Lunfa (Vida, Muerte y Resurrección)
Dejaste una huella, tanito inocente,
sobre cada canto que inventó el gotán
y fueron entonces, tus simples sonidos
palabras hirientes para los oídos
del grasa bourgeois.
Y vinieron luego oscuros caneros
y algún enjaulado, los que se engancharon
con sus distorsiones
mientras se diqueaban con su inventar.
Y otros canfinfleros, con chamuyo rante,
sembraron la risa en la larga lista,
entre rafa y noche,
grelas y champán.
Diccionario raro que nació en la lleca,
hijo de pebeta y viejo bacán
y ensanchó busarda de manyar parolas
y guillar decires
de tanta gringada que cayó del barco,
sin ningún morlaco,
buscando marroco, bulines y paz.
Te patearon tanto,
mi viejo, mi lunfa,
que te deschavaron como un gran traidor
Por décadas fuiste el mishia de luto
que escondió la jeta
detrás de un portón...
Hoy no reconozco tus brillos y smoking
tras ríos de aplausos y la aprobación
de la gran gilada que recién te entiende,
y la Real Academia,
que ya te aprobó.
"Un bello poema que nos acerca, al respecto, nuestra amiga Haidé Daibán. Los invitamos a disfrutarlo y a aportar inquietudes para publicar en este espacio: El Lunfa hoy."
Centro Cultural del Tango Zona Norte" <nortangoxxi@yahoo.com.ar>,
LUNFARDO:
El lunfardo es un argot utilizado en la región del Río de la Plata (Argentina y Uruguay), aunque varias de sus palabras en el transcurso del siglo XX y el presente siglo, se han difundido a países vecinos, como por ejemplo Chile o Paraguay.
El lunfardo más cerrado comenzó como lenguaje carcelario (casi como una germanía) de los presos, para que los guardias no los entendieran a fines de siglo XIX. Muchas de sus expresiones llegaron con los inmigrantes europeos (principalmente italianos) en tal caso, cuando ocurre una mezcla de lenguas españolas e italianas en el área rioplatense se produce el cocoliche del cual derivan muchísimas palabras lunfardas pero ha de tenerse en cuenta que el cocoliche no es exactamente el lunfardo; otras palabras llegaron del lenguaje típico
El lunfardo más cerrado comenzó como lenguaje carcelario (casi como una germanía) de los presos, para que los guardias no los entendieran a fines de siglo XIX. Muchas de sus expresiones llegaron con los inmigrantes europeos (principalmente italianos) en tal caso, cuando ocurre una mezcla de lenguas españolas e italianas en el área rioplatense se produce el cocoliche del cual derivan muchísimas palabras lunfardas pero ha de tenerse en cuenta que el cocoliche no es exactamente el lunfardo; otras palabras llegaron del lenguaje típico
También merece destacarse el vesre, modalidad que permite la generación de nuevas palabras mezclando las sílabas. Por ejemplo, «tango» es gotán, «pantalón» es lompa. En idioma francés existe un juego de palabras similar, llamado verlan (vesre fonético de l’envers).
Hoy en día, algunos términos lunfardos han sido incorporados al lenguaje habitual de toda la Argentina y Uruguay, mientras que gran cantidad de las palabras del lunfardo en su época de arrabal han caído en desuso o han sido modificadas, por ejemplo la palabra "leones" para significar a los pantalones ha mutado - a través de "leoncios"- en liensos.El término lunfardo se ha convertido en sinónimo de «habla del porteño» —principalmente habitantes de la ciudad de Buenos Aires y aledaños o Gran Buenos Aires—, aunque tal definición dialectal es poco precisa, el habla del montevideano también resulta lunfarda, y todo neologismo que haya alcanzado un mínimo grado de aceptación es considerado un término lunfardo. El lunfardo original ha quedado inmortalizado en numerosas letras de tango. Para preservar este legado cultural, el 21 de diciembre de 1962 fue creada la Academia Porteña del Lunfardo. Hay también diccionarios específicos de lunfardo que se pueden consultar.
Si bien el lunfardo (o abreviadamente, lunfa) surge en Buenos Aires y Montevideo durante la segunda mitad de s. XIX con el gran aporte de la inmigración italiana (la palabra lunfardo deriva precisamente del lombardo), se debe tener en cuenta que, ya en sus orígenes, tuvo aportes provenientes de Francia, especialmente de Occitania, del inglés (por ejemplo, las palabras jailái, jailaife, de high life o espiche de speech), del gallego y del portugués, entre otros.
El lunfardo tiene también palabras aborígenes, en especial de los idiomas quechua, guaraní y mapuche, dándose interesantes síntesis idiomáticas.
La etimología misma de la palabra lunfardo, tal cómo se ha señalado, deriva de lombardo, aún hasta principios del siglo XX era frecuente entre las poblaciones italianas llamar "lombardi" (lombardos) a los hampones, quizás recordando a las invasiones lombardas de inicios de la Edad Media.
Hoy en día, algunos términos lunfardos han sido incorporados al lenguaje habitual de toda la Argentina y Uruguay, mientras que gran cantidad de las palabras del lunfardo en su época de arrabal han caído en desuso o han sido modificadas, por ejemplo la palabra "leones" para significar a los pantalones ha mutado - a través de "leoncios"- en liensos.El término lunfardo se ha convertido en sinónimo de «habla del porteño» —principalmente habitantes de la ciudad de Buenos Aires y aledaños o Gran Buenos Aires—, aunque tal definición dialectal es poco precisa, el habla del montevideano también resulta lunfarda, y todo neologismo que haya alcanzado un mínimo grado de aceptación es considerado un término lunfardo. El lunfardo original ha quedado inmortalizado en numerosas letras de tango. Para preservar este legado cultural, el 21 de diciembre de 1962 fue creada la Academia Porteña del Lunfardo. Hay también diccionarios específicos de lunfardo que se pueden consultar.
Si bien el lunfardo (o abreviadamente, lunfa) surge en Buenos Aires y Montevideo durante la segunda mitad de s. XIX con el gran aporte de la inmigración italiana (la palabra lunfardo deriva precisamente del lombardo), se debe tener en cuenta que, ya en sus orígenes, tuvo aportes provenientes de Francia, especialmente de Occitania, del inglés (por ejemplo, las palabras jailái, jailaife, de high life o espiche de speech), del gallego y del portugués, entre otros.
El lunfardo tiene también palabras aborígenes, en especial de los idiomas quechua, guaraní y mapuche, dándose interesantes síntesis idiomáticas.
La etimología misma de la palabra lunfardo, tal cómo se ha señalado, deriva de lombardo, aún hasta principios del siglo XX era frecuente entre las poblaciones italianas llamar "lombardi" (lombardos) a los hampones, quizás recordando a las invasiones lombardas de inicios de la Edad Media.
fuente: WIKIPEDIA
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