Los peores temores de los cristianos sirios se hicieron ayer realidad. Maalula, un pueblo cargado de historia y símbolo del entendimiento religioso –habitado en su mayoría por cristianos–, cayó ayer en manos de rebeldes islamistas, según confirmó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, cuyo portavoz explicó que el Frente Al Nusra –un grupo ligado a Al Qaeda– y el Frente de Liberación de Qalamon tomaron el control de la pequeña ciudad el sábado por la noche.
Tras varios días de combate, las tropas gubernamentales que defendían esta localidad centenaria, considerada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, se tuvieron que retirar a las afueras, según señaló el Observatorio Sirio. Unos 1.500 rebeldes controlan ahora Maalula, situada a unos 60 kilómetros al norte de Damasco y cercana al valle de Qalamon, un lugar estratégico. Un vecino contactado telefónicamente por el Observatorio Sirio dijo que los rebeldes habían atacado iglesias cristianas y casas, por lo que muchos vecinos huyeron: «Ahora es un pueblo fantasma», indicó la misma fuente.
Un portavoz del Observatorio Sirio afirmó que las tropas leales a Asad controlan las entradas del municipio, un lugar famoso por su patrimonio histórico y por ser uno de los últimos pueblos donde se utiliza el arameo, la lengua que hablaba Jesús. Testimonios recogidos por la agencia Ap indican que los rebeldes que tomaron la localidad acosaron a los cristianos y que en algunos casos les obligaron a convertirse al islam bajo amenaza de muerte. En un vídeo colgado en YouTube se puede escuchar a un comandante rebelde desde Maalula: «Hemos limpiado la ciudad de perros y matones de Asad».
Sin embargo, la televisión pública siria dijo que las iglesias estaban a salvo y que el Ejército perseguía a los rebeldes por las montañas cercanas. Un residente aseguró que la mayoría de los rebeldes eran extranjeros, principalmente tunecinos, marroquíes, chechenos y libios.
El asalto a Maalula comenzó el pasado miércoles, cuando un suicida hizo estallar un coche bomba contra un puesto de control en el que murieron ocho soldados. De repente, esta localidad, que hasta entonces había quedado al margen de la guerra civil siria, se vio envuelta en una lucha sin cuartel.
Maria Saadeh, una mujer greco católica, que habla con los vecinos de Maalula, había alertado, en declaraciones a la agencia Fides, sobre la posible caída de este enclave. «Sería un desastre, un fuerte golpe al patrimonio histórico, cultural y espiritual, una nueva afrenta a la civilización siria, al pluralismo y a la armonía». La comunidad cristiana representa en torno al 5% de la población siria y mira con recelo el avance de las tropa rebeldes por el componente intolerante de los radicales islamistas. Muchos cristianos que han huido de Alepo se han refugiado en monasterios en Líbano, según informa la CNN. Esta semana, dos obispos han sido secuestrados y un sacerdote ha desaparecido en Siria.
Al Nusra, el grupo que ha participado en la conquista de Maalula, está incluido en la lista de organizaciones terroristas elaborada por el Departamento de Estado de Estados Unidos.
Fuente: LA RAZÓN
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