domingo, 19 de julio de 2009

Daniel Chirón, poeta argentino-universal y su dolor ante el atentado al edificio de la AMIA(Asociación Mutual Israelita Argentina) en Buenos Aires.

18 de julio (*)

¿Qué sucede esta noche entre todas las noches?
Todas las noches comemos en forma abundante
y cantamos y reímos con el vino
pero esta noche sólo hay pan ázimo y vinagre
pues estamos tristes pensando en el destierro.
¿Qué sucede esta noche que no entonamos cánticos?
Todas las noches alabamos a Dios
con nuestros mejores acentos
pero esta noche el silencio reina
porque nuestra hambre es débil
y extenso el desierto.
¿Qué sucede esta noche que las sombras ganan
nuestras casas?
Todas las noches las luces brillan para iluminar la mesa
pero esta noche sólo hay un candelabro
para que recordemos la oscuridad.
¿Qué sucede esta noche que nuestras manos
y lenguas tiemblan?
Todas las noches rezamos por el día que vendrá
y bailamos al pie de nuestros lechos
porque la sangre inocente no deja huellas
pero esta noche permanecemos quietos
mientras las aguas se desbocan
y las oraciones son para los muertos
que aún nos acompañan.
¿Qué sucede esta noche que apretamos los labios
y cerramos los ojos?
Todas las noches las palabras
nos protegen de la piedra
pero esta noche las voces están mudas
y reímos en trágico gozo
pues un solitario muro delata nuestra intemperie.
¿Qué sucede esta noche que todos ocultan su mirada?
Todas las noches distinguimos camaradas
y detenemos con la elocuencia
la caída de los cuerpos
pero esta noche la ausencia
hiere nuestras carnes viejas
y la soledad del nombre
hace que escuchemos lo que antes veíamos.
¿Qué sucede esta noche que la alegría plegó sus alas
y el silencio distrae nuestros pensamientos?
Todas las noches,
aunque la muerte nos pise los talones,
anunciamos a la luna y adoramos al león
pero esta noche nadie llamó a nuestra puerta
y ya es demasiado tarde para que alguien venga
y nos guíe a través de las estrellas.
¿Qué sucede esta noche entre todas las noches?
Todas las noches un espíritu recorre e
l día de nuestras bodas, imagina el primer beso,
el súbito esplendor, la loca belleza
pero esta noche un viento helado tañe los rostros
y el alma es polvo y cieno bajo las garras de la memoria perdida.
Esta noche somos perros que han extraviado a su amo.
En esta noche no hay nadie en el sepulcro.


(*)Esta poesía forma parte del poemario "Candelabros"
"Este poemario obtuvo el 1° Premio de Poesía Fundación Inca de 1994 con un jurado integrado por Antonio Requeni, Luis Ricardo Furlan y Esther de Izaguirre".

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