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domingo, 15 de septiembre de 2013

MEDIO ORIENTE: Los absurdos de la saga siria

 
 
 
 
 
Por Marcelo Kisilevski, desde Modiín, Israel
 
La incomprensión de lo que es el Medio Oriente y de la dinámica de sus conflictos llega a tal nivel, que el mundo no deja de caer en absurdos que gritan a los cielos de tan evidentes. El primero tiene que ver con la lógica norteamericana sobre el uso de armas de exterminio masivo. La guerra civil en Siria llevaba ya tres años y cien mil muertos cuando Bashar El Assad atravesó la “línea roja” marcada por el presidente norteamericano Barack Obama: el uso de armas químicas.
 
He aquí el primer absurdo: Assad está perpetrando un genocidio, y lo podría (lo puede) seguir perpetrando con total impunidad, siempre y cuando lo haga con balas, obuses de cañón y bombardeos aéreos con bombas convencionales lanzadas adrede sobre civiles indefensos. Si fuera por EEUU y Occidente, sólo el método, y no la cantidad de muertos, trazan esta arbitraria línea roja.
 
Es cierto que todo esto son excusas, y las consideraciones son puramente geopolíticas. Lo último que desea Obama, que prometió que su gobierno sería el del fin de todas las guerras, es atacar a Siria. Cualquier línea roja, desde este punto de vista, era y es una imprudencia retórica. Ahora, cualquier excusa será buena para anular todo el operativo: la ilegalidad que le marcó la ONU, la oposición de su propia opinión pública, la falta de mayoría en el Congreso, e incluso la propuesta rusa de colocar todas las armas químicas sirias bajo supervisión internacional, de la que dijo: “Es posible si es real. Es lo que venimos pidiendo ya años”. Cualquier escalera es buena para Obama, desesperado por bajarse del alto árbol al que se trepó sin querer.
 
La decisión de no atacar, en todo caso, sería tan correcta como la de atacar. Pues el segundo absurdo, en efecto, tendría que ver con Estados Unidos y también Israel alineándose contra Assad… a favor de Al Qaeda. Esta última organización, que hegemoniza la rebelión contra el régimen alawita, adopta en Siria el nombre camuflado de Jabhat El Nusra, un cambio de marca que posibilitaría la ayuda norteamericana a la organización responsable del mayor atentado terrorista de la historia. Estados Unidos ya ha ayudado a muchas organizaciones islamistas, incluidos Al Qaeda y Talibán, y Obama estará muy gustoso de zafarse de este nuevo absurdo.
 
Para Israel, el dilema no es menor. El Israel oficial ha mantenido su perfil bajo. Pero a la hora de elegir, parece preferir la caída de Assad a su triunfo contra Al Qaeda. La lógica es que, como dijo un experto militar, “contra los sunitas podremos arreglárnoslas; la caída de Assad es más tentadora, pues implica el quiebre del eje con Irán, principal enemigo de Israel”. Y ahí anduvo, en los últimos días, el premier Biniamín Netanyahu haciendo lobby casi abiertamente ante congresales estadounidenses a favor del ataque contra Damasco. Israel se ve, pues, apoyando (si bien sólo por default) a Al Qaeda, y tampoco se trata de una posición muy cómoda que digamos.
 
El ajedrez ruso
 
La incógnita rusa es el tercer absurdo de este episodio. Los opuestos a la guerra y los rusos se oponen a la “intervención norteamericana”. ¿Y qué con respecto a la intervención rusa? Es Rusia la que alimenta con armas al régimen de Assad con municiones, repuestos, cohetes S-300, aviones y todo lo que le pueda servir para mantenerlo en pie. Las motivaciones del presidente Vladimir Putin en esta partida son menos conocidas en el preocupado Occidente. Juegan los intereses económicos en la región de una potencia venida a menos, una ruta del petróleo que defenderán a capa y espada, una industria militar que necesita a toda costa mantener su clientela, incluidos tanto Siria como Irán.
 
Entra también la política interna rusa, en la que Putin debe demostrar día a día que no está jugando de perrito faldero de Obama. El poder del líder parece estable por ahora, pero en su nuca sopla el primer brote de oposición creíble en una década. Se llama Alexéi Navalny, postulado a alcalde de Moscú, al que las encuestas de intención de voto le daban un escaso 12%, y que en los comicios del último 8 de septiembre obtuvo  el 27% frente al actual alcalde y hombre de Putin, Sergei Sobyanin.
 
No hay que temer una nueva Guerra Fría todavía. Los números y la fuerza, aunque hubiera motivación, no le dan a Putin. Como quiera que fuere, la “intervención extranjera” en Siria comenzó hace mucho tiempo, existe desde muchos años antes del comienzo de esta guerra civil, y es la intervención rusa, no la norteamericana. Cuanto menos, desde el comienzo del genocidio, que incluye no sólo muertos sino también entre cuatro y seis millones de desplazados, deberíamos haber visto manifestaciones pacifistas en las capitales occidentales bajo el lema: “Rusos go home”.
 
Pacifismo selectivo
 
El cuarto absurdo de esta recorrida, precisamente, es la actitud del Occidente pacifista, los abanderados del “No a la guerra en Siria”. ¿Perdón? La “guerra en Siria” ha cumplido ya tres años. Existe allí un dictador genocida brutal. Se llama Bashar El Assad. Ha asesinado ya a más de cien mil de sus propios ciudadanos en una guerra desigual. Lo hace con ayuda iraní y rusa, y no vacila en utilizar todas las armas a su disposición. La guerra lleva ya tres años, pero sólo la insinuación de intervención norteamericana coloca en sus dos patas traseras a la juventud izquierdista y pacifista de Occidente y la saca a la calle con carteles pletóricos de palomas y ramas de olivo. Uno no puede menos que elevar las cejas, una vez más, y señalar: ¿cuál es la agenda detrás de este pacifismo selectivo?
 
En efecto, para este tipo de pacifismo, sólo falta que, como dice el mito urbano acerca de la BBC de Londres, publiquen un índice de cambio entre muertos según su grupo étnico y el bloque geopolítico al que pertenecen: ¿cuánto espacio en los medios o, en este caso, cuántas manifestaciones vale un muerto palestino y cuántas un muerto sirio? ¿Nueve muertos turcos en una Flotilla por los palestinos equivaldrán a cien mil sirios, o tampoco serán suficientes? ¿Hará falta un millón de ciudadanos sirios muertos para que los carteles acusen a Assad en las calles de América Latina?
 
Los intereses de los gobiernos y los partidos de izquierda en América Latina pueden ser comprensibles, siempre y cuando entendamos sus motivaciones geopolíticas y económicas, y dejemos de atribuirles virtudes morales.
 
La pregunta, más bien, va dirigida al individuo, ese joven estudiante universitario, militante de izquierda y por los derechos humanos que de verdad y con todo su idealismo cree en el poder de su generación para crear un mundo mejor. A él debe dirigirse la pregunta: ¿cómo eliges las causas de derechos humanos en el mundo por las cuales lucharás? ¿Cómo es que los palestinos, que suman menos de un tercio de los muertos en treinta años de conflicto con Israel, que los que ya lleva el matadero sirio en sólo tres, te sensibilizan hasta las lágrimas y te hacen dedicar tu escaso tiempo y dinero a participar en manifestaciones furibundas contra Israel, mientras que el verdadero genocidio, que ocurre frente a tus narices en Siria, te mantiene en la más absoluta indiferencia? Quizás llegues a la sospecha molesta de que lo que de verdad estás seleccionando –o están seleccionando por ti- no son pueblos que sufren (entre los que no debiera haber selección alguna), sino victimarios, lo cual es sustancialmente diferente.
 
Este es, por cierto, un mundo lleno de contradicciones y absurdos. Sólo si los miramos a la cara y nos informamos a fondo, podremos formarnos una opinión fundada. Pero antes, un poco de humildad.

sábado, 7 de septiembre de 2013

¿Porqué Siria? por Tiberio Yosif Klein




Siria limita con Turquía, Irak, Líbano, Israel y Jordania. A un paso de Irán, Arabia Saudita y Egipto. 

Está gobernada por el partido Baath Árabe Socialista, al mando de Bashar Al Assad, que heredó la presidencia dictatorial de su padre, Hafez Al Asad, que había gobernado el país con mano dura casi treinta años. (Hafez Al Asad tomó el poder en Siria el 13 de noviembre de 1970 con un golpe de estado, y gobernó con el partido Baath Árabe Socialista casi treinta años, hasta el 10 de junio de 2000. 

Lo sucedió su hijo, Bashar Al Asad, ganador de una candidatura única con el 99,7% de apoyo, y un 94,6% de participación de los sirios en las elecciones) 

 A raíz de los levantamientos populares de la primavera de 2011 contra los gobiernos dictatoriales que comenzaron en Túnez, y se extendieron a Egipto, Libia, Bahrein y otros, varios grupos opositores al gobierno sirio de Bashar Al Asad comenzaron a exigir más libertad. 

Esto fue reprimido brutalmente por el gobernante, lo que hizo estallar una guerra civil en junio de 2011. Entre los que luchan contra Al Assad, y que el gobierno llama “rebeldes”, está el Ejército Libre Sirio, que quiere llegar a una democracia a través de la lucha armada. 

Por otra parte está el Consejo Nacional de Siria, conformado por trece partidos de izquierda, tres partidos kurdos y muchos activistas independientes. 
Tienen una ideología nacionalista y quieren un diálogo con el gobierno. También está Al Quaeda, poco numeroso pero muy fuerte, que quiere crear un gran estado islámico fusionando a Siria con Irak. 
Y finalmente están los militares sirios desertores y otros prófugos, que quieren una transición al estilo egipcio original. 
 En Siria siempre fue difícil lograr una unidad nacional, debido a su diversidad. 
De los veintiún millones de sirios, la mayoría es musulmana sunita (el 74%). Los alauitas, que son una rama chiita a la que pertenece Bashar Al Asad y la mayoría de los miembros del gobierno, son apenas el diez por ciento, y también los cristianos son el diez por ciento. Hay otras comunidades más pequeñas, destacando entre ellas los kurdos. 

 (Fue en Antioquía, entonces ciudad de Siria, hoy en Turquía, que era parte del Imperio Romano, donde los seguidores de un judío llamado Ioshúa (Jesús) comenzaron a llamarse“cristianos” – por “Cristo”, del griego“ungido”, equivalente al “Meshiaj” judío,“Mesías” en español-.)

 El conflicto en Siria ya ha producido más cien mil muertos, y más de un millón y medio de refugiados y desplazados que se agolpan en improvisados campamentos en Irak, Líbano, Turquía, Jordania y el Kurdistán de Irak, lo que en este último caso incrementa el problema para la población de Irak. 
 Se habla de intervención militar contra el gobierno sirio de Bashar Al Asad, porque según Estados Unidos, tiene pruebas de que ese ha lanzado cohetes cargados con gas sarín a los suburbios de Damasco, la capital de Siria, dominados por los rebeldes. Según el recuento de víctimas, 21 de agosto pasado murieron 1.429 personas, 426 de las cuales fueron niños. 

El uso de armas químicas está prohibido mundialmente, y el presidente estadounidense Obama califica su utilización como haber cruzado la “línea roja”. 
Tanto él como sus aliados quieren evitar que se siga usando, para lo cual ha sido su intención intervenir en el conflicto como advertencia al gobierno sirio.

 (La “Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, Producción, Almacenaje y Uso de Armas Químicas y sobre su Destrucción”, es un tratado internacional que hace ilegal la producción, almacenamiento y uso de armas químicas. Firmado en 1993, entró en vigencia el 29 de abril de 1997, y pasó a aumentar el Protocolo de Ginebra de 1925 sobre armas químicas. Es administrado por la “Organización para la Prohibición de Armas Químicas” (OPCW), que es independiente y no pertenece a la ONU; inspecciona en todos los países miembros de Naciones Unidas) 

 Las Naciones Unidas han condenado el conflicto, pero en el Consejo de Seguridad, que toma las decisiones, no hay unanimidad, que es lo que se exige para actuar. Está conformado por Rusia, China, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, que son los que vencieron en la Segunda Guerra Mundial. Pero Rusia y China vetan cualquier acción contra el gobierno sirio. 

 Rusia apoya al gobierno sirio porque le vende al contado armamento a éste, y más que nada porque tiene en el puerto sirio de Tartús su única base militar rusa en el Mediterráneo y en el extranjero. 

Esta existe allí desde los tiempos en que Rusia era parte de la Unión Soviética durante la Guerra Fría. Al estar en el Mediterráneo abastece a la flota rusa, y es muy importante para ellos porque la salida de Rusia a ese mar desde el Mar Negro podría ser bloqueada por Turquía en el Bósforo, es decir que la podría bloquear la OTAN, a la que Turquía pertenece. (OTAN, Organización del Tratado del Atlántico Norte, es una alianza militar de veintiocho estados miembros para un sistema de defensa colectiva de estos si son atacados por un enemigo externo, basada en el Tratado del Atlántico Norte, firmado el 4 de abril de 1949.

 Otros veintidós países colaboran con la organización, y quince más se involucran en programas de diálogo. El gasto militar combinado de la OTAN supera el 70% del gasto militar mundial, y por supuesto que Rusia no es miembro) También Irán apoya al gobierno sirio, ya que este ha sido su ejecutor de la intervención armada contra Israel, y entrega de su parte ayuda a grupos terroristas chiitas en Medio Oriente, aparte de intervenir también en el Líbano. 

El grupo terrorista Hezbollah, creado por Irán, apoya con efectivos y armas al gobierno sirio, y la Guardia de la Revolución Islámica de Irán también tiene soldados apoyando a Al Asad en Siria. 

 En cuanto a la negativa de China de apoyar una acción de la ONU contra Siria, sus razones son pragmáticas, ya que no quiere que Medio Oriente se desestabilice, y con eso crear un alza del precio del petróleo que adquiere a Siria e Irán, lo que finalmente incidiría en sus propios costos de producción. Estados Unidos ha estado entrenando grupos rebeldes sirios en Jordania y otros lugares, y pretende actuar atacando supuestos depósitos de las armas químicas en Siria. 

Esto sería peligroso, pues el gas podría liberarse afectando civiles. Aparte de eso, nadie puede estar seguro del paradero exacto de los arsenales químicos del gobierno sirio. 
Cuando comenzó la guerra, estos se encontraban en unos cincuenta depósitos esparcidos por el territorio del país árabe, muchos de ellos en ciudades costeras, e incluso en los suburbios de Damasco. Pero el gobierno sirio no ha podido moverlos desde entonces, así que el peligro está latente, incluyendo la posibilidad de que elementos afines a Al Quaeda pudieran apropiarse de esos arsenales. 

Aparte de estos depósitos químicos, es probable que se bombardearían baterías de misiles, centros de reclutamiento y aeródromos militares. Pero Obama no está dispuesto a financiar una operación terrestre. Su consulta al Congreso sobre el visto bueno a una acción sobre Siria es sólo para lavarse algo las manos respecto a la decisión, ya que éste Congreso aprobó en 1973 una ley que obliga al presidente a pedirle al Congreso autorización, pero sólo por operaciones que sobrepasen los sesenta días. 

De hecho, Obama autorizó el 2011 el bombardeo de Libia sin pedir autorización al Congreso. La fuerza aérea Siria tiene operativos unos 400 aviones y una muy preparada defensa antiaérea, ayudada por los cohetes tierra aire comprados a Rusia. 

Antes de la guerra se calculaba un contingente de unos 250.000 soldados, lo que puede haberse triplicado al movilizar reservistas y crear milicias afines al régimen. Si ya el padre del actual presidente sirio Bashar Al Asad mató a sus ciudadanos con armas químicas, y considerando que la guerra civil en Siria lleva dos años, cabe la pregunta de por qué recién ahora Estados Unidos ha considerado intervenir, al igual que otros como Francia o Turquía. La respuesta obvia es que es un mensaje para Irán, que es el estado que apuntala a Siria. 

 Hace rato que el conflicto en Siria dejó de ser una guerra civil, ya que es una lucha bajo cuerda entre Irán y Arabia Saudita, que pretenden lograr el predominio político e islámico en la región. 

En otras palabras, una lucha entre el predominio de los musulmanes chiitas y sunitas. De manera que Estados Unidos, que es aliado de Arabia Saudita, pretende alterar el equilibrio del conflicto, pero el ataque pareciera ser ante todo la justificación para no desdecirse de la “línea roja” que el mismo Obama puso en el tapete. Robin Wright, miembro del Woodrow Wilson International Center dijo que “la idea de que un ataque rápido puede producir un impacto duradero y sustantivo, es a menudo una ilusión”. 

El general James Mattis, que hace unos meses estaba a cargo de las tropas estadounidenses en Medio Oriente, advirtió de los peligros de una intervención, diciendo que “si Estados Unidos se involucra, esta va a ser una guerra muy seria y sin limitaciones”. 

El general Dempsey dijo en una entrevista a principios de agosto que “mientras evaluamos nuestras opciones, deberíamos poder concluir con alguna confianza que el uso de la fuerza nos moverá hacia el objetivo que deseamos. Y una vez que actuemos deberíamos estar preparados para lo que venga después”. 

 El gobierno Sirio no podría alcanzar a los cinco destructores estadounidenses que lancen misiles, o alguna de las bases que tienen estos en Medio Oriente. Su respuesta probable sería atacar a Israel o Turquía, los dos aliados que Estados Unidos tiene en la zona, y que estaría obligado a defender, y con ello, al menos en el cálculo del gobierno sirio, disminuir su potencia de ataque contra ellos. 

 Consciente de ello, Israel está preparándose con su sistema de defensa para detener posibles misiles, y la población se está surtiendo de máscaras anti gas por cualquier eventualidad. 

El gobierno israelí manifiesta estar confiado en su reacción, en caso de que fuera atacado, y ha advertido de que no se quedaría con las manos atadas de ocurrir eso, lo que también fue dirigido a Irán. Los gobernantes son personas, de manera que tienen dudas, debilidades, y se equivocan como la más simple de las personas. 

Intentan evitar fallas gracias a que se rodean de asesores, y a que tienen experiencia en tomar decisiones. Pero estas pueden ser erradas o impredecibles, lo que puede llevar a eventos no calculados. 

Para el bien de todos, es de esperar que las consecuencias de lo que suceda no lleven a algo peor.

FUENTE:
 http://www.anajnu.cl/2013/articulos/porque-siria.html

Sobre el autor:


Tiberio Yosif Klein ha escrito y publicado artículos, 
cuentos, ensayos y novelas desde muy joven.
Nació en Santiago de Chile,cursó estudios superiores en
facultades de Economía, Arquitectura, Ingeniería y
Periodismo. 

Es miembro del Ejecutivo de varias organizaciones, entre ellas fue el primer presidente en Chile de la Organización 
Internacional de Superdotados «Mensa».

Ha escrito, además, innumerables artículos en diarios y revistas, muchos de ellos en La Palabra Israelita medio al cual envió textos en 1967 desde Israel, donde fue como voluntario para la Guerra de los Seis Días.

http://www.lapalabraisraelita.cl/2010/mayo14_10/12_14.pdf

lunes, 2 de septiembre de 2013

SIRIA : El Presidente Assad usa a los prisioneros de guerra como escudos humanos



Miles de prisioneros de la guerra civil siria han sido reubicados en instalaciones militares para ser usados como escudos humanos ante un eventual ataque de Occidente, informó el periódico Daily Mirror.

Los habitantes de Damasco han aseverado haber visto autobuses llenos de reclusos que fueron sacados de sus celdas para ser trasladados a los sitios estratégicos que el régimen cree que serán atacados, según el reporte del diario británico.

"El régimen fascista de Assad está trasladando a activistas y civiles desde las prisiones a las instalaciones militares que serán el blanco de las fuerzas extranjeras", afirma la Coalición Nacional Siria.

"El empleo de civiles como escudos humanos es una violación del derecho humanitario internacional, y los responsables deben rendir cuentas por sus crímenes contra la humanidad", añade el comunicado

Miles de manifestantes y disidentes han sido encarcelados desde el comienzo de la revuelta en 2011.

Las versiones – sostenidas en su mayoría por los rebeldes - han aterrorizado a los habitantes de Damasco.

Una mujer dijo que "la gente tiene miedo que Estados Unidos ataque los lugares donde se encuentran los prisioneros".

"Tienen miedo porque las bases militares se encuentran en zonas urbanizadas, de tal manera que los civiles pueden ser alcanzados por los bombardeos".

fuente: SEMANARIO 'AURORA'- TEL AVIV-

 

 

viernes, 30 de agosto de 2013

SIRIA: el Gobierno del Presidente Assad sigue masacrando a sus ciudadanos inocentes, de todas las edades...El presidente Obama promete actuar para detener esa masacre...



















FUENTE: desconozco en que diario de Israel fue publicada.Llegó en un e-mail.