sábado, 12 de abril de 2014

HUMOR DEL DESIERTO: El árabe y el viejo catalán.

 Agotado y desesperado por la sed, un 
árabe se arrastraba por el Sahara, 
cuando divisó un movimiento en la 
distancia.

Esperanzado en hallar agua, se fue 
acercando hasta la imagen.
 
Era un catalán viejo, sentado frente a 
un caballete lleno de corbatas.
- "Estoy desfalleciendo de sed. 
¿Podría darme agua? -imploró el árabe".

El catalán le respondió:
 - "La verdad es que no tengo agua, 
pero ... ¿por qué no me compra una 
corbata?" .
Aquí tengo una que va perfecta con 
su túnica...

- "¡No quiero una corbata! Aulló el 
árabe... ¡Agua, coño, quiero agua !"

- "Bueno, no me compre una corbata 
si no quiere pero, para que vea que 
soy una buena persona, le diré que 
pasando esa colina, a unos 6 
kilómetros, hay un pequeño oasis 
con un buen restaurant, propiedad 
de mi hermano. Camine en ese sentido, 
¡ellos tienen todo el agua que quiera!"

- El árabe lo agradeció y desapareció 
rápidamente tras la colina.

A las cuatro horas, el árabe regresó 

donde estaba el viejo catalán, que 
seguía sentado frente a su caballete 
de corbatas.

El viejo catalán le pregunta al árabe:

- "Le había dicho 6 kilómetros tras 
la colina; ¿no lo encontró? ¿se 
perdió?" .

- "Lo encontré perfectamente, ¡pero 
el cabrón de tu hermano dice que no 
se puede entrar sin corbata !"


fuente: autor anónimo-Llegó en un correo electrónico.

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