miércoles, 29 de febrero de 2012

Interesante estudio en EEUU y CANADA sostiene que :Las personas de clase alta son más propensas a mentir y violar normas de tráfico

Las personas de clase alta son más propensas a violar las normas de tráfico, comerse un caramelo destinado a otros o mentir para enriquecerse aún más, según un estudio realizado en Estados Unidos y Canadá.

El estudio, publicado el lunes en la revista de la Academia Nacional de Ciencias, fue realizado por investigadores de la estadounidense Universidad de California (en Berkeley) y de la canadiense Universidad de Toronto, que llevaron a cabo siete experimentos diferentes con un centenar de personas en cada prueba.

Uno de estos experimentos mostró que los propietarios de automóviles de mayores cilindradas y vehículos como Mercedes, BMW o el híbrido de Toyota, Prius, eran más propensos que otros a cometer una infracción en un cruce de caminos y permitían menos el paso de los peatones.

Otra prueba realizada con un juego de dados y una recompensa indicó que la gente de un estatus social más elevado tenía más tendencia a mentir sobre su puntuación. "Incluso para gente para la que 50 dólares es una cantidad relativamente pequeña de dinero, las trampas eran tres veces más altas", indicó el principal autor de la investigación Paul Piff, de la Universidad de Berkeley.

"Realmente, muestra los extremos en que la riqueza y el rango más alto en la sociedad pueden dar forma a patrones de interés personal y falta de ética", dijo Piff a la AFP. Durante una entrevista de trabajo simulada, las personas de mayor estatus se mostraron menos reacias a mentirle a aquella que se suponía que debían reclutar, al no decirle que el puesto que le ofrecían se eliminaría rápidamente.

Y cuando se les dio un paquete de caramelos, diciéndoles que era para los niños que estaban en una habitación contigua, pero que podían coger alguno, las personas de clase acomodada comieron más que las demás. La proporción de caramelos que cogieron, el doble que otras personas, sorprendió incluso a Piff, quien ha estudiado en el pasado el impacto de la moral de la gente rica en las donaciones de caridad, encontrando que tiende a donar menos que los pobres.

También, en este estudio en particular, los investigadores condicionaron a algunos de los sujetos a pensar primero más de ellos mismos como miembros de un rango social superior al compararse con otros que tenían menos. El ejercicio mostró que la gente podría ser entrenada para pensar más de ellos mismos, y que actuarían a su vez con mayor avaricia y menor honradez y ética, demostrando que el estatus condiciona la avaricia.

"La búsqueda del interés personal es una motivación más importante para la élite, y la codicia que aumenta con la riqueza y el estatus social puede llevar a algunos a portarse mal", explicaron los autores del estudio. El estudio teoriza que hay una serie de factores que "podrían dar lugar a una serie de normas compartidas culturalmente entre individuos de clases altas". Los investigadores destacaron que las clases altas son más independientes y, por lo tanto, les preocupa menos lo que la gente diga.

Según Piff, la gente con más dinero tiende a valorar más positivamente la avaricia y confia menos en familia y amigos como apoyo en tiempos de necesidad, y este elevado estatus tiende a hacer que se desconecten de la sociedad. Los más ricos son más propensos a la cultura del rendimiento, lo que puede volverlos "menos atentos a las consecuencias de sus acciones en los demás", señalaron los investigadores.

Ciertamente hay excepciones, afirma el estudio, que señala a famosos miembros de clases altas que denunciaron escándalos como los de Worldcom o Enron, y a ricos filántropos como Bill Gates o Warren Buffett. También apuntaron a investigaciones previas que vinculan la pobreza y la violencia, y que contradicen la noción de que toda la gente pobre es más honrada que la rica.

Las personas de clase alta son más propensas a violar las leyes de tránsito, comer un caramelo destinado a otros, o mentir para enriquecerse aún más, según un estudio realizado en Estados Unidos y Canadá y publicado el 27 de febrero de 2012

fuente: AFP VIA WWW.YAHOO.COM.AR- NOTICIAS

VENEZUELA: La poeta y escritora María Cristina Solaeche Galera nos convida "EL SILENCIO SE COLUMPIA EN EL ROSTRO"







EL SILENCIO SE COLUMPIA EN EL ROSTRO



Gime el viento escupiendo amatistas
arrastrando poemas

la vida ignora
calla

el silencio se columpia en el rostro
y alumbran osadas luciérnagas al sol
son los recuerdos
estallidos del destino
se deslizan en
camalotes hundidos de pájaros
delirantes y aturdidos

cuando tú y yo nos encontremos
gritarás este verso que me atraganta
que aturde la brisa
y deshoja con sus preguntas las azaleas

tiempo humano
reloj de arcilla
arena en deshielo.


María Cristina Solaeche


Blog EL VERANO DE LOS TAMARINDOS


Recibido de la autora, a la que agradezco

y felicito por sus creaciones y su constante

labor de difusión de la literatura venezolana,

a traves de sus interesantes ensayos sobre

autores de su país.


Lic. Jose Pivín

frente al puerto de Haifa

frente al Mar Mediterráneo





lunes, 27 de febrero de 2012

ARGENTINA: MARTA RODIL, POETA Y ESCRITORA SANTAFESINA SALUDA A LA BANDERA EN SU BICENTENARIO


Oración canyengue a la bandera

Alta en el cielo

Ofrenda que incluye parte-citas

que florecieron en tu cumpleaños

(27.2.1812 – 27.2.2007)

Dios te salve en las alturas,

señora que cobijas en tu manto la utopía

y te apiadas de las almas que buscan su destino

en este mapa de maltrechas ilusiones.


Tu pupila es azul, enseña que nos legó Belgrano,

nacida del costado de su estrategia y su fervor

por luchar hasta el confín para fundar con vos

la patria.


Estercita, hay hombres que te han hecho mal

y huyes del polvo y el espanto

adonde el viento pueda acariciar tu seda o tu percal.


Qué te voy a hablar de amor…,

pero sí, lo necesitas,

sirena adormecida sobre nuestro río de plata

que despierta con un sol argentino en su regazo.


Y qué nos vas a decir vos, tan cerquita de Dios,

tan ajena al ultraje de los años,

sin embargo cada vez que se hace justicia, se vence al odio,

se supera el desatino, se cumple la esperanza

o se comprueba que la verdad puede no ser un espejismo,

cae la rosa que engalana tus propias ilusiones

y nos besa, sonriéndose triunfal.


Señora de las tantas décadas sobre el azul del cielo,

desde tu signo infinito que avizora

esta cruz de congojas y de esperas,

perdona los pecados

y líbranos de teñir esta tierra en sangre hermana.

Tiéndenos siempre la mano

y sálvanos.


Marta Rodil

c a r t a

el 27 de febrero de

2007 se cumplieron

195 años desde que

Manuel Belgrano creara la

bandera argentina



cuando en diciembre último yo estaba lejos del país

sentí la necesidad de escribirle a nuestra bandera,



¡¡¡¿una oración a la bandera…..?!!!,



a los ojos de la razón jamás se me hubiera ocurrido

pero no pude negarme al mandato,



y a medida que la iba escribiendo

no dejaba de extrañarme

por lo que me dictaba

ese "otro que escribe por mí", como dice Borges.


la mía se trata de una bandera de confección humilde

y no de la suntuosa de ciertas ceremonias,


se trata de la bandera que responde a la utopía personal,

ésa a la que se apunta en la vida

y que uno trata de sostener

-fallidamente en la mayoría de los casos

a causa de nuestra precaria condición humana-.


una bandera hecha también de retazos,

pedacitos o fragmentos

que se nos quedaron grabados

de las letras del tango, de marchas y oraciones, de poesía

o incluso de títulos ajenos y propios.


como por ejemplo ese “tu pupila es azul”

que Bécquer pone en boca del enamorado

que le habla a su amada

y que yo necesité decirle a nuestra bandera,


quizá porque su mirar es celeste,

porque aspira al universo

y porque no deja de ser una única pupila azul

en la escarapela,

que arraiga en nuestro pecho hasta el corazón y más allá

o en el más allá.


me he animado

a alternar el tratamiento que correspondería

al uso del vos, del tú y del usted

en las conjugaciones verbales, tal como sucede

en nuestra realidad de hablantes,


y a jugar, a consagrar,

a sacralizar y desacralizar un símbolo

porque para mí la bandera es la más linda

“pebeta de trenzas” que acaricia el viento,


ésa a la que algunos hombres

(algunos seres humanos) le “han hecho mal”,

parafraseando algunas frases de “Milonguita”,

y no deja de ser una señora, como también Nuestra Señora

y la madre que ilumina y se compadece.


por eso yo la convoco:

“tiéndenos la mano y sálvanos”

(como hace Prevert, con el amor en su caso)

porque ella siempre podrá salvarnos.


en fin, me he puesto a...

y en poesía no...,

pero a veces vale.


a medida que la iba cosiendo y bordando

la iba limpiando de hilvanes, de pelusas y de hilachas,

de cacofonías, redundancias o cositas por el estilo

y para el 27 de febrero la oración estaba terminada.


la noche anterior, el diario

me sorprendió con la noticia de que ese día

se cumplirían los 195 años de su creación.


ya tenía entonces

mi regalo de cumpleaños.


gracias.



Marta Rodil