Frases de don Inodoro, de su inmensa compañera y de su fiel amigo
- Dígame don Inodoro ¿usté está con la Eulogia por alguna promesa?
- Vago no, quizá algo tímido para el esjuerzo
- Estoy comprometido con mi tierra, casado con sus problemas y divorciado de sus riquezas.
- ¿Y usted cómo se gana la vida?
No andará mal de la vista, don Inodoro?
- ¿Por qué esta agresión gratuita?- ¡Si quiere se la cobro!
- El pingüino es monógamo.
- Eso de "hasta que la muerte los separe" es una incitación al asesinato.
- Usté no está gorda, Eulogia. Es un bastión contra la anorexia apátrida.-
- Pereyra, míreme a la cara.
- La Eulogia es una santa. No como mi cuñada que sufre el Síndrome de la Abeja Reina. Se cree una reina y es un bicho.
- Ahura hay fertilización asistida. Vea el caso de la señora del viejo Aredes. Quedó embarazada. En el pueblo se comenta que al viejo lo ayudaron.
- ¡Mire esta vaca, Serafín! Musa inspiradora de miles de composiciones escolares... ¡Y ahora es acusada de traficante de colesterol por el naturismo apátrida! Nos da su leche, su carne, su cuero. ¡Lo quiero ver a usté haciéndose una campera de zapallitos!
- La muerte nivela a güenos y malos, don Inodoro. Lo malo es que nivela pa' bajo.
- Estuvo divertido el pesebre viviente este año, Mendieta.
- Soy crítico meteorológico, señor. La tormenta de anoche. "Floja iluminación de los relámpagos, yuvia repetida, escenografía pobre y pésimo sonido de los truenos en otro fiasco de esta puesta en escena de Tata Dios.Una típica propuesta de verano, liviana, pasatista, para un públicopoco exigente".
- ¡No me diga que va a barrer, Pereyra! ¡La última tarea doméstica que hizo jué doblar una serviyeta!
El genial humorista, dibujante y escritor argentino falleció a los 62 años en su Rosario natal, tras una larga enfermedad neurológica degenerativa. Apasionado y prolífico, Roberto Fontanarrosa dejó su sello brillante a través de cuentos, historietas y personajes inolvidables.
Nació el 26 de noviembre de 1944 en Rosario, la ciudad que amaba y jamás abandonó.
Fue un ferviente hincha de Rosario Central y fusionó esa pasión por el fútbol con el humor gráfico y la literatura, en los que describió con brillantez la realidad argentina.
El talentoso artista odiaba estudiar y abandonó el secundario tras repetir tercer año. El creador del célebre Inodoro Pereyra había forjado una gran amistad con Caloi, el autor de Clemente.
Tuvo un único hijo, Franco, con quien se lo ve en una de las fotos veinte años atrás. En 2003 se le declaró una esclerosis que le produjo una parálisis en algunos músculos.
Con coraje y humor sobrellevó la adversidad. Junto a su mujer, Gabriela, y su nieto, Roque, asistió al emotivo homenaje que le brindaron en abril de 2007 en Victoria, Entre Ríos, uno de los numerosos agasajos y distinciones que recibió en vida y que tomó con absoluta humildad, el rasgo que siempre lo caracterizó.
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