lunes, 8 de agosto de 2011

ARGENTINA: en Mar del Plata se presentará el nuevo libro de poesías de Raquel Teppich, una de las voces femeninas que enaltecen a su ciudad.


Raquel hoy cumple 62 años.

Muchas Felicidades y Sana que estes !!!



AMOR Y RUTA

El amor es

como una hoja de ruta.

Encuentro, partida

y ciertas veces el regreso.

Los amantes cegados vuelan radiantes

sin temer al ruedo y a nada.

Ciertos desencuentros

desmoronan las almas

Los reencuentros avivan la llama

y entierran el sufrimiento.

Fluye la pasión,

sed de seducir,

no temen sufrir.

Retornar al amor de siempre

Sin medir equívocos.

Paladear otra vez

el néctar dulce

perdido por la irreflexión.

Amor y ruta,

olvido, memoria

una nueva historia.

Dos apasionados reencontrados.



AGUáRDAME SI ME AMAS



Amar complejo arte,
no correspondo a
tus inquietudes…
Rehúyo salir a tu encuentro,
tal vez mi rojo e
imprescindible elemento
olvidó la pasión.
un frío helado
al salir a tu encuentro.
Anclé mis volcanes,
en otros caminos,
detuve el tiempo,
perdí el candado
de mi cárcel
y aún prosigo
su búsqueda.
Aguárdame
si me amas…

2-01-11



AMOR CIBERNéTICO



Ocio, aburrimiento,
noche fría de invierno.
Chat Malbú, sala de gente sola.
Me atrapó tu nombre,
envié mi invitación.
Presentación previa,
nos abrimos a desenterrar pasados,
amenizar el instante.
ENTER y ENTER por medio,
fluía una química indescifrable.
Proporcionando apertura a círculos
tristes y herméticos.
Concertamos una cita.
Con una rosa champagne
en tu mano,
nos saludamos y sonreímos.
Caminamos unas cuadras,
entramos a un café acogedor.
Café a la turca, con amaretis,
nuestros ojos húmedos
desvistieron ambas almas.
Ganamos la calle 81,
la plazoleta desierta,
fijamos nuestros labios
ansiosos de amar.
Exentos de tabúes

virtuales o reales.





ALTAR DIFERENTE





Ante nuestros ojos sedientos

sellamos nuestra pasión virulenta.

timoneamos nuestras relaciones.

Anclamos como barco sin brújula

en un río tempestuoso.

Sangre ardiente, transformada

en hielo mortal.

Arrugas pronunciadas,

el tiempo delineó.

Secante de lágrimas

y desdichas.

una tarde oscura,

lluviosa,

sepultamos nuestro altar.






Vos lo decís, Raquel… “tu esclava se rinde a tus pies”,

se lo decís al ángel y al otoño, al hombre que te

despierta con sus pasos, al diamante del fondo

de la tierra, al miedo a la soledad, al vampirismo

del amor que todo lo da y todo lo reclama, lo

asfixia y lo resucita…

Y la pastora de palabras, la que las va llevando

en rebaño por el mundo, embelleciéndolo y

transformándolo, es, al fin, un hada incansable

que nos aleja de la muerte.

Poldy Bird

Raquel sigue cantándole al amor, a la pasión y

a veces también al odio y al egoísmo mismo, en

esa búsqueda constante que ha tomado como

desafío en su vida, que es la de creer y gritar a

los cuatro vientos de que sólo El Amor y La Paz

cambiarán al mundo.

Ángel Pablo Pinazo Astudillo

Miembro de Letras Iberoamericanas

Miembro de Poetas del Mundo

Editor de Atina Argentina


Ser breve y conciso es sumamente difícil, sobre todo

cuando se ha de expresar con sincero entusiasmo

todo aquello que es de admirar; como es de admirar

este nuevo y maravilloso libro de mi querida amiga

Raquel, en cuyos versos yo percibo las palabras

que trashuman desde su alma a la mía, sin más

cañadas ni veredas, que los hermosos renglones

de su obra magistral.

Mi más sincera enhorabuena mi querida amiga

Raquel, por tu bello libro “Pastora de palabras”;

pues mi alma ya es redil donde reinan tus palabras.

Tu amigo del alma y más rendido admirador.

Emilio Pérez Delgado
Presidente del Grup Plomes Poètiques.

Girona – España


PROLOGO DEL NUEVO LIBRO:
Como manzanas jóvenes, se desprenden los

poemas del árbol del tiempo y acunando la luna,

furiosa noche de lluvia y soledad, los poemas

empiezan a tallarse, en la preciada madera

que soporta los pinchazos del ave hambrienta.


Primaveras nuevas maceran los sueños, y

desgastan el olvido carcomido de las sombras,

hebras sutiles que va tejiendo la mirada,

diamantes de agua llorando sobre el suelo,

clavos de oro en el madero del tiempo.


Hay un aire de lluvia cabalgando los poemas

de Raquel, y sobre las flores del tiempo, ella

deja sus huellas, estrellándose en el alma,

como una sombra de primavera.


Sera quizás así, el lugar donde nacen los poemas

de Raquel Luisa Teppich, Estos poemas que nos

llevan más allá del sendero, más allá del alma,

más allá de la palabra.


La luna llena acosaba nuestras miradas.
Silencios punzantes laceraban ambos corazones.
Ojos húmedos por lágrimas duras como rocas.


Cuando la poesía se convierte en un pasaporte,

sin necesidad de visa, en viaje hacia la

imaginación, refracta cada uno de esos pequeños

detalles que componen nuestra vida, tropezamos

con el eco de antiguas voces que vienen a nuestro

encuentro, como en un ritual que nos invita

a una danza inmemorial.


Muchedumbre de sombras asustadas corren

por los caminos, huyendo de las luciérnagas

que pueblan la poesía de Raquel, es cuando

se da la alquimia del encuentro con nuestra

musicalidad, protegida por la siesta de

ángeles azules.


Anclé mis volcanes, en otros caminos,
detuve el tiempo, perdí el candado
de mi cárcel y aún prosigo
su búsqueda.



Raquel suelta sin temor sus luciérnagas al aire

y un viento limpio nos llena el alma, un otoño con

su idioma de flores corre dentro nuestro como

la brisa pagana de los recuerdos.



El dulce sabor de una canción extraviada en el

vino melancólico de las hijas de la lluvia,

renaciendo en cada rosa donde habita un ángel

dormido, porque la poesía solo nace en

horizontes quebrados, donde la tristeza deja

de ser triste, donde el asesino de silencios,

desmaterializa melodías, mientras la pastora

de palabras, cruza el destierro de soledades

prohibidas.



Los amantes cegados vuelan radiantes sin

temer al ruedo y a

nada.

Ciertos desencuentros desmoronan las almas

Olvido, memoria, una nueva historia.

Dos apasionados reencontrados.

Una poética que cruza los puentes del alma

como una caravana de antorchas, sutil

traficante de emociones, y en el destierro

de un alfabeto pagano encuentra la salida,

la única llave que nos lleva de la mano

hacia el altar, donde la belleza sacude su alma,

dejando desabrigadas las palabras para que la

poeta imprima su grabado de impecable

delicadeza, traduciendo los silencios, que

hablan con nuestras más profundas emociones.


Noches musicales al ritmo de
grillos y luciérnagas. Que el soplar del viento
sean las caricias más añoradas
Soltar palomas con amor entrañable.
Y así vestir el universo de igualdad.



Raquel abre las compuertas de los sueños,

brotan como confabulaciones de sueños

infantiles, semillas de honda naturaleza humana,

desbordando el aire con la sal de nuevas auroras.



El sueño cauteriza las heridas, otras sangran aún.
Vientos calmos ahora convertidos
en tempestades


Regresa de los otoños más antiguos con esas

palabras teñidas de oro y silencio, encantamiento

y sortilegio, paisaje de lejanas infancias,

volviendo a la vida por las piedras pintadas en

el gran bosque.

Brisa celestial que eleva las banderas de la

pureza, oteando el pasado, para arrancarle la

piel a la felicidad inmarcesible.

En el delirio de un horizonte partido por dioses

ciegos, esencia universal del poema, estrella

de un nuevo universo.

Raquel Luisa Teppich
sabe de que se trata la

poesía, sabe que afuera hay una pelea entre

ángeles de largas espadas, sabe que hay

huérfanos que la primavera abandona, y como

pastora de palabras aprecia conducir el rebaño

por nuevas praderas, liberando esclavos,

cortando las cadenas de una eterna melancolía.

No hay secretos ya para la luna, a orillas de la

lluvia, se sienta a contemplar a la artesana de

palabras, enhebrando sus poemas, como hábil

tejedora de sueños.

Acercarse a su poesía, es para nosotros el

descubrir la hora exacta donde el reloj del

tiempo madura sus últimas plegarias, rompe los

doseles celestiales, dejando desnudas las

fontanas que llenaran el alma con el zumo

sagrado de noches extraviadas en el más

hermoso delirio de amor.

Sed profunda que nace de los rincones más

alejados del alma, forastera en la geografía

de la tristeza, Raquel nos acerca de manera

natural a la pradera donde la serenata mayor

la da su propia alma volcando los más sublime

de sus sentires, y con la fuerza misteriosa de

la montaña, nos deja sus palabras, marcadas

a fuego por el siempre indescifrable lenguaje

del amor.

Cuando a la casa del lenguaje se le vuela el

tejado y las palabras no

guarecen, yo hablo.

No se trata de eso,

escribir sobre la disonancia con la mayor

belleza posible…

Nunca es eso lo que uno quiere decir.



Alejandra Pizarnik



Jaro Godoy.

13/03/2011,

Mar del Plata.







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