jueves, 7 de marzo de 2013

VENEZUELA: Américo Gollo Chávez, escritor, docente, intelectual venezolano de renombre nos trae su reflexión "DESDE EL PRINCIPIO HASTA HOY SIEMPRE"



DESDE EL PRINCIPIO HASTA HOY SIEMPRE
                                                                                       Américo Gollo Chávez
            Dios hizo todo cuanto quiso, tal dije ayer,   para ver después si era bueno,  así también hacen los creadores, salvo que para estos el esfuerzo es mayor  y su insatisfacción es su condena, cuan duro les es  a plenitud decir que están buenas las cosas de sus manos y de su alma hechas.  Concebirlas, de ello no necesita  Dios, buscar los materiales, los elementos, sería exacto decir, tampoco necesita.  Los inventa, los hace y así va. Tampoco lo preocupa el destino. Él es el único que no sabe de donde es ni de donde vino ni a dónde va ni como es, el sabe que es y nada mas.  Sabe, antes de saber y sin importarle eso del conocer, que todo cuanto hecho  tiene comienzo y por diversos medios, modos, formas, alcanzará su fin.  Sabe que todo cambia, construye y reconstruye, explota, se transforma, se apaga, se incendia,  desvanece… al menos son esos algunos de los detalles esenciales que dispuso para que así sean y no sean las cosas.  No se si para divertirse creó también,  creo,  la diversidad y a todo le dispuso su antónimo. Por esa vía decidió  que Satán fuese su propio antónimo. Pero, como también dije ayer, con el hombre las cosas se le complicaron.   Solo lo necesario dejó  Dios para sí, haberlo hecho y  consumarlo al morir, de todo lo demás es el hombre el único responsable y nadie más. 

            Desde luego que en eso hubo un acierto probablemente  no calculado.  Dios es muy distinto al hombre, no planea, en cambio,  suele el hombre calcular muy bien para hacer mal. En esos días he puesto dos ejemplos, la manipulación y el adulterio, pecados siniestros porque en ellos se planifica el daño y  dolor ajenos en nombre del placer y en beneficio de quienes lo ejecutan. Estos actores tienen, además de lo dicho, la voluntad de no escuchar, la voluntad de no rectificar, son ajenos al propósito de enmienda.  Los solaza el mal que hacen y viven  la felicidad sádica de su podredumbre.   El bien carece del pensar que  se hace para lograr un fin o  tal vez el fin  sea no tener fines en quien lo hace sino la dicha de quien lo recibe. Propósitos tal vez, sin que sea proyecto.  Se ama por amar, hacer  feliz a quien amamos, amamos hacer para crear, amamos creer  para hacer.  

¿Acierto de Dios? Sí!  Al  permitir al hombre hacer  lo que su voluntad  decida queda Dios libre de lo que el hombre hace, y asume el hombre,  como  su consecuencia,  la responsabilidad de cuanto hace y de cuanto dejó de hacer,   bien solo o en compañía,  es propiedad del hombre. Que sea lo que dios quiera, Dios lo llamó,  decimos por mal hábito ante algunas tragedias, la muerte entre ellas. Que se haga su voluntad, también decimos mal, con lo cual renunciamos a la posibilidad de hacer, de luchar o nos libramos de nuestra responsabilidad. Dios no quiere que en Venezuela se asesine a  más de 20000 hijos cada año,  no los llamó a su reino, ni menos dispone que existan quienes  asesinan por asesinar y se pueda pensar que así lo quiere Dios, ni quiere los accidentes de tránsito o caídas de aviones o Tsunamis.   Dios no quiere que  nuestros padres, hijos, niños ni que nadie ni que Chávez se muera. Ni menos querrá que lo mantengan vivo-muerto para que otros muertos vivan.  Dios no quiso que se despilfarraran  billones de bolívares ni quiere que planifiquemos hacerle daño al otro y menos si lo hacemos con los hombros levantados y exclamemos,  Ah!, no, eso no importa, si no lo sabe….  No quiere que  quienes mientan, manipulan, hagan todo cuanto hacen y que no se haga  todo cuanto se debe hacer para desenmascararlos.  Por tanto,  todas las cosas que el hombre ha hecho, hace y hará  necesariamente  son del hombre su responsabilidad, sea en el arte, la ciencia, la técnica, el obrar, el actuar,  las guerras,  y en las relaciones con los demás tiene que ajustarse a reglas que impidan que al  hacer todo lo que le da gana pueda dañar a los demás, matar, traicionar, mentir…y, si somos judeocristiano  asumimos, Las  reglas, La Ley, para el bien obrar y para penar a quien actúa mal.  Pero si no se es, se asumen reglas que el hombre hace con los mismos fines,  en definitiva,  todo cuanto el hombre hace para el bien o para el mal, por su bien o por su mal, por placer o por piedad  son opciones del hombre y nada más. Es nuestra opción.


            En ese duro oficio del pensar como contribuir a salir de nuestro propio infierno nacional, vino en mi auxilio la exigencia del maestro Casas y García y un texto del cual ni un puntico de la i  se puede quitar, de Ratzinger, compartámoslo:
“¿Qué puede decirnos la tercera caída de Jesús bajo el peso de la cruz? Quizá nos hace pensar en la caída de los hombres, en que muchos se alejan de Cristo, en la tendencia a un secularismo sin Dios. Pero, ¿no deberíamos de pensar también en lo que debe sufrir Cristo en su propia Iglesia?  En cuantas veces se abusa  del sacramento  de su presencia, y en el vacio y maldad  del corazón donde entra a menudo. ¡Cuantas veces celebramos sólo nosotros sin darnos cuenta  de él! ¡Cuantas veces se deforma y abusa de su Palabra! ¡Qué poca fe hay en muchas teorías, cuantas palabras vacías!  ¡Cuanta suciedad en la Iglesia y entre los que, por su sacerdocio,  deberían estar completamente entregados a él!  ¡Cuanta soberbia, cuanta autosuficiencia!  ¡Que poco respetamos el sacramento de la Reconciliación en el cual nos espera para levantarnos de nuestras caídas!  ¡También esto está presente en la pasión!  La traición de los discípulos, la recepción indigna de su Cuerpo y de su Sangre, es ciertamente el mayor dolor del Redentor, el que traspasa el corazón. No nos queda mas que gritarle desde lo profundo del alma, Kyrie, eleison,  Señor, sálvanos (cf. Mt 8,25) “


            En este texto  de Ratzinger,  a días antes de ser elegido Papa,  está la clave para el buen obrar, lo cual no podemos hacer si  desde nosotros mismos, si desde dentro de nuestra conciencia no hacemos una rigurosa revisión de cuanto hacemos o dejamos de hacer. Ese texto de Ratzinger tardó  la Iglesia dos mil (2000!) años  para verse obligada a escucharse.  Después de la conversión de Constantino, cuando deja la Iglesia de luchar para alcanzar la verdad y ello reclama para lograrlo limitar las garras  del poder,  ella pasó  a ser poder y le salieron sus propias garras.  La Iglesia se hizo poder y, como tal, empresaria, regente, administradora, banquera, comerciante, beneficiara pero también maleficiaria de las perversiones normales del Poder.  Hubo sí, desde luego, voces excepcionales que plantearon las cosas de otro modo, pero la Iglesia no tenía capacidad de oír, de escuchar, de pensar,  por  ser ella misma el centro del poder, el poder hace sordo a quien lo tiene,  con altibajos, pero, mucho mas el goce de los altos que la angustia  de los bajos, para hacerse en el poder y serse en él. La voz de  Santa Catalina de Siena, valga tan bella dama, a pocos días del día de la mujer, tan sabia Mujer para ponerla  como uno de los grandes pilares por la libertad, por la transparencia ante las relaciones de poder, por el poder de la razón ante la arbitrariedad, pero… nadie la oyó. Se habría ahorrado la humanidad alrededor de 700 años de ineticidad, y la iglesia de suciedad, en la voz de  Ratzinger.

            En esa prudencia que el poder impone realizarse en el silencio cómplice, la prudencia del poder no es otra cosa que  hipocresía perversa para exhibirse como bondad, justicia, equidad, honestidad, contra la cual Cristo y Ratzinger  son implacables,  fue para siempre desnudada con el  Concilio Vaticano II que, para desgracia de la humanidad y de modo especial para la Iglesia que  tuvo tanto miedo de él,  partes fundamentales fueron ocultas, pero ello permitió que se afinara mas el proyecto de Ratzinger, escoger el oportuno momento para este manifiesto, del cual transcribí arriba un fragmento.  En la historia de la iglesia ella  se asumió como su derecho  señalar los yerros, pecados  de otros y buscar, según su real saber y entender,  salidas a problemas, incluyendo en ella la sanación, la hoguera, la excomunión, la Inquisición. Tardíamente creó la doctrina social de la iglesia para oponerla al discurso  comunista, y el anticomunismo fue su bandera,  pero la caída del muro de Berlín  la hizo  volver  sus posaderas, jugar con las apariencias. Ratzinger habla, dixit.  ¡Cuanta suciedad en la iglesia!, exclama. Bien sabe Ratzinger  que la pedofilia, la pederastia, las complicidades bancarias, las mentiras macabras, la idolatría, la manipulación, el adulterio,  la complicidad con el poder son males de siempre  agudizados en nuestra era con la industria de la pornografía que carece de fronteras, los fundamentalismos del mercado,  las mafias, de modo que  ninguna de ellas es de su exclusividad, pero lo que sí  es de  exclusividad de la Iglesia  es su necesidad de salir de  la  aberración de practicarlas, de tolerarlas,  tanto mas cuanto que la palabra  que viene de  la Iglesia tiene que corresponderse con la verdad de sus enunciados, de sus  principios. Tomas de Aquino reitera que la verdad, dígala quien la diga, Satanás incluido, es palabra del Espíritu Santo, y yo comparto, pero la Iglesia no puede ser Satanás. 

            Este tiempo, estos días, fue el momento,   el más oportuno porque, a diferencia de otros eras, épocas,  ella no podrá esconder ni ocultar su miseria,  en sí misma a sí misma de sí misma,  nada de lo que pasa en el seno de la Iglesia puede hoy ser desconocido. Lo que no quiera oír la Iglesia desde sí misma,  tendrá que oírlo desde afuera, sus oídos de sordera perenne tienen que abrirse, quiera o no quiera,  de lo contrario quedará  condenada a suicidarse. La Iglesia tiene que modificar su radicalmente obsoleto discurso litúrgico. La liturgia empecinada en probar la  continuidad e indisolubilidad del Viejo Testamento con el Nuevo pierde su tiempo en esa retórica inalcanzable para la gente, por tanto, ha de dar paso a una reflexión diaria sobre la ética, la vida, la existencia de  la libertad y como conseguirla, preservarla, mantenerla. Crece el Islam,  decrece el catolicismo,  crecen diversas congregaciones  cristianas y reemplazan sistemáticamente a la Iglesia  romana.  La soledad acompaña a Jesús en las  iglesias y para evitar que huyan ella y él de esos cautiverios,  la jerarquía burocrática mantiene herméticamente cerradas las puertas. 

            Venezuela, quiero decir, nosotros tenemos que asumir el discurso de Ratzinger.  No se si estamos peor o mejor que la Iglesia. Pero si se que tenemos la misma necesidad que demanda Ratzinger para la Iglesia.  No se como empezar, pero una tarea urgente es el desmontar el lenguaje que se impone desde el gobierno, desde el PSUV, desde la Capilla de la Esperanza, en el Hospital Militar, de las misas en donde  dos curas católicos y un pastor pusieron a dios de rodillas para ordenarle que salvase a Chávez, mediante una de esas  formas de manipulación  que permite  alimentar la esperanza, anhelar el milagro, a sabiendas de que  Dios ni se ocupa de eso ni tiene por qué  hacerlo,  a sabiendas ellos, los tres, que hacen del cristianismo una confesión exclusioncita y de Dios un ser manipulado.  Nuestras universidades si  quieren salvarse, casi diría para alcanzar  su resurrección, tienen que  desnudarse,  probablemente  da vergüenza ver tanta feura,  pero es lo que tenemos y no podemos correr el riesgo de las cirugías reconstructivas, ni implante de glúteos de mujer maravilla,  se caen luego o se mueren  por mala praxis médica.  

            Los partidos, obligados están a  transformarse de maquinarias electorales, de ser objetivación y práctica de la Realpolitik,  en organizaciones con  fundamento científico y orientación ética para poder enfrentar la perversión, la corrupción y para fundamentar lo que  se debe y tiene  que hacerse.  Y así cada uno de nosotros ha de reinventarse, tarea imposible de realizar solo, uno es demasiado cómplice consigo mismo, por tanto está en él la búsqueda de  las orientaciones y acciones para zafarse de  esta realidad que día a día asalta a la razón, devora la poesía y condena al silencio a la música, al canto.

fuente: recibido directamente del Autor, al que agradezco.


Americo Gollo Chavez, escritor, 
profesor, docente e intelectual venezolano


Ingreso a LUZ
01.02.69. Dirección de Cultura.
09.07.93. Profesor. Facultad Experimental de Ciencias
Titular
Jubilado

Estudios Realizados

Doctor en Filosofía. Universidad Eotvas Lorand
Budapest. Hungría. 03.05.79

Investigación Post doctoral, Estética
Instituto Schiller, Alemania Federal. 1991

Licenciado en Letras Hispánicas. LUZ. 69

Primer Nivel de Maestría en Educación Superior. LUZ l973.

Sociología Literatura. 1 al 24 de nov. 1974. FHE.LUZ

Semiología del Objeto. LUZ 84 Hs. FEC.LUZ. 1976

Lengua Alemana. Un año Instituto Goethe. Prien. 1977.

Tercer año de Economía. LUZ. 61.62.63.

Idiomas: Latín, Español, Francés, Alemán.

Cargos Desempeñados en LUZ:  
Decano Fundador(I) de la Facultad Experimental de Arte, desde el 06 02 00 Prof. De Comunicación y Lenguaje. FEC. LUZ. Desde l973. Primer Lugar en el ingreso según la metodología empleada. 
Coordinador del Eje del Pensamiento Simbólico: Matemática, Lógica, Lenguaje, FEC. Años 73 74 75.
 Profesor de Epistemología: Matemática y Sociedad; Ciencia y Sociedad. Departamentos de Matemática, Física. FEC. LUZ .
 Profesor de Estética. Postgrado de Letras Facultad de Humanidades Profesor de Metodología de la investigación. Fac. De Ciencias Jurídicas y Políticas de LUZ. 
Postgrado en Ciencias Políticas.
 Coordinador de la Comisión Central del año Jubilar de LUZ, en El 50 aniversario de su reapertura. 
 Proponente y Coordinador de la Comisión para la creación de La Facultad Experimental de Arte. 
Representante de LUZ ante la Comisión Bicameral y la AVERU para el análisis del PLES. 98 –99.
 Coordinador Primer Encuentro de Educación Musical para América Latina, UNESCO, CONAC; UCV, LUZ...Caracas Sep 1996 
 Moderador del II Encuentro Musical de Expertos de A.Latina. UNESCO, UCV, LUZ; .....Caracas 1997. 
fuente: http://www.analitica.com/colaboradores/6307970.asp 

   

 


 

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