EL HOMBRE QUE
ABRAZABA A LOS ÁRBOLES.
Autor: Ignacio Sanz.(XXIV Premio Ala Delta)
Autor: Ignacio Sanz.(XXIV Premio Ala Delta)
Edelvives, Zaragoza, 2013, 135 págs.
Antes de comenzar
el comentario hemos de decir, cosa que suelen omitir muchos críticos, que las
ilustraciones de “El hombre que abrazaba a los árboles” son una preciosa
creación de Ester García. Y esto lo anotamos porque vivimos en un mundo
desagradecido donde los traductores, secretarios de los políticos, azafatas de
congresos y de aviones e ilustradores de libros apenas son tenidos en cuenta
cuando su trabajo es tan importante, a veces más, que el de los escritores,
novelistas, políticos o comandantes y directores de los actos institucionales. Y
ahora hemos de recordar que Ignacio Sanz se qué se ha basado para escribir esta memorable
historia, que no en vano ha recibido el XXIV Premio Ala Delta de Literatura
Infantil, del Grupo Editorial Luis Vives, más conocido en estos ámbitos como
Edelvives, por lo cual vaya nuestro aplauso como agradecimiento en nombre de
los niños lectores, educadores, maestros y profesores, padres y adultos en
general pues promover la lectura desde los primeros años nos parece algo del
mayor interés. Si hubieran leído de pequeños algunos de los histéricos
mandamases del mundo tal vez no habríamos llegado a esta crisis de valores,
monetaria y cultural, y no vamos a dar nombres, aunque tengamos una lista en la
caja fuerte para darla en cualquier momento. Pues Ignacio Sanz, Sociólogo,
poeta, narrador oral y segoviano nacido en 1953, ha apuntalado su libro en un interesante
trípode: su hijo Adrián, al regresar de Londres en 2011, publicó en El
Adelantado de Segovia un artículo destacando la inédita belleza del viejo olmo
del Paseo Nuevo, de la ciudad del Alcázar; Claudia de Santos, a la sazón madre
de Adrián, comentó a Ignacio que un hachero de Valsaín llamado Pepe Fraile
había salvado de su muerte vegetal al citado olmo en 1982 y Juan Andrés Saiz
Garrido escribió un libro titulado “Los Gabarreros”, esos héroes anónimos que
cuidan los árboles de El Espinar y aprovechan, casi viviendo de ello, aquellas
ramas o madera que no es imprescindible para la subsistencia del bosque. Y aquí
entran en escena los personajes de este libro de Ignacio Sanz, que son nada
menos que Felicidad, una divina niña que quiere ser guardabosques y un amable
viejecito, casi transmutado en abuelo no carnal, llamado Marcial, un viejo
leñador que pacientemente va mostrando a la niña un universo repleto de interés
y novedades. Es que Marcial ha vivido en Canadá y ha estado entre las
magníficas secuoyas, en los bosques de arce, que es la flor nacional de aquel
país que incluso figura en su bandera y también en los pueblos de Piñares,
donde viven ambos, Felicidad y Marcial. Otros personajes como los padres de la
niña, Roberta la vaca y la antigua novia de Marcial, del mismo nombre, por
ejemplo, son comparsas de una historia donde lo que importe es el valor que el
vejete va dando a todos y cada uno de los momentos en que vive con la curiosa
niña, a la cual enseña a conocer el monte, conocer los árboles, respetar la
naturaleza y conocer a sus habitantes. Eso a veces llega a crear algún problema
a Felicidad como cuando se empeña en considerar aves o pájaros a las ardillas
voladoras, aunque la presencia de Marcial en el colegia aclara este y otros
conceptos. Pero también aparecen los picapinos, uno de ellos disfrazado de
hombre, los feroces osos canadienses y las urracas parlanchinas, de escaso
diálogo pero de buen saque para dar cuenta de las tortillas caseras. Con estos
mimbres, y alguna sorpresa que otra que deberán ir descubriendo los lectores
Ignacio Sanz nos ha ofrecido una deliciosa historia, bien tramada por quien,
con este lleva publicado unos cincuenta y tantos libros como “El pinsapo de la
plaza” y esa delicia (casi) lírica titulada “Cómo como” y que obtuvo este mismo
premio Ala Delta en 2010 con aquella maravillada comedia infantil “Una vaca,
dos niños y trescientos ruiseñores”, retrato del poeta Huidobro en viaje hacia
este Nuevo Mundo y sus peripecias para atender a una familia tan amable como
repleta de ironía y gracia. Pues eso, que gracias Ignacio, por permitirnos a todos transitar por esos senderos donde
la metáfora, la ironía y los afectos tienen su mejor expresión.
JUEGOS INOCENTES
JUEGOS.
Autor: Ricardo Gómez. (XII Premio Alandar),
Edelvives, Zaragoza, 184 págs.
Autor: Ricardo Gómez. (XII Premio Alandar),
Edelvives, Zaragoza, 184 págs.
Quienes
no creemos que la play station y otros inventos similares sean escasamente
instructivos aunque admitamos que, como el vino, utilizarlos moderadamente pueden
ser favorablemente educativos seguimos opìnando que la cantidad de juegos que
tienen a la guerra como protagonista, la destrucción perpetua de ciudades y
armas y el inmoderado enfrentamiento entre seres humanos no añade nada a la
formación de los adolescentes. Igualmente odiamos a los papás que compran
pistolitas a sus hijos, espadas de madera y otras armas simuladas, todo ello
muy propio para el inicio de la mas sofisticada delincuencia. Dicho esto
añadamos que Ricardo Gómez ha escrito un buen libro dedicado a los lectores
adolescentes, “Juegos inocentes juegos” que, precisamente ha obtenido el XII
Premio Alandar de Narrativa Juvenil y que leído con la suficiente capacidad de
crítica puede, incluso, aportar datos positivos a quienes se encuentran en una
importante época de su formación. Gómez, que nació en Madrid en 1954 fue
Profesor de Matemáticas en varios institutos de enseñanza media hasta el año
2003, fecha en la que obtuvo el III Premio Alandar por “El cazador de
estrellas”, lo que impulsó a dedicarse exclusivamente a la escritura. Ha
publicado una veintena de libros en varias editoriales, como “Diario de un
campo de barro”, “La isla de Nuncameolvides” , “Zigurat” o la preciosa “Mujer
mirando al mar” por la que SM le concedió el Premio Gran Angular en el año 2010 y ha merecido otros
premios como el Cervantes Chico en 2006.
Total
que en “Juegos inocentes juegos” estamos ante la, digamos, breve biografía de
quien se presenta así al inicio del relato: “En el mundo real me llamo
Sebastián, sin tilde en la a, pero son pocos los utilizan ese nombre. Muchas
mas me conocen como El Asesino. No es que me guste demasiado, pero a esta
alturas no puedo hacer nada para evitarlo”. Conocemos que el joven vive con su
madre, los estudios los lleva regular, su padre ha descendido de categoría
humana tras separarse con su madre y la familia ha sufrido la pérdida de la
hermana e hija a una edad temprana lo cual, en un momento dado, Sebastián
conoce que fue en parte motivo de la separación de sus padres. El joven tiene amigos
poco explícitos, con los cual sale de forma irregular, aunque se siente
interesado por Helena que no le hace demasiado caso, la verdad. En Catarina
tiene un contacto que le acerca a un mundo algo alejado de las ideas de su
madre, trabajadora en un barrio pobre de Madrid, El Pozo (del Tío Raimundo) y
aparece Patricia como una confidente. Pero lo interesante de este Sebastián es
su ocupación pues se dedica a probar videojuegos, por lo cual recibe
remuneraciones a veces bastante agradables. En este trabajo se considera un
profesional y maneja los mandos de manera eficaz, como quien mataba marcianitos
a diestro y siniestro o como los experimentados yanquis que utilizan
sofisticados programas de este tipo para matar iraquíes o palestinos con una
celeridad excesiva, lo cual en muchos casos, y suele ser su aspiración, logran
llevar a cabo en la vida real, en las guerras reales que políticos infames, en
España tuvimos uno con bigote, declaran en beneficio de sus intereses aunque lo
justifican como medio para salvar a la humanidad de cuestiones como el
comunismo, una dictadura o el terrorismo internacional. En algunas de estas
pruebas de juegos inocentes Sebastián ha de dirigir operaciones con drones, muy
del gusto de los generales (norte)americanos justificando su necesidad de
mantenerlos para una lucha sin riesgos para sus combatientes. Estos aviones
teledirigidos y sin pilotos humanos a bordo suelen equivocarse con frecuencia
y, entonces, al decir de los portavoces marciales se producen inevitables daños
unilaterales como matar a todos los asistentes a una boda, novios incluidos,
por suponer que aquello era un nido de espías o modestos viandantes, pastores o
escolares. Dirigir este tipo de aviones o mantener la mejor predisposición
entre quienes luchan cuerpo a cuerpo es el trabajo que se exige a Sebastián,
todo ello con el fin de lograr unos videojuegos de alta apreciación por los
interesados en el asunto, nada inocentes por cierto, con lo cual la ironía del
título está justificada. En medio de esta labor del joven vallekano aparecen
los episodios que tienen por protagonista a Hazrat Banaras y su grupo de
rebeldes musulmanes o las indicaciones de un cuartel de Siracusa, N.Y. cuya
dedicación principal es la diseñar drones capaces de hacer una guerra moderna y
de rápidos resultados.
Buen
relato el de Ricardo Gómez, detallado, con algunos pasajes de detallada
intención que, efectivamente, burlándose de la afirmación del título, permitirá
al lector juvenil comprender la incómoda civilización en que vivimos donde, sobre
todo, prima la idea de tener el objeto más claro de los seres humanos que es el
lograr ganar una batalla, una guerra, una historia sin importarle al vencedor
el desastre, crueldades, violencias, muertes y destrucción que esa victoria
pueda ocasionar. Quienes inician esas guerras luego se retiran a su rancho de
Texas, casan a sus hijas en monasterios reales o, en algún caso como el de Tony
Blair, se convierten al catolicismo, tal vez para purgar sus culpas, es decir ser
perdonados por los miles de inocentes muertes, esos sí inocentes, y la infinita
tragedia que asola a un mundo que se creía civilizado. Si libros como éste
sirven para que los jóvenes reflexionen en torno a tanta violencia y crueldad
bienvenidos sean.
LUCES EN EL CANAL.
Autor: David Fernández Sifres
(Premio Barco de Vapor) SM,
Madrid, 2013. 112 págs.
Autor: David Fernández Sifres
(Premio Barco de Vapor) SM,
Madrid, 2013. 112 págs.
Es de aplaudir, y
más en estos tiempos de usura mercantil, el que sigan existiendo editoriales
empeñadas en descubrir nuevos talentos y, además, publicar sus obras. El que,
por ejemplo SM, lo haga a través de la concesión de premios de larga
trayectoria, y con suculenta remuneración, es además un buen añadido. En este
caso nos vamos a referir a dos interesantes títulos para el público más joven,
estos lectores juveniles generalmente ávidos de obras sorpresivas y de libros
donde la fantasía, la concordia y los afectos tengan su mejor cabida. El último
Premio El Barco de Vapor es la obra de David Fernández Sifres, que confiesa
haber escrito en Villaturiel (León) en el verano de 2012 quien es un escritor
de todavía escasa obra pero que en “Luces en el canal”, con preciosas y muy
adecuadas ilustraciones de Puño, nos deja una historia con su dosis de misterio
y donde imperan varios valores, uno y muy principal es el la amistad, otro
sería el del tesón. Estamos ante un extraño hombre que tenía una barca llamado
Jaap Dussely que vivía, con su esposa, al lado de uno de los canales de
Ámsterdam. Otro protagonista es Frederick, un jovencito que ha perdido una
pierna debido a un accidente con su bicicleta. Luego está la madre de éste, tal
vez demasiado celosa en preservar la integridad física del niño y, con ello, un
poquito desconfiada de cuanto pueda sucederle. Para ello quiere tenerle cerca,
no quiere ni oír hablar de bicicletas y se muestra reacia a que su hijo viva en
la libertad de los muelles. Pero todo va a discurrir por cauces algo
diferentes. Frederick observa a Jaap y ve que muchas veces pesca cosas
diferentes a los peces. Llegan a entablar cierta amistad y el vejete facilita
que se cumplan una de las ilusiones del niño, que aquí no vamos a desvelar,
aunque luego la madre del muchacho echa por tierra esa ilusión. Pero, pese a
ello, todo se va desarrollando de sorpresa en sorpresa. Y ciertamente algunas
de esas sorpresas son enormes, con intervención de la policía, con dudas sobre
la conducta de Jaap, que luego se demuestra noble y hasta intachable y con una
aventura muy especial que dice mucho del valor del viejo y de su esposa y de la
capacidad del ser humano para adaptarse a las circunstancias cambiantes de la
existencia y no dejar de lado el deseo innumerable de ser felices. Así es como
se van a ir conociendo los misterios del pescador, que nadie habría adivinado
pero donde, ay, la sociedad a veces confunde un poquito las acciones o actitudes
de quienes creen obrar bien y lo hacen, además, en beneficio de los que menos
tienes, de quienes necesitan su aprecio o su estimación. Así que todo se
transforma en una bella historia de pescador, niño que quiere ser libre,
bicicletas y ¡cigüeñas!.
Pocas veces nos es
dado leer libros con tantos resortes imaginativos, con tanto colorido humano,
con tantas historias añadidas a la historia principal. Leer este volumen
de El Barco de Vapor será, para jóvenes
y no tan jóvenes, una oportunidad de encontrarnos a nosotros mismos. Que así
sea.
LOBA. Autora:
Verónica Murguía.
(Premio Gran Angular) SM, Madrid, 2013, 508 págs.
(Premio Gran Angular) SM, Madrid, 2013, 508 págs.
“Para David Huerta,
para mi abuela Enriqueta Álvarez y para Iván Lombardo in memoriam”, aparece en
la primera página de la excepcional novela de la escritora mexicana Verónica
Murguía titulada “Loba”, que ha sido galardonada con el Premio Gran Angular
2013 de Literatura Juvenil concedido por la Editorial SM..
Conocí a David
Huerta en un encuentro de escritores en la preciosa ciudad mexicana de
Guanajuato, donde el cielo huele a cerros. Verónica es una joven creadora pues
nació en el DF en 1960, estudió Historia en la UNAM y trabaja como traductora y
periodista en aquella inmensa capital además de haber publicado ya una docena
de libros para niños, entre los que citaremos “Historia y aventuras de Taté el
mago”, “Auliya”, “El fuego verde” o “Ladridos y conjuros” y el libro de cuentos
titulado “El ángel de Nicolás”.También y desde 1999 escribe una columna
quincenal para el suplemento cultural del periódico La Jornada, lo cual en este
época de crisis no está nada mal. Pero además también es profesora de
literatura e ilustradora .En la presentación de “Loba” hizo continuas
referencias a la ayuda, compañía y estímulo de su esposo, presente en la sala,
para salir airosa de tantas aventuras culturales y no desfallecer en el
intento. Y así llegamos a comentar, siquiera brevemente, un volumen tan
apasionante como éste galardonado por SM. La historia parece sencilla, aunque
no lo es ni remotamente, pues tal cúmulo de aventuras, intrigas, luchas y
violencias no aparecen ni en El Quijote ni siquiera en el inolvidable libro de
Ana María Matute titulado “Olvidado Rey Gudú”, aunque en algunos momentos se
respire ese aire de fantasía y vitalidad que imprimió a su obra la autora
catalana……. Sucede que en determinado país, reino extraño y complicado donde
los haya, un rey de tipo medieval llamado Lobo, conocido por su ferocidad,
lógica herencia de monarcas de similares características, carece de un heredero
varón que pueda perpetuar el trono. Hasta esos riscos atormentados y violentos
llega la costumbre de la Ley Sálica que reserva el trono a los varones, lo cual
en España, por ejemplo, tras el desastroso reinado de un rey tan abúlico,
traicionero e indeseable como Fernando VII dio lugar a una guerra civil llamada
carlista, porque el presunto heredero del trono que, desde tiempo inmemorial,
se han apropiado los reyes sin que pertenezca más que al pueblo, se llamaba
Carlos María Isidro, que habría sido, en caso de reinar el verdadero Carlos V,
porque el otro a quien todo el mundo, con esa insuficiencia cultural que nos
caracteriza era Carlos I de España y sólo V del país de la señora Merkel.
Bueno, el hecho es que, en la novela para el público juvenil a partir de los 14
años, de Verónica Murguía, ese rey feroz, antipático y guerreador, como el Cid
de Vivar, tiene una hija llamada Soledad, muchacha de grandes virtudes
marciales que, en contra de las leyes de su país y de las apetencias de tan
indómito progenitor, se esfuerza en conseguir la estimación del pueblo, de los
señores llamémosles feudales y de su propio padre el rey. Pero nada, que el rey
feroz y poco ilustrado se empeña en lo del varón creyendo que es la mejor
solución para un futuro próspero y ordenado. Entretanto van sucediendo cosas.
En el inicio del libro se incluye un precioso mapa de los lugares en que
acontecen tan singulares y pletóricas historias. Estamos en Moriana, el país
del asquerosito rey Lobo con su Ducado de Ciervos, Bento, el Bosque de Valsalva, el Valle de
Oblada, el Ducado de Mongrún, la Peña Verde,Rodosto, la Baronía de los Versipelis o el Puerto de
Licaón en pleno Mar del Sur, que les separa de Mirtila; a nuestra derecha está
Tarkan, el país del Río de Potros, el Mar de Hierba y el Lago Somongal cerca
del Estrecho del Rey Saltán, que baña Alhabiba; a nuestra izquierda se
encuentra un país enemigo llamado Alosna, con el Río Sabino que recibe las
aguas del Dorado y que parte del Lago de Osos de Moriana. Total que en Alosna
aparece un mago algo extraño que convoca a un rugiente dragón para castigar la
soberbia del rey Lobo. Con esta invocación el maguito en cuestión consigue
despertar un mal que sólo puede ser anulado, atajado, por el Unicornio. En
medio de este lío, y mientras se suceden hechos de guerra, intrigas de todo
tipo, problemas diversos las bestias de Moriana y de Alosna comienzan a verse
atraídas por la gran personalidad y el empuje guerrero y vital de Soledad, la
hija del estúpido rey Lobo. Es así como el destino de todo un pueblo va a
quedar en manos de la princesa elegida, que pese a no ser varón, tiene una gran
capacidad de decisión para afrontar los problemas de su pueblo. Soledad se
siente más cómoda con sus amigos los animales, incluso las fieras salvajes, que
con los seres humanos, tal vez debido al rechazo que ve en su padre. Así es
como la muchacha poco a poco se va independizando y se va enamorando. Claro
que, como es lógico, se trata de un amor imposible. ¿Quién ganará estas feroces
batallas de la incertidumbre y la barbarie?. Estamos ante una historia, que
también puede ser apreciada por el lector adulto, donde los jóvenes lectores
podrán tomar partido por unos u otros protagonistas. La autora ha explicado que
las situaciones de violencia, de incomprensión, de vileza no las aprendió en
ningún otro libro ni de la mano de otro autor: es algo que se respira en su
país, en un México en permanente lucha contra el narcotráfico, la violencia
diaria y la pobreza. De los tianguis de Indios Verdes, un barrio periférico de México
que tiene uno de los mejores ferrocarriles de América construido por los
franceses y con ruedas de goma, a las fronteras de Rio Grande/Rio Bravo donde
siguen muriendo emigrantes, “espaldas mojadas”, que desde toda Suramérica, que
algunos necios e inútiles llaman Latinoamérica,
que tratan de llegar a la meca del dólar, el paraíso yanqui. En “Loba”
son esos tres países, Moriana, Alosna y Tarkán, territorios ficticios donde se
respiran los hábitos medievales que hemos visto en otros libros de similar factura,
el escenario en que un mago, esas
criaturas míticas y una princesa arriesgada, no como la Isabel I, heredera de
Fernando VII, que hacía más vida en el Restaurante Lhardy que en un Palacio
Real, secuestrado por el General Serrano y otros políticos de la época. Esa
figura de Soledad, ayudada por su fiel Beogar y el eunuco Tagaste, no hace más
que dignificar el valor de las mujeres y de los seres humanos capaces de luchar
por un ideal razonable y no fraudulento. Leer esta novela es penetrar en un
mundo abierto a todas las sensaciones. Soledad está siempre cerca de las
personas nobles sin abandonar a su caballo y a su halcón pero solo la muerte de
su madre, Genoveva, y el casamiento del rey con la nueva reina Jara, puede
hacerla flaquear en ese bello intento de luchar por su país y por la nobleza de
quienes quieren lo mejor para todos.
Manuel Quiroga
Clérigo
Fuente: recibido directamemnte del autor, mi querido
amigo MANUEL QUIROGA CLERIGO, al que
agradezco y felicito por su fecundidad literaria.
Lic. Jose Pivín
Manuel Quiroga Clérigo.
(Madrid, 1945).
Licenciado en Psicología Social, Estudios de Derecho ( U.C. de Madrid).
Doctor en Ciencias Políticas y Sociología (Universidad Complutense de Madrid).
Tesis Doctoral: LA CRITICA LITERARIA COMO FENÓMENO SOCIOLÓGICO).
Crítico literario y de cine, narrador, autor dramático. Poeta.
Ha participado en Congresos, Simposios y Encuentros en todo el mundo.
Conferenciante, prologuista e invitado en seminarios, cursos de poesía, literatura y de ciencias sociales.
Fundador del Grupo Poético “Enero” (Madrid, 1969).
Consejero de la ASOCIACIÓN COLEGIAL ESCRITORES.
Miembro de:C.E.D.R.O.,
ASOCIACIÓN ANDALUZA DE CRITICOS LITERARIOS (CRÍTICOS DEL SUR),
COLEGIO NACIONAL DE DOCTORES Y LICENCIADOS EN CC.PP Y SOCIOLOGIA,
ASOCIACIÓN CASTELLANO-MANCHEGA DE SOCIOLOGÍA,
ACADEMIA CERVANTINA DE GUANAJUATO (MÉXICO),
S.G.A.E.,
PEN CLUB DE ESPAÑA.
Libros de poesía publicados:
HOMENAJE A NERUDA. Comunicación Literaria de Autores, Bilbao, 1973.
FUIMOS PAJAROS ROTOS. Ámbito Literario. Barcelona, 1980.
VIGÍA. Ediciones Papuras. Querétaro, México, 1997.
DE MORELIA CALLADA. Ediciones Rialp (Colección Adonáis) Madrid, 1997.
LOS JARDINES LATINOS. Ediciones Endimión, Madrid, 1998.
VERSOS DE AMANECER Y ACABAMIENTO. Ulises, Toledo, 1998.
INTIMA FRONTERA. Ediciones Torremozas (Los Cuadernos de Olalla),Madrid, 1999.
DESOLACIONES TARDIAS. Aristas de Cobre (Colección Off), Córdoba, 2000.
LAS BATALLAS DE OCTUBRE. Plaza & Janés (Debolsillo), Barcelona . 2002.
MUNDO MUDO (LA AVENTURA DE MANILA), Revista Hérmes, Toledo, 2004.
LEVE HISTORIA SIN TRENES. Ediciones del 3 de Agosto, Logroño, 2006.
CRÓNICA DE AVES (EL VIAJE A CHILE).Biblioteca CyH. Barcelona 2007.
LOS AFECTOS METÓDICOS. Visión, Madrid, 2008
CARTA DELA CAMPAN(i)A. Aebius, Madrid 2010.
FUIMOS PAJAROS ROTOS. Ámbito Literario. Barcelona, 1980.
VIGÍA. Ediciones Papuras. Querétaro, México, 1997.
DE MORELIA CALLADA. Ediciones Rialp (Colección Adonáis) Madrid, 1997.
LOS JARDINES LATINOS. Ediciones Endimión, Madrid, 1998.
VERSOS DE AMANECER Y ACABAMIENTO. Ulises, Toledo, 1998.
INTIMA FRONTERA. Ediciones Torremozas (Los Cuadernos de Olalla),Madrid, 1999.
DESOLACIONES TARDIAS. Aristas de Cobre (Colección Off), Córdoba, 2000.
LAS BATALLAS DE OCTUBRE. Plaza & Janés (Debolsillo), Barcelona . 2002.
MUNDO MUDO (LA AVENTURA DE MANILA), Revista Hérmes, Toledo, 2004.
LEVE HISTORIA SIN TRENES. Ediciones del 3 de Agosto, Logroño, 2006.
CRÓNICA DE AVES (EL VIAJE A CHILE).Biblioteca CyH. Barcelona 2007.
LOS AFECTOS METÓDICOS. Visión, Madrid, 2008
CARTA DELA CAMPAN(i)A. Aebius, Madrid 2010.
Antologias y Libros Colectivos
DE VARIA ESPAÑA. (Antología). Ediciones La Rana, Gobierno de Guanajuato, México, 1998.
Figura en SEGUNDA ANTOLOGIA DEL RESURGIMIENTO, Victor Pozanco. Ámbito Literario, Barcelona, 1980; CUATRO POETAS CONTEMPORANEOS DE ESPAÑA EN YASNAYA POLIANA (Ricardo Bellveser, Pedro J. de la Peña, Antonio Porpetta y M. Q. C.), IV Encuentro Internacional de Escritores de Yásnaya Poliana, Tula, Rusia, 1999, MUESTRA DE POESIA DEL SIGLO XXI, (Prometeo, Madrid, 2005) y libros colectivos .
Coautor del ensayo EL CURSO LITERARIO ESPAÑOL (Manuel Benavides, César Antonio
Molina y M, Q .C.). Ámbito Literario, Barcelona, 1978.
Figura en SEGUNDA ANTOLOGIA DEL RESURGIMIENTO, Victor Pozanco. Ámbito Literario, Barcelona, 1980; CUATRO POETAS CONTEMPORANEOS DE ESPAÑA EN YASNAYA POLIANA (Ricardo Bellveser, Pedro J. de la Peña, Antonio Porpetta y M. Q. C.), IV Encuentro Internacional de Escritores de Yásnaya Poliana, Tula, Rusia, 1999, MUESTRA DE POESIA DEL SIGLO XXI, (Prometeo, Madrid, 2005) y libros colectivos .
Coautor del ensayo EL CURSO LITERARIO ESPAÑOL (Manuel Benavides, César Antonio
Molina y M, Q .C.). Ámbito Literario, Barcelona, 1978.
fuente: Manuel Quiroga en Club de Poesía-Poemas
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