Por Adriana Balaguer,
Desde hace miles de años, la palabra tentación viene asociada a la de pecado. Querer algo y fantasear con concretar ese deseo, si por alguna razón estamos en medio de un proyecto que lo desaconseja, es sinónimo de estar saboteándolo, implica estar haciendo algo mal.
Y esto se aplica tanto a tentarse con "algo dulce" si estemos en medio de una dieta para bajar de peso; como a tentarse con la idea de "estar" con otro hombre, aunque tengamos una pareja estable. ¿Es evitable la tentación? ¿Ó al contrario, ciertos permitidos nos estimulan a cumplir nuestras metas y, por qué no, a mejorar nuestra vida?
María Pía R. tenía una pareja feliz. Eran buenos compañeros, disfrutaban de una excelente intimidad. Y además, habían construido una linda familia. Pero de repente, empezó a sentirse especialmente observada por un compañero de oficina.
El juego de seducción surtió efecto. Y María Pía se encontró de repente pensando en su nuevo admirador. Se imaginaba compartiendo con él un fin de semana de placer en la playa. Con rutina y sexo a estrenar. Y sin responsabilidades....Empezó a soñar despierta con encuentros furtivos en determinados rincones de la compañía; si hasta llegó a vestirse pensando en provocarlo con su atuendo sexy...
Pero lejos de que esta nueva sensación que estaba experimentando la hiciera entrar en crisis con su marido, empezó a disfrutarla también con él. No es que haya confesado el "flirt" ni mucho menos (aunque hay parejas que no se sienten en peligro porque estas cosas pasen y hablan al respecto), pero se permitió vivirlo, y pudo capitalizarlo.
¿Qué hacés cuando te sentís tentada? ¿Lo vivís? ¿Disciplinas tu deseo?
Sobre el autor
Adriana Balaguer
Soy periodista, tengo 40 años y tres hijos. Desde hace cinco años, escucho y retrato la vida de otras mujeres en www.mujeressinfronteras.com.
De ellas escribí también en el suplemento Mujeres & Negocios, de El Cronista Comercial; y las revistas Apertura y Caras y Caretas. Me gusta, además, hacer conjeturas de por qué los políticos hacen y dicen lo que hacen y dicen. De eso hablo en Radio América; y he escrito en los diarios Extra, La Prensa, Pagina 12 y las revistas Noticias, Tres Puntos y Debate.
En mi tiempo libre, prefiero hacer fiaca en mi casa y cocinar algo rico para los amigos y la familia (imperdible el cerdo a la cerveza negra).
¿Quién soy y cómo soy?
Tengo 40 años (pero lejos estoy de ser una cuarentona), estoy casada, tengo 3 hijos. Soy inquieta, ansiosa, exagerada. Me encantan las fiestas y los viajes. Es raro que esté de mal humor, salvo esos días, claro.
Algo que nadie sabe sobre mí
Creo en fantasmas, y les tengo miedo.
Lugar favorito para relajarme:
La playa. Kilómetros y kilómetros de arena, y nuestro inmenso y frío mar.
Mujeres a las que admiro:
A las que no tienen vergüenza; a las que se la creen, pero no todos los días; a las que van detrás de un sueño aunque les cueste. A mi mamá, a mis abuelas, a Liliana y a mi amiga Irene.
Libros favoritos:
“Expiación“, de Ian McEwan; “Catedral“, de Raymond Carver; y “La ley de la ferocidad“, de Pablo Ramos
Películas favoritas:
“Las invasiones bárbaras”, “Notting Hill” y “La vida de los otros”.
Programas de televisión favoritos:
“Sex & the City” (veo los capítulos aunque ya los haya visto mil veces), el programa de Narda Lepes en el canal Gourmet y las entrevistas de James Lipton en “Inside the Actor's Studio“.
Artistas Favoritos:
Charly García, Joaquín Sabina, Woody Allen y Al Pacino.
¿Qué te emociona?
Ver a mis hijos divertirse y ser felices.
¿Qué te entristece?
Que los argentinos sigamos tropezando con las mismas piedras.
Si el paraíso existe, ¿qué te gustaría oír a San Pedro decir cuando llegues a la puerta del cielo?
¡¡¡Qué bien la hiciste!!!
fuente: http://www.yahoo.com.ar/
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