TRISTE ESTOY ARGENTINA"

"EL MONOCULTIVO DE CEREBROS"

Realmente no se cual fue el titulo original que el autor de la nota le puso, y por eso, me pareció más atractivo el título que yo le incorpore,es decir, la primera frase del texto.

Si el autor de la nota me avisa cual es el título original, con mucho gusto lo cambiare.

Soy egresado de la Facultad de Edafología con el título de Licenciado en Edafología (1968, diploma nro. 4- Universidad Católica de Santa Fe, Argentina.).

Conocedor del tema, coincido con el Dr. Montenegro en sus explicaciones , reales, verídicas, tal vez atroces..

Me parece que se debería formar en Argentina, una COMISION INVESTIGADORA(O COMO SE LE LLAME), tal vez bajo la tutela del CONICET, con profesionales serios e idoneos de las ciencias agronómicas, edafológicas, biologicas, sanitarias,del INTA, de la Federacion Agraria, Grupos CREA y otras Instituciones de Productores agricolas,etc.etc., que deberia estudiar a fondo el problema del monocultivo de la Soja, su incidencia en la perdida /degradación del suelo, los bosques, la salud, etc., y que arribe a conclusiones que deberán ser aplicadas por ley Nacional, a fin de defender la salud de los habitantes, la defensa del SUELO argentino, etc. etc.

Hay que tener en cuenta, tambien, a los medianos y pequeños productores agropecuarios que son parte importante en la producción de los bienes agrícolas, en los alimentos que el pueblo consume.

En mi humilde opinión no se pude hipotecar el futuro del país en aras de un enriquecimiento rápido de los grandes productores agrícolas.

El Gobierno nacional y los Gobiernos Provinciales tienen la obligación de salvaguardar la Tierra, el Agua, los Bosques y evitar un uso exagerado de estos Bienes nacionales.

Lic. Jose Pivín


Suecia: Raúl Montenegro recibió el Premio Nobel Alternativo en el Parlamento sueco.

En su discurso de aceptación volvió a reiterar que los tres principales problemas ambientales son la corrupción, los malos funcionarios públicos y el egoísmo de muchos ciudadanos y empresas.

Raúl Montenegro es el primer argentino en recibir el Nobel Alternativo.Estocolmo, Suecia, diciembre 9 de 2004 (por Rosana Guerra, Especial desde Estocolmo).

El Dr. Raúl Montenegro recibió en la ciudad de Estocolmo, en Suecia, el Premio Nobel Alternativo 2004 (Right Livelihood Award). La tradicional ceremonia, que se repite desde hace 25 anos, se realizó en el antiguo edificio del Parlamento Sueco.

Tras la apertura de la ceremonia, a cargo del presidente y portavoz del Parlamento, Björn von Sydow, habló el creador de los premios Right Livelihoodd, Jacob von Uexhull. Durante su disertación pidió un minuto de silencio por todos los galardonados que habían perdido su vida en defensa de los derechos humanos y el ambiente.

Jakob von Uexhull recordó que el Right Livelihood Award (el Nobel Alternativo) “reconoce el compromiso personal y los aportes prácticos para transformar la sociedad. Estos premios han protegido y salvado vidas, y abierto la puerta de prisiones que encerraban injustamente a defensores de los derechos humanos.

Es un premio que proporciona esperanza y confianza”. Inmediatamente Von Uexhull presentó los Nobel Alternativo correspondientes a 2004: Swami Agnivesh y Asghar Ali Engineer de India; “Memorial” de Rusia; Bianca Jagger de Nicaragua, y Raúl Montenegro de Argentina.“Raúl Montenegro, indicó Von Uexhull, muestra cómo un profesor universitario y activista puede generar conciencia, y al mismo tiempo prevenir la degradación del ambiente.

El jurado le otorgó el premio a Raúl Montenegro por su continuado y extenso trabajo con las comunidades locales y los pueblos indígenas en defensa del ambiente, en América Latina y otros lugares del mundo”.Cada uno de los galardonados recibió el premio y un ramo de flores mientras los asistentes, que llenaban el salón del Parlamento Sueco, aplaudían de pié.

Actuó seguidamente el Coro de la Academia de Lilla, y tras un intervalo, los galardonados hicieron sus discursos de aceptación. Cada uno de ellos era presentado por un miembro del Parlamento.

Helena Rosenqvist tuvo a su cargo la presentación de Raúl Montenegro. En fluido inglés y español la Parlamentaria elogió la tarea del ambientalista argentino, y lo invitó a dar su discurso. Previamente habían hablado Elena Zemkhova, de Memorial, laorganización dedicada a denunciar pasadas y actuales violaciones a los derechos humanos en Rusia y Chechenia, y Bianca Jagger de Nicaragua.

Tras agradecer el premio, Raúl Montenegro repasó los orígenes de las crisis ambientales, y la dura coalición que existe actualmente entre las cadenas alimentarias cortas (agricultura) y las cadena alimentarias largas (ecosistemas naturales). Indicó que “no se puede transformar todo un país en cultivo.

Por cada hectárea dedicada a la producción hay que mantener, por lo menos, una hectárea de ambiente natural Solo los ambientes nativosfabrican suelo, retienen agua y mejoran el clima”.

Agregó en su discurso que los tres principales problemas ambientales de Argentina y de la humanidad “son la corrupción, los funcionarios públicos incapaces, y el egoísmo de muchos ciudadanos y empresas”.

La cuidada y formal ceremonia, que se repite desde hace 25 años, concluyó con la presentación de un conjunto de danzas tradicionales suecas, y la realización de fotos.

Posteriormente los premiados se retiraron en procesión, como ya lo habían hecho al comienzo de la ceremonia, mientras todos los asistentes aplaudían de pié.

Durante el lunch posterior al acto numerosas personas e instituciones se acercaron hasta el Biólogo argentino para felicitarlo por el discurso, y compartir los duros criterios que expuso.

El Dr. Raúl Montenegro ha sido invitado para disertar en la Universidad de Estocolmo, y mantener reuniones con la Red Social Sueca, una entidad que agrupa a más de 40 empresas sustentables de Suecia.

Para comunicarse con Raúl Montenegro en Estocolmo hablar al teléfono +468723 72 59 (Room 406), al teléfono celular +46 0709 104987 (Niklas Bremberg KHeijl, Right Livelihood Award Foundation) o bien al correo electrónico:

montenegro@funam.org.arPrensa: Lic. Rosana A. Guerra. E-mail: rguerra@arnet.com.ar


Este material puede ser reproducido, citando el autor y la fuente. Se ruega remitir una copia de lo publicado a
funam@funam.org.ar


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