El país no pasaba por un buen momento en lo económico, ni tampoco en lo político y lo militar. La amenaza de el envío de tropas españolas y la presencia de las mismas en el norte (controladas con mucho esfuerzo por las guerrillas de Güemes) colocaban a las Provincias Unidas en una situación comprometida, agravada aún más por las desavenencias internas entre los diferentes grupos políticos en torno a la forma de gobierno a implementar. Pese a todos los inconvenientes, los congresistas reunidos en Tucumán declararon solemnemente la independencia des estas provincias de España.9 de julio de 1816.
Por la mañana, en reunión solemne, y en medio de honda expectativa, el secretario Juan José Paso lee la proposición consiguiente, y luego pregunta a los diputados si quieren "que las provincias de la Unión sean una nación libre e independiente de los Reyes de España y su metrópoli". Una aclamación cerrada por la afirmativa sigue a la pregunta, y enseguida los diputados ratifican individualmente su aprobación.
El Acta respectiva es elocuente y pone de manifiesto la emoción que embarga a los firmantes, presididos por el diputado por San Juan, Francisco Narciso Laprida. Una carta del diputado Darragueira a Tomás Guido, fechada en Tucumán la noche del 9 de julio, informa lo ocurrido: "Después de una larga sesión de nueve horas continuas desde las ocho de la mañana en que nos declaramos en sesión permanente hasta terminar de todo punto el asunto de la Declaración de nuestra suspirada independencia, hemos salido del Congreso cerca de oraciones con la satisfacción de haberla concluido, y resuelta de unanimidad de votos nemine discrepante (sin que nadie discrepe) en favor de dicha independencia que se ha celebrado aquí como no es creíble, pues la barra, en todo el gran patio, y la calle del Congreso han estado desde el medio día lleno de gente, oyendo los que podían los debates, que sin presunción puedo asegurar a Ud. que han estado de lo mejor."
Los problemas políticos internos de la Provincias Unidas eran serios; la discordia y la divergencia de intereses regionales eran la moneda corriente; Tulio Halperín Donghi describe la delicada situación que se vivía en julio de 1816:"La unanimidad se hace en torno de la declaración de independencia, votada el 9 de julio y solicitada antes ansiosamente por San Martín, pero se rompe en torno del problema de la forma de gobierno.
El 6 de julio Belgrano ha defendido elocuentemente la restauración de la monarquía incaica; a su juicio los directores de la política europea no podrán poner objeciones de principio a esta inesperada aplicación ultramarina de las doctrinas legitimistas. La monarquía incaica no sólo debería reconciliar a la revolución porteña con Europa; también la reconciliaría con su ámbito americano, en que se implanta mal; transformaría definitivamente la revolución municipal en un movimiento de vocación continental. Las discusiones que siguen no llegan a conclusiones precisas; el diputado Oro, de San Juan, pide que el Congreso no resuelva este asunto tan grave sin consultar a los pueblos; por su parte, se retira de la discusión, alegando carecer de instrucciones.
El diputado Anchorena, revelando demasiado bien tras sus consideraciones inspiradas en Montesquieu cuál es la razón de su alarma, señala que en el vasto país las diferencias de la naturaleza las crean los temperamentos: la montaña siente y piensa de un modo y la llanura de otro. ¿Quiere decir Anchorena que la llanura es republicana y la montaña monárquica, o más bien que es la montaña la más apegada a la tradición prehispánica, o finalmente expresa de modo eufemístico su horror ante la idea de ver a un indio peruano gobernando a su Buenos Aires?
En todo caso la solución que propone es la que la sabiduría política porteña volverá a descubrir cada vez que pierde la hegemonía sobre el país: acaso éste está hecho para ser federal...
Llevado el debate a términos tan generales y elevados, no es extraño que no desemboque en ninguna resolución, aunque los proyectos monárquicos serán constantemente debatidos, y sucesivamente el oscuro descendiente de los incas que vivía aún en algún lugar del Perú, el no más ilustre Borbón de Luca, los indeterminados parientes pobres de la casa real inglesa serán examinados como futuros cónyuges de una infanta portuguesa y soberanos del Río de la Plata."
(Tomado de: Tulio Halperín Donghi, De la revolución de independencia a la confederación rosista, Buenos Aires,
FUENTE:
http://www.mininterior.gov.ar/agn/escuela_independencia.asp
Acta de la Emancipación
"En la benemérita y muy digna ciudad de San Miguel del Tucumán, a los nueve días del mes de julio de 1816...:
Nos, los representantes de las Provincias Unidas de Sud América, reunidos en Congreso General, invocando al Eterno que preside el universo, en el nombre y por la autoridad de los pueblos que representamos, protestando al cielo, a las naciones y a los hombres todos del Globo la justicia que regla nuestros votos; declaramos solemnemente a la faz de la tierra que voluntad unánime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que las ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueran despojadas, e investirse del alto carácter de nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli. Quedar en consecuencia de hecho y de derecho con amplio y plenos poder para darse las formas que exija la justicia, e impere el cúmulo de las actuales circunstancias.
Todas y cada una de ellas así lo publican, declaran y ratifican comprometiéndose por nuestro medio al cumplimiento y sostén de esta voluntad, bajo el seguro y garantía de sus vidas, haberes y fama. Comuníquese a quienes corresponda, para su publicación, y en obsequio del respeto que se debe a las naciones, detállense en un manifiesto los gravísimos fundamentos impulsivos de esta solemne declaración. Dada en la sala de sesiones, firmada de nuestra mano, sellada con el sello del Congreso y refrendada por nuestros diputados secretarios, Francisco Narciso de Laprida, presidente, Mariano Boedo, vicepresidente..."
A continuación seguían las firmas de los diputados Darregueira, Acevedo, Sánchez de Bustamante, Aráoz, Gallo, Malabia, Colombres, Serrano, Rodríguez, Gorriti, Pérez Bulnes, Gascón, Rivera, Castro Barros, Thames, Maza, Paso, Sáenz, Medrano, Pacheco de Melo, Godoy Cruz, Uriarte, Sánchez de Loria, Salguero, Santa María de Oro y Anchorena.
http://www.todo-argentina.net/historia/independencia/9_de_julio.html
Declaración de la Independencia
Después de resolver la designación de Pueyrredón como Director Supremo, el Congreso se abocó a debatir sobre el mandato que tenían los diputados acerca de la Independencia.
Así se llegó al 9 de julio, con la presidencia de Francisco Narciso de Laprida. Él tuvo el privilegio de preguntar a los congresales: "¿QUERÉIS QUE LAS PROVINCIAS DE LA UNIÓN SEAN UNA NACIÓN LIBRE E INDEPENDIENTE DE LOS REYES DE ESPAÑA Y SU METRÓPOLI... ?"
Todos los diputados contestaron afirmativamente e inmediatamente se labró el "Acta de la Emancipación".
Declaración Adicional
El 19 de julio se celebraron dos sesiones. La primera fue pública y en ella se redactó y aprobó la fórmula del juramento que debían prestar los diputados.La segunda sesión fue secreta. En ella, a pedido del diputado por Buenos Aires Pedro Medrano, se aceptó que a la Declaración de la Independencia se le introdujera una modificación en el párrafo referido a la emancipación. El nuevo párrafo quedó así:
" ...una nación LIBRE e INDEPENDIENTE del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli y de toda otra dominación extranjera... ".La causa de esta declaración adicional se debía a un persistente rumor que decía que a espaldas de los diputados se estaba gestionando un protectorado portugués.
Intentos de organización
El Congreso de Tucumán cerró el ciclo iniciado en mayo de 1810 al proclamar la independencia de la metrópoli, el monarca español y de toda nación extranjera. A partir de ese momento, la lucha armada tomó características de "guerra internacional", porque no se trataba ya de conflictos internos sino de lograr la independencia de los pueblos hermanos. A su vez, los congresales de Tucumán tenían por delante una ardua labor: organizar el país.
Debates Sobre la Forma de Gobierno
Una vez declarada la independencia, los miembros del Congreso se abocaron a tratar la posibilidad de dictar una Constitución que organizara al nuevo estado. Hubo distintas posturas, entre las que sobresalieron: Mayoría monárquica: era la forma de gobierno por la que se inclinaba la mayoría de los diputados.
Esto se entiende, ya que la monarquía era la única forma de gobierno que conocían, por lo que estaban convencidos de que la monarquía constitucional era lo mejor; a lo que se sumaba el desprestigio del sistema republicano francés y el regreso de las monarquías absolutas en Europa. Manuel Belgrano, que acababa de llegar de Europa, expuso ante los diputados su convencimiento del sistema monárquico constitucional y aconsejó entronizar a un descendiente de los Incas, idea que captó la adhesión de los representantes del Alto Perú. Hubo dos diputados que con sus posturas firmes lograron retrasar una definición sobre este tema.
Uno Fray Justo Santa María de Oro, que al no tener instrucciones de su provincia, manifestó su decisión de retirarse del Congreso si se determinaba una forma de gobierno sin consultar previamente a los pueblos. El otro fue Tomás Manuel de Anchorena que impulsó el concepto de "Federación de Provincias".
Traslado del Congreso a Buenos Aires
A principios de 1817 el Congreso decidió trasladarse a Buenos Aires con el fin de estar cerca del Director Supremo, Pueyrredón y actuar conjuntamente frente a los graves acontecimientos.
En efecto, las tropas portuguesas invadieron la Banda Oriental; las tropas del Alto Perú seguían presionando sobre las fronteras que defendía Güemes mientras crecía el descontento en muchas provincias por el cariz monárquico que tomaban las deliberaciones en el Congreso.
Misión de Thompson
El 16 de marzo de 1816 se envió una misión diplomática a Norteamérica, al frente de la cual iba Martín Thompson. Entre las instrucciones impartidas se destaca el artículo cuarto que decía: "Le pedirá - al gobierno de Washington - toda clase de auxilios, comprometiéndose a nombre de este Gobierno a retribuirlos con todas lasa ventajas imaginables a favor del comercio de ese país..."
Y en el artículo quinto decía: "Expresamente pedirá dos fragatas, o cuando menos una de guerra, para la protección del comercio de aquel país e introducir la preponderancia de los norteamericanos sobre los nacionales o británicos..." Pese a las generosas promesas la misión fracasó y en enero de 1817, Pueyrredón cesanteó al comisionado.
http://www.todo-argentina.net/historia/independencia/9_de_julio.html
foto: General Jose de San Martín: heroe de la Independencia Argentina. Elegido por la historia argentina como el principal
heroe que libertó Argentina, Chile (junto con el Gral. Bernardo de
O'higgins) y Perú, de las garras del Imperio Español.
El otro gran Heroe Argentino es, sin lugar a dudas, el Gral. Manuel Belgrano, creador de la Bandera Argentina y una de las figuras mas brillantes de la Historia Argentina.
Lic. Jose Pivín
frente al puerto de Haifa
frente al mar Mediterráaneo
La foto fue tomada de Internet.
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