El diario egipcio Al Masry Al Yaoum informó que al menos tres de los autores del atentado terrorista del jueves en las cercanías de Eilat eran ciudadanos egipcios.
Las fuerzas de seguridad egipcias concluyeron que los tres eran miembros de una organización extremista islámica y que uno de ellos había escapado de la cárcel durante el levantamiento popular que derrocó al ex presidente Hosni Mubarak.
Durante las escaramuzas desatadas por el ataque terrorista contra el sur de Israel, murieron además cinco policías y soldados egipcios.
El periódico Haaretz revela que el múltiple atentado terrorista fue ejecutado por 12 terroristas, distribuidos en cuatro células. Las células se dispersaron en un área de 12 kilómetros. Algunos de los atacantes vestían uniformes como los que usa el Ejército egipcio.
Los terroristas agitaron pañuelos blancos para engañar a los conductores israelíes, instándolos a detenerse. Además dispararon contra un helicóptero de la Fuerza Aérea tratando de derribarlo.
La investigación llevada adelante por El Cairo indica que las tropas israelíes ingresaron en la península de Sinaí, persiguiendo a los terroristas. Durante la persecución, intercambiaron disparos con la policía egipcia. Además, la indagación egipcia sugiere que un helicóptero israelí disparó dos misiles contra los terroristas y fuego de ametralladora contra los policías egipcios.
El fuego de metralla provocó la muerte de Ahmed Jalal, un oficial egipcio, y dos policías. En otro incidente, dos soldados egipcios murieron. Un vehículo de seguridad egipcio que se dirigía a la zona de combate fue también atacado, aunque no queda claro quienes lo hicieron.
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, la junta militar que gobierna Egipto, se reunió para discutir las muertes de los cinco oficiales de seguridad. Por su parte, el ministro de Exteriores, Mohamed Kamel Amr, afirmó que "en ningún momento existió la intención de retirar nuestro embajador de Tel Aviv-", agregando que la presencia del embajador egipcio en Israel sirve al interés nacional de su país.
La declaración del canciller egipcio sugiere un deseo de volver a normalizar las relaciones con Israel y las exigencias de disculpas han sido relegadas por el momento. La declaración de pesar por la muerte de los policías egipcios emitida por el ministro de Defensa, Ehud Barak, fue percibida como una iniciativa en la dirección correcta por El Cairo.
A pesar de las protestas, Egipto es conciente de la posibilidad de que algunos de sus soldados sirviendo cerca de la zona de violencia hayan disparado contra las fuerzas israelíes.
La inteligencia egipcia también es conciente de la cooperación entre los miembros de los Comités de Resistencia Popular de la Franja de Gaza con grupos extremistas islámicos que operan en el Sinaí.
FUENTE: semanario AURORA, Tel Aviv,
24 de Agosto 2011
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